Atenea
Me obligo a comenzar a bailar y aprovechar de salir de mi trance, la verdad no sé qué me ha pasado, pero por un minuto desconecto de esta mierda de situación que estoy teniendo en mi vida, realmente es terapéutico danzar, y no me interesa si no admiran mis movimientos y solo se fijan en mi cuerpo de manera sexual.
Repito, debo pasar desapercibida y bailar como cualquier otra.
Comienzo a mover mis caderas al ritmo de la música mientras el tubo y yo somos uno solo, mis pies se alzan a medida que escalo mi herramienta de trabajo, me pego tanto a el que se pierde entre mis nalgas, yo no puedo describir cuan bien me siento haciendo esto, y es hacer lo que siempre me apasiono.
Es sexo conmigo, tiempo conmigo, arte conmigo.
Juego con mi pelo mientras doy vueltas en mi eje, sin perder el equilibrio, y es en ese momento que decido abrir mis ojos y están ellos.
No sabría describir sus rostros en este momento, es deseo, lujuria, impaciencia, desconcierto, todo eso en miradas tan sexuales que me hacen realizar movimientos de los que yo misma me sorprendo.
No aparto mis ojos de los suyos, y estoy segura que ellos sienten la misma curiosidad de que está pasando con nosotros en estos momentos, jamás me sentí tan bien y segura de lo que hacía.
Son tan diferentes, pero a la vez despiertan lo mismo en mí, algo que hace tiempo no sentí, ese cosquilleo entre mis piernas comienza a recorrer cada parte de mi cuerpo y es como si sintiera que se apoderan de mi con solo sus miradas.
Porque eso hacen, me reclaman como suya y ellos míos, en este momento desapareció todo lo demás, solo somos nosotros cuatro.
Desciendo del escenario para ir donde están ellos, y es cuando comienza el verdadero show.
Como si de una serpiente se tratara, mis movimientos son tan perfectos y profundos que logro hipnotizar a los tres personajes delante de mí, la tela que tengo como vestimenta se complementa con mis curvas y mi piel
Y es en este preciso momento que uno me atrae a él con dominancia. Me muevo encima de su cuerpo como si del tubo se tratara, no me controlo en cuanto a respetar espacio personal, y logro sentir su erección en mis muslos, así como también su aliento en mi cuello y me deleita el oído con un perfecto acento ruso diciendo "eres mía"
Me separo de el para dirigirme al asiento que se encuentra al lado, y encontrándome con otro hombre conecto con él de inmediato, pero sin tenerlo previsto se apodera de mi cintura y nos encontramos frente a frente en un duelo de miradas, sin quedarme quieta comienzo con movimiento pélvicos que hacen crecer el bulto que se ubica justo en mi vagina, me aprieta las piernas y lo siento tensarse bajo mío, sus labios van al costado de mi rostro para murmurar "siénteme, muñeca" mientras tenemos sexo con ropa, suelta un gruñido y yo un gemido al mismo tiempo, y desciende a mi pechos, pero no logra su cometido.
Me aparto para terminar la canción con el ultimo varón que está esperando por mis servicios, pero me sobresalto al verlo pararse delante de mí y con dominancia apoderarse de mis labios y alzar mi pierna a la altura de su cadera, tomando mi cabello para así atraerme más a él, si es que eso es posible.
Yo sabía lo que era besar a alguien, pero en este preciso momento estoy tocando el cielo, su lengua se abre paso en mí y como si estuviéramos esperando esto por siglos nos devoramos sin importarnos el resto.
Termina la canción en el mismo momento que se separa de mí y mientras nos miramos como si intentáramos descifrar algo en nuestras miradas, decide hablar, y con lo que dice me deja helada
-No me equivoque contigo, mi reina.
Los aplausos estallan en el salón, por un momento creí que estaba en el mismo cielo, pero no, estoy acá, raptada y sé que esto solo será algo de minutos, sé que volveré al sótano y quizás me resigne a seguir con esta miserable vida sin no me sale bien lo planeado, matarme estaría como segunda opción, yo sé que tengo los ovarios para eso.
Pero sentir lo que hace poco experimente fue algo único, que jamás me imagine poder llegar a complementarme con tres hombres y estos muy parecidos y a la vez tan distintos.
Con lástima porque pronto me alquilaran los grandes peces de este lugar, me dirijo a la zona que se encuentra detrás el escenario, para esperar las indicaciones.
Las mujeres me miran con rabia, y envidia, pero solo dos se acercan a felicitarme por el espectáculo que di, me comentan que soy afortunada pero no entiendo por qué lo seria, de seguro a esos tres hombres sus jefes los mandaran a trabajar como burros y nos los volveré a sentir, quizás nunca experimente lo que pasé allá afuera.
Mentiría si digo que no me hicieron desconectar con todo y solo sentirme bien a su alrededor, ¿está mal que me pase eso?
Volviéndome a la vida real, me toman del brazo los gigantes de dos metros para hacerme pasar al escenario. No quiero imaginar con que viejo me tocara pasar horas y cuantas cosas me haga hacer.
Aparece una mujer muy bien vestida con un micrófono.
-Señores, el diamante en bruto que pudo obtener el jefe hace pocas horas no sabe cómo funcionan las cosas por aquí, pero sí que se ha lucido con el espectáculo que hace poco brindó, sin embargo, no tiene conocimiento de lo que es sentirse en las nubes con uno de ustedes...- comienzan a reír y a tirar besos de forma asquerosa, pero los tres del frente se quedan fijos mirando, total, ellos no pueden hacer nada.
- ¿Comenzamos? – pregunta en un tono burlesco, para luego mirar detrás de mí.
Al darme vuelta, veo un enorme aparato que debe ser para ver cuánto dinero llevo juntando.
Comienzan las ofertas como si de una piedra preciosa se tratara, son precios que jamás podría darme el lujo de tener en mi poder.
Pero cuando creo que me venderán a un cerdo que esta al fondo con dos mujeres en sus piernas, alza la voz el hombre que me hizo soltar un gemido cuando me encontraba bailando arriba de él.
-₺900.000.000. liras – yo no entiendo que mierda está pasando, pero creo que los hombres a su alrededor menos, pues todos sueltan un jadeo sorprendidos, no sé cuánta plata es esa, pero creo que es bastante, creo...
-El lado sur de mi territorio- salta el que me dijo que era suya, y ahora todos parecen volverse locos, lo que realmente me desconcierta porque pensaba que solo me tendrían unas horas, no arriesgarían tanto solo por eso, es obvio que me tendré que ir con ellos.
-Señores, señores, señores...- habla el tercero y último de la mesa que me beso –No creo que se hayan dado cuenta de mi verdadera intención con esta reunión...- y aquí es cuando me empiezo a asustar y entrar en duda, ¿Quiénes son esos tres? – Pero ya que logro divisar su falta de inteligencia, les ayudare un poco...-
Cuando siento que dirá algo que por fin me ayude a entender qué coño está pasando, espeta...
-Ella es Atenea Baruk Aldunate, mi esposa. Un gusto, preciosa...- besa mis nudillos de forma galán – Kadir Baruk, tu marido, y el jefe de la mafia turca. –
Quizás yo exagere, pero llevando la cuenta, debe ser el desmayo número cuatro si no me equivoco, en fin. Ahí te voy san Pablo.
Fuerte... ¿Qué harían ustedes? Yo, pues la verdad me quedo esperando que pasara, y si, "la curiosidad mató al gato", pero murió sabiendo.
Espero les este gustando la historia, y no duden en comentarme dándome a saber sus opiniones!
Les adoro.
Alicia <3
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DIOSA
RomanceLo que lograba hacer aquella mujer de ojos cuál esmeraldas y pelo como la noche sin estrellas era lo suficientemente fuerte para que las mafias más grandes de todo el mundo posaran sus miradas en ella. El estocolmo era una palabra ajena para esa ch...