Capítulo 54

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Ella tiene una sonrisa tan dulce, que ya no necesita ponerle azúcar al café de sus ojos.
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Esa mañana fue diferente, se sentía diferente

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Esa mañana fue diferente, se sentía diferente. Como si hubiera dejado atrás una gran carga sobre su espalda.

Su madre lo notó de inmediato, hasta su padre lo hizo.

¡Incluso lo teletransportó al trabajo!

Quizá era cierto lo que decía su esposa, su hijo había encontrado a la persona indicada, la única que pudo hacerlo sentir que podía ser amado de esa forma.

Y estaba feliz por él.

Después de desayunar, su madre rio al verlo salir por la puerta para ir a la escuela, podría jurar que se había arreglado el cabello.

Y... ¿Qué hago ahora?

Se cuestionó mientras caminaba, ya lo había aceptado, se había enamorado.

Pero demostrarlo era otra odisea.

Seguía siendo tan extraño, y a decir verdad, le preocupaba. Él no era el tipo de persona con la que esperarías tener una relación de ensueño.

Oh, estaba pensando en tener una relación.

Debía dejar de pensar en cosas así estando cerca de tantas ventanas.

Por los pasillos de la Academia, pudo divisar el cabello levemente recogido de alguien, con un broche ya conocido para él.

Y si se concentraba, aún con ese anillo, podía escuchar la melodía de sus pensamientos.

¿Debía ir y saludar? ¿Pasar frente a ella y simplemente esperar a que lo note? ¿Esperar que ella lo hiciera?

Santo cielo, quizá no debió juzgar a Yumehara.

Antes de poder debatir cual era la mejor opción, la chica giró hacia su dirección, eso lo desequilibró un momento.

Lo saludó junto a una sonrisa, y él hizo lo mismo, fingiendo que no había pasado todo el camino pensando en cómo actuar con ella.

Lo que él no sabía, es que Koemi moría de nerviosismo. No sabía bien como debía comportarse con un psíquico, y menos con el psíquico que le gustaba.

Para su buena, o mala suerte, sus compañeros llegaron para llevárselos a sus respectivas clases. No sabían si era grosero decir que era una suerte que estuviesen en clases separadas.

—Te ves diferente, compañero.

¿Ah?

—¿De qué hablas, Nendo? Saiki se ve exactamente igual.

—Quizá un poco más peinado.

—Es verdad, Kuboyasu, pero también es otra cosa.

¿Cómo podían notar esas cosas? ¿Se veía diferente? Se sentía diferente.

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⏰ Última actualización: Mar 25 ⏰

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𝐶𝑎𝑓𝑒í𝑛𝑎〈𝑆𝑎𝑖𝑘𝑖 𝐾𝑢𝑠𝑢𝑜〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora