𝐶𝑎𝑓𝑒í𝑛𝑎〈𝑆𝑎𝑖𝑘𝑖 𝐾𝑢𝑠𝑢𝑜〉

Capítulo 23

Ambos chicos caminaban en silencio, nuevamente.

Kusuo seguía elaborando un plan para fingir su muerte, podía hacerlo, pero no podría esconderse de su madre después.

Fallas técnicas.

Veía con cuidado a la chica, ella tambíen estaba un poco incómoda, nada comparado con él.

Mientras tanto, Kurumi hacia su mejor esfuerzo para mentir e intentaba esconder sus manos a toda costa, ella misma se preguntaba si podría guardar otro gran secreto.
Kusuo también pensaba lo mismo, estaba impresionado de lo mucho que su madre podría mentir y de cuánto podría resistir.

Al llegar a casa, Kurumi pidió que entrarán a tomar algo como agradecimiento por ayudarla. Claro que Kusuo quiso poner la escusa de que "su madre lo esperaba"

No contó con que su verdadera madre estuviera frente a él.

Esto es ilegal, mantener a alguien contra su voluntad es ilegal.

Pensaba mientras comía una gelatina de café.

Es ilegalmente delicioso.

Ambos chicos se encontraban sentados en la mesa, ambos con una gelatina de café.

—¡Está deliciosa! Muchas gracias señora Saiki —sobraba decir que a Koemi le encantaba la gelatina de café, siendo una casi adicta al café, era imposible decir que no le gustaba.

—Por favor, dime Kurumi —ella sonrió con amabilidad.

Koemi asintió con una sonrisa. Todo esto siendo ignorado por Kusuo quién se encontraba en una burbuja donde solo existían él y su gelatina de café.

Y justo cuando pensó que nada podía empeorar, el mundo le demostró lo contrario.

—Yasuo es un amigo de la familia —Kurumi llamó la atención de los dos adolescentes.

—Ou, ¿De verdad?

—¡Sí! Por eso insistí en que vinieran —ella río intentando ocultar sus temblorosas manos -ahora ya se conocen mejor.

—Creo que sí —es mejor que chocar.

—Yasuo es un amigo de Ku.

—¿De verdad? Wow, es genial escuchar eso.

« Para ser un chico tan reservado, tiene mucho amigos »

No lo digas cómo si fuera algo bueno.

—Por cierto, ¿Dónde está Saiki?

¡Pop!

Instantáneamente, la burbuja imaginaria que rodeaba al chico explotó.
Sus ganas de acabar con está farsa estaban saliendo a flor de piel, pero al mismo tiempo sentía cierta curiosidad por saber que diría su madre está vez.

—¿Ku? Él está... Está...

Di que estoy-

—¡Está durmiendo!

¿Qué?

—Oh, creí que estaría con nosotros, he notado lo mucho que le gusta la gelatina de café.

—Creo que está cansado, así que dejémoslo en paz.

Por favor.

—Debes llevarte muy bien con Saiki —la chica quiso conversar con el chico de cabello azul, él la observó.

—Algo así, digamos que nos conocemos bastante bien.

—Me alegra escuchar eso, Saiki es un chico sumamente tranquilo, así que tienes que ser muy especial para él como para conocerlo de esa manera.

—No tienes idea.

La conversación fue bastante tranquila, y con muchas mentiras de por medio. Las preguntas eran las típicas que le harías a alguien que acabas de conocer.

Al terminar de comer, Koemi tenía que regresar a casa.

—Muchas gracias de nuevo -La chica se inclinó para agradecer.

—No fue nada —Kurumi respondió con una sonrisa.

La chica centró su mirada en el chico.

—Fue un placer conocerte Harada, espero que nos volvamos a ver pronto.
El chico asintió.

Espero que no tan pronto.

Ella caminó hasta la entrada, hasta que paró en seco y giró hacia donde estaban los otros dos.

—Saluden a Saiki de mi parte por favor —por último, se despidió con una sonrisa y un ligero movimiento de mano.

Ambos entraron a la casa luego de ver a la chica alejarse.

Un silencio incómodo se formó entre ambos.
Hasta que el sonido de dos manos chocando resonó en el lugar.

—Lo siento mucho, de verdad, es sólo que yo... —su madre tenía sus manos juntas, para disculparse —en verdad quería que se conocieran mejor, pero lo hice con la versión equivocada de ti.

Kusuo no habló. Su madre fue por una gelatina de café para intentar aliviar su error, Kusuo no lo rechazó. Supuso que todo estaría bien si no vuelve a hablar con ella en esta forma.

Después de todo, tenía que aceptar que no todo era culpa de su madre, si hubiera esperado para usar su teletransportación, o si no hubiera pretendido ser una persona normal, no estaría metido en este desastre.

Él no es normal, y creyó que ya lo había aceptado.

Ahora tenía que aceptar que tenía una triple vida, como si tener una doble vida no fuera suficiente. Ser un superhéroe sería más sencillo.

En otro lado, una chica se encontraba feliz, si, Koemi estaba feliz.
Había conocido al misterioso chico, que al final no era tan misterioso, y hablado con él, no era mucho, pero fue lindo conocerlo.

Aunque sentía que le recordaba a alguien.

En fin, esperaba verlo pronto, y quizá establecer una linda amistad con él.
Parecía un chico bastante honesto.

Aunque a veces las apariencias engañan.

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F por Saiki.

F por Yasuo.

F por mí.

Díganme, ¿Les gusta la dirección que está tomando la historia?