Capítulo XIV

351 24 1
                                    

Estaba bebiendo mi batido energético cuando sentí un movimiento brusco, cuatro días después de la partida de Matteo mis bebes decidieron que era hora de hacerse notar y yo no podía estar más que feliz; ya habían pasado dos semanas y por los mensaj...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba bebiendo mi batido energético cuando sentí un movimiento brusco, cuatro días después de la partida de Matteo mis bebes decidieron que era hora de hacerse notar y yo no podía estar más que feliz; ya habían pasado dos semanas y por los mensajes de mi novio llegaría pronto a casa, no sabía mucho de su caso porque existían detalles que últimamente me hacían sentir asqueada.

-Bianca- dijo Carlo abriendo mi puerta- tu siguiente cita a ya llego, y Doménico ya trae tu comida- asentí más tranquila- hare pasar al señor Miguel Ángel- suspiré agotada limpiando mis labios de los residuos de mi batido, un caballero ingreso a mi oficina y tuve que sostenerme porque tenía un aterrador parecido con mi novio solo que la edad se veía más marcada en él.

-Señorita Ricci un gusto- dijo el caballero extendiendo su mano en mi dirección -me alegra que pudiera darme una cita en su apretada agenda- lo salude con cordialidad y aparte los pensamientos estúpidos- ¿ya sabe qué será? - dijo señalando mi vientre lo mire extrañada por su pregunta – lo siento si me vi muy inoportuno- dijo nervioso.

-No se moleste podría preguntarle si ¿lo conozco de algo? se me hace extrañamente familiar- dije sentándome en mi escritorio - déjelo últimamente el embarazo afecto mi memoria- comunique divertida- dígame ¿Cómo puedo ayudarlo?, ¿Qué servicios desea? - le pregunte abriendo la agenda que Matteo me regalado para mis proyectos.

-Me gustaría remodelar mi oficina tengo un buffet de abogados que está creciendo y me gustaría una visión profesional de la reconstrucción de mi edificio- asentí tomando nota- ¿ese collar que tiene en el cuello alguien se lo dio? - me pregunto, tome la cadena apretándola en mis manos, era una cadena que Matteo m regalado cuando era una niña en mi cumpleaños.

-Me la dio mi novio- dije algo incomoda por sus preguntas, evite mencionar los detalles específicos de mi relación- dígame ¿Qué le gustaría? - antes de poder continuar con mi pregunta la puerta de mi oficina se abrió de par en par causando un estruendo, me sobresalte al ver a mi novio hecho una completa furia- Matteo, amor ¿Qué haces acá? - dije confundida- no sabía que llegarías tan pronto.

-Cállate- gruño en mi dirección provocando que abriera mis ojos sorprendida- ¿Qué demonios haces acá? - dijo en dirección al hombre- ¿Cómo te atreves a acercarte a mi madre y a mi novia? - grito enfurecido casi golpeándolo, estaba tan sorprendida que me aleje pegándome a la pared, la violencia me daba miedo y el tono en el que me había hablado Matteo me había llevado inmediatamente al pasado.

-No te desquites con ella no sabía quién era- dijo el hombre mirándome- engañe a su asistente con un nombre falso y pedí un cita para una reforma, quería verla y acercarme a ella, solo tuve esta oportunidad cuando uno de sus escoltas fue por su comida- anuncio, yo estaba tan confundida y asustada que no pude evitar llorar – quería verte a ti, a tu madre y creí que acercándome a tu novia podía hacerlo- comunico.

-Vete de acá ahora- le gruño- no quiero verte cerca de ninguna de ellas o pondré una orden de restricción en tu contra y si me entero que haces algo en contra de mi familia te juro que te voy a refundir en el último circulo de la cárcel ¿me entendiste David? - advirtió mi novio tomándolo de las solapas para sacarlo de la oficina, definitivamente me sentía perturbada y muy asustada- ¿es verdad lo que dijo? - me pregunto, no sabía a qué se refería- joder, contéstame Bianca. ¿es verdad que no sabias quién era? - me grito, me refugie en la pared.

Destinos Inciertos (#3 trilogía distintos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora