-Estas en otro lugar genio ¿Qué pasa? – me pregunto Vanessa sentándose a mi lado, la sensación de ahogo en mi pecho no me dejaba pensar, sabía que era importante concentrarme en este caso, muchos niños habían desaparecido, y no sabíamos que hacían con ellos, ya dos de ellos habían explotado en bombas en lugares públicos; la unidad de terrorismo, la policía local, y un montón de escuadrones militares estaban detrás de esta célula terrorista.
- No sé qué me pasa, creo que estar tanto tiempo alejado del trabaja pensando solo en Bianca, ha hecho estragos en mi fracturada mente- dije tratando de justificar mis sentimientos, siempre buscaba una respuesta lógica y coherente para todo.
-No necesitas argumentar que la extrañas y estas preocupado- dijo mi amiga palmeando mi espalda- ella estará bien ya lo veras- dijo dándome cariño, solo nos habíamos separado media hora y ya estaba completamente paranoico, despeje mis pensamientos para concentrarme en esto; debia ayudar a desmantelar la célula terrorista.
Analice todas las pistas en el pizarrón tratando de encontrar un patrón, algo que nos diera una pista de donde podrían estar, estaba viendo los videos de la entrevista de uno de los jóvenes que logramos atrapar antes de que se suicidara con la bomba que había implantado, el niño solo repetía una y otra vez su nombre con un número que no lograba descifrar a que correspondía.
-En el pasado, los espías rusos entrenaban a sus soldados para que cuando los atraparan dieran el número de su escuadrón con su nombre completo, su mente trastornada y modificada hacía que fueran léalas a un movimiento que ni ellos sabían si era real- dijo Reginaldo dando propuestas- podríamos buscar militares americanos o rusos que fueran destituidos de sus rangos- propuso.
-No creo que sea eso, es demasiado obvio para cualquiera- dije apretando mis sienes, empecé a repetir el numero en mi mente una y otra vez tratando de encontrar la respuesta hasta que algo brillo dentro de mi- espérate un momento, N14-5678-90, ese es el número que ese joven repite ¿no es así? - dije anotándolo en la pizarra- antes de morir ellos decían lo mismo, y repetían que la tiranía llegaría su final.
-Es cierto- dijo Isabella entregándome los números que ellos habían dicho, los anote todos en orden, soltando una maldición por mi descubrimiento- quieres decirme que te traes- dijo la mujer mirándome sin entender- quiero comprender tu mente y no lo logro.
-En estados unidos la CIA tiene un sistema de codificación para el número de agentes a los que tenían que desaparecer- explique- varios de esos expedientes salieron a la luz, pero luego fueron borrados del sistema, estoy seguro que eso salió en una publicación internacional que yo leí en un estudio forense cuando tenía 13 años- dije emocionado.
-No sé si espantarme porque recuerdes eso, o porque con trece años leías esas cosas – dijo Zack mirándome con algo de miedo- tienes un punto genio, sigue- dijo mirándome fijamente, con ayuda de Vanessa busque lo expedientes para demostrar que tenía algo de razón- acá están exactamente los mismos números que ellos recitaron - dije sorprendido.
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Destinos Inciertos (#3 trilogía distintos)
RomanceElla era una niña que no conocía el amor Él era un joven que no veía mas allá de la razón. Se separaron para no amarse, y el destino los unió para que jamás sucediera otra vez. Dos almas que sueñan olvidarse y que siempre estuvieron destinadas a e...