Muerte

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Atenea

Siempre he tenido que huir de mi vida, de mis nuevos comienzos.

Estando en Chile, tuve que irme de la ciudad de donde vivía con mi madre y mi padre porque hace poco a ella la habían matado, y la misma se había encargado de recorrer la mayoría de la ciudad conmigo, además que estudie y mi crie ahí. No soportaba el dolor de recordarla a todo momento en cualquier lugar en el que estuviera, ella era más que mi madre, era mi amiga, mi hermana, mi confidente, mi refugio.

Luego partí de mi país a Canadá, estaba todo bien, deecho sentía muchas ganas de comenzar la universidad. Hasta que un día conocí a un galán de metro setenta y cinco, que al pasar el tiempo los besos y caricias se convirtieron en violencia psicológica y hasta física. Salí un día en la mañana de la casa de él para jamás volver.

Llegando a Londres mis dos mejores amigas quisieron venir conmigo por temas de seguridad, a base de que mi ex está mal de la cabeza y era capaz hasta de rastrearme.

Pero poco duro mi estadía ya que el turco me ficho en el aeropuerto, y ahora estoy comenzando mi nueva vida, como esposa de mafioso.

Siempre me quise casar, por amor, claramente. Pero en estos momentos no puedo ponerme a elegir qué hacer con mi vida, no puedo salir de aquí, eso es obvio. Así que decidí acepar este raro trato más que nada por un tema de comodidad, dudo que llegue a amar la mafia y sus componentes, esta gente es mala, y lo sé.

Pero siento que algo malo pasara, esa corazonada que me dice que debo estar alerta para cualquier cosa, lo llevo sintiendo desde hace tres o cuatro días.

Lo pienso durante mi trayecto a la casa del italiano, me sentí cansada así que paramos las compras y nos vinimos hacia acá.

En eso, suena el teléfono que me regalo Baruk para mantenernos en contacto con él y con mis cercanos. Claramente esta monitoreado a todas horas por alguien de su confianza.

El número de Katy alumbra la pantalla, le acepto la llamada y procedo a ponerlo en mi oído para mayor privacidad.

- ¿Katherine? -

-Daniela...- me dice llorando, y es en ese momento que me para el mundo.

- ¿Q- ¿Qué pas-so con Dani, K-Katy? -

-Atenea...-

- ¿Qué p-paso con ella? -

- Ate...Atenea...- silencio - Dani está muerta. -

Si pudiera describir el dolor que causaron esas tres palabras, diría que me sacaron el corazón, que caí de la montaña más alta del mundo, o que simplemente, estoy muerta en vida.

Y todo es negro en estos momentos, todo se va, y así consigo el dolor.




Francesco Morello (italiano)

La veo desplomarse a mi lado, el teléfono cae y logro tomarla en mis brazos para que no se dé un golpe fuerte.

Tomo el celular y lo pongo en alta voz.

- ¿Quién eres y por qué mi mujer se acaba de desmayar? - no mido mis palabras.

Pero la otra persona solo llora, y cuando logra gesticular algo, con apenas balbuceos logro entender la situación.

Corto la llamada para centrarme en la persona que se ha robado mis sueños y mis gemidos.

-Amore mio, despierta...- golpeo muy despacio su rostro para que abra sus ojos. - Atenea, vamos, arriba... - nada. No es capaz de levantarse.

- Accelerare questa dannata macchina - ordeno al conductor

DIOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora