Maldición

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En la antigua Grecia, donde se encontraban Dioses y Diosas liderando en la tierra, había reglas, las cuales eran inquebrantables, una de ellas era que jamás en la vida, los mortales se debían relacionar con las deidades, ni un simple toque, ni una vaga mirada, ningún contacto con personas de carne, hueso y sangre roja.

Eran simples de cumplir, pues ninguno de los bandos quería tener una relación entre ellos, los Dioses no lo deseaban simplemente por el aire de superioridad que tenían, decían que eran tan supremos que a los ojos de un simple mortal solo lograrían explotarles su cabeza ante tanta perfección, mientras que los mortales, se producirán al margen para no tener una mala vida, poder gozar de buenas cosechas y una salud estable.

Zeus era un padre el cual el amor que sintió por su hija lo hizo llevar a tener actitudes sobreprotectoras y perjudiciales para aquella jovencita, y por sentir que ésta lo desobedecía y pasó sobre su poder, tuvieron una gran discusión, y esta no termino para nada bien.

Llorando desconsoladamente, por accidente, lanzo un rayo, el cual dio a parar en un joven desprevenido que iba a resguardarse en las paredes de su humilde hogar. Al verlo en el piso, fue al rescate pues se sintió horriblemente culpable de la muerte de ese extrañamente hermoso mortal.

Y en un leve contacto que tuvo la diosa de la sabiduría con un apuesto pueblerino de la aldea que cuidaba su padre, se llevó a cabo una relación a escondida por dos jóvenes completamente enamorados ya la vez malditamente diferentes.

Zeus al tener una relación poco llevadera con su heredera, el castigo, por millones de años, y la dejo encerrada en el cuarto que le pertenecía a la preciosa joven de dorados cabellos. Lo que no sabía él, era que de que, en esa habitación, se encontró el mortal para perdurar todo el tiempo que sea necesario con su primer y único amor, y dejándose llevar por noches de pasión, nació de ellos una hermosa maldición.

Bien sabían que lo que hacían era pecado, iba contra las leyes y no deberían ser incumplidas por ninguno de los dos, y bien escucharon cuando el padre de la joven diosa gritó "Porque ha desafiado mi palabra, condenadas están, tus hijas, y las hijas de tus hijas, por los siglos de los siglos, pagaran. Asi ellas deseen, no podrán amar, y cuando lo sientan, mataran. En su cerebro hay un daño el cual no repararán, y por la eternidad, jamás libres serán".

Calíope fue la primogénita y única hija entre los dos seres que desafiaban las leyes de la humanidad y lo decretado por el Olimpo, pues luego, para salvar a su hija, Atenea se tuvo que casar con otro hombre que si era aprobado por su padre y aceptado por los demás dioses que reinaban en aquel momento.

Sin embargo, el amor que ella sintió por ese dulce mortal jamás cesaría, y como la maldición que cayó sobre ella le dio indicios de que podría convertirse en una asesina si es que se encontró totalmente enamorada, se separó alejarse por completo, dejando en agonía al ahora padre de su hija.

No obstante, las cosas no cambiaron, pues, aunque ella se alejara de su amor juvenil, las hijas de las hijas estarían eternamente perjudicadas con palabras malditas de aquel Dios, y evolucionaron su encéfalo, todas sufrieron grandes dificultades cuando su mente se ponía a trabajar de forma maligna.

Odell fue el encargado de cuidar y obedecer fielmente las órdenes que ejercía la diosa en él, y cumplir la labor de ángel de la guarda las ayudaba con su difícil estado.

La preciosa Calíope se caracterizó por sus divinos genes que dejaban sin aliento a cualquiera, con radiantes esmeraldas dignas de alabanza y cuerpo de ninfa, a los ojos de los demás era una bella joven, a los ojos de su amado esposo, la culpable de su muerte. Sin piedad una noche, la primogénita de la diosa Atenea, alzo una cuchilla, y el filo de la misma atravesó el corazón de su marido y padre de su hija.

Helena, era una tímida y agradable señorita, que se enamoró perdidamente de un atractivo joven chileno, su amor fusionado se detectó en nueve meses de embarazo, para luego ser una pelinegra de ojos verdes y un carácter sin igual.

Se dice, que Atenea, la única hija de Helena y German, es la más hermosa de las tres descendientes, pero también, la que más sufrió los efectos de la maldición.

¿Qué harías si un día despiertas y sabes que todo lo que ha vivido jamás sucedió?



Capítulo dedicado a mi escritora favorita y la mejor colega que puedo tener. ❤️
AnnStein5

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