Capítulo 25: Lo siento niña.

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Llego agosto, talvez es el más nostálgicos de este año: Para empezar, es el cumpleaños de mi hermano y voy a estar lejos de él, es el último mes que estaré con Yen en Irlanda; cuando me vaya de viaje y regrese, ella ya no estará aquí en el país. A esto debo sumarle que las cosas con Adrien no están muy bien, no sé qué bicho le pico, pero está muy extraño, no se ha quedado a dormir conmigo desde hace varias semanas, siempre esta callado y no quiere ni escucharme hablar de mi Eurotrip. Pensé que eso lo podía estar molestando y lo invité a viajar conmigo, pero se negó, dijo que tenía mucho trabajo. Después le pregunte si era por la propuesta de Jean, para ir a Nueva York y me confeso, que era una buena idea ir, incluso me ofreció pagarme el pasaje por si me quería ir antes. Tuvimos una discusión por eso y no lo he visto hace dos días, no supe cómo reaccionar ante su ofrecimiento, parecía querer tenerme lejos.

Ahora voy camino al estudio de Jean, me invita a sus sesiones para aprender a cambio de que lo ayude con las luces y algunas cosas técnicas, me gusta pasar tiempo con él, me ha enseñado mucho sobre fotografía y edición, en lo que soy malísima, pero he mejorado bastante.

Hoy tiene una sección de fotos para una tienda de ropa, llegue, está lleno de modelos son todas delgadas y tienen el doble de mi estatura. Saludo a un par de ellas, que conocí en sesiones anteriores.

—hola ¿cómo va todo? — pregunta a Jean.

—hola linda, estamos bien— tomo su cámara— sabes que amo las sesiones nocturnas de fotos.

Me quede mirando la pantalla junto a una mujer que no había visto nunca, es muy alta y tiene el cabello muy rubio, su piel se ve bronceada y su maquillaje algo exagerado para mi gusto.

Jean está fotografiando a la modelo, que viste con prendas muy bonitas y coloridas, las cuales serían perfectas si encontrara mi talla cuando voy de compras, cosa que obviamente no sucede.

— ¿Te gustan las prendas? — me pregunta la chica junto a mí.

— Si, sobretodo la paleta de colores— respondí, sin dejar de observar la pantalla.

— Al parecer la cámara, las ama— susurra, se detiene a oír las instrucciones que jean le da a la modelo.

— Es una lástima, que solo se confeccionen tallas tan pequeñas, como si las personas con sobrepeso no tuviéramos derecho a vestir a la moda— comente con mucha seriedad.

Jean se acercó a nosotras a mirar la pantalla, le comenté cuales eran mis favoritas, mientras él todavía no se convencía de tener la foto perfecta. Se giró a la mujer que estaba en completo silencio, al parecer está perdida en sus pensamientos.

— Rachel, ¿no vas a decir nada? —pregunta jean viendo con diversión a la chica junto a nosotros— eso es algo nuevo en ti— ahora se giró hacia a mí— perdón, olvide presentarlas, ella es la dueña de la marca.

¡Ya la cague! yo y mi boca que no puede estar sin hablar.

— Jean cariño, ¿de dónde sacaste a esta niña?

Le di una sonrisa nerviosa a Jean, que nos mira con cara de no entender nada.

—no quise hablar mal de tu marca, perdón— me excusé, antes de que la chica explotara.

— Cariño, no tienes que disculparte, tu comentario fue muy acertado, me estoy limitando a los estándares básicos del país, cuando afuera ahí todo un mundo.

Ahora la confundida soy yo, aunque me siento aliviada. No me arrepentía de mis palabras, pero este es el trabajo de Jean y no puedo arruinarlo.

El fotógrafo, nos hizo un gesto para que siguiéramos trabajando, todavía faltaban algunas modelos y ya era tarde. Continuamos hasta altas horas de la noche, era el único horario que tenían en común, así que había que dejar todo listo.

The last condition (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora