Es 29 de abril y me encuentro arreglándome para el cumpleaños de Charlotte, la verdad es que estoy nerviosa van a estar algunos amigos de Charlotte, socios de su padre y la directora. Adrien vendrá por mí para asegurarse de que si vaya a la fiesta.
—¡Amor mío llegó Adrien! — gritó la mexicana.
Exhale, la verdad es que no quiero ir, no me siento incómoda rodeada de tanta gente rica, después de escuchar todas las historias que me ha contado el colorín y ricitos de oro.
—Ya estás lista— expreso Lili muy orgullosa de su trabajo arreglando este rostro cansado.
Salimos de la habitación, Adrien estaba riendo con la mexicana. Se ve tan elegante con su traje y muy guapo. Me observó con una sonrisa inspeccionando todo mi pequeño ser, mis nervios aumentaron, es como si me estuviera desnudando con la mirada.
—te ves hermosa— sonrió, saludo a Lili elevando su mano mientras ella estaba mirándonos desde el marco de la puerta, ella cada día le tenía menos bronca, pero guardaba su distancia con él.
—Solo lo hago por Charlotte— le devolví la sonrisa, mientras guardaba mi cámara en el bolso, para salir. Mi amiga argentina, llego corriendo hasta mi antes de poder cruzar el umbral.
— ¡te falta el abrigo y el regalo! — me acercó el regalo que envolví con tanto amor y mi abrigo negro
—Vamos— dijo el colorín muy bien peinado.
Tomo mi mano aprovechando que no sé caminar bien con estos zapatos. Me colgué el bolso de mi cámara y sujeté el regalo. Salimos del departamento en dirección a su auto.
—no tienes que estar nerviosa.
— no estoy nerviosa, solo no entiendo porque hay que ir tan elegantes, deberíamos haber ido a un gran parque con juegos o algún lugar con piscina temperada y con toboganes.
Adrien se largó a reír como si estuviera contando un chiste —así debería ser en teoría, pero para estas personas cada evento es motivo para hacer negocios.
—qué triste, espero que cuando tengas hijos no hagas eso con ellos.
Se quedó pensativo— no creo que tenga hijos, y tú ¿piensas tener hijos? —pregunto serio.
Siempre me lo he cuestionado, pero desde que cuido a Charlotte, no lo descarto.
—sí, tengo la esperanza de encontrar un donante que no quiera saber nada de mí, estoy convencida que no se necesita un padre para poder criar un hijo.
Él no me dijo nada, lo sentí un poco lejano. Pero no quise seguir hablando, prendí la radio, para calmar el ambiente.
Después de unos minutos, por fin llegamos. Bajamos y entramos a un salón enorme, había muchas personas en su mayoría adultos.
—¡Lois, Adri llegaron! Gracias por traerla, sé que es capaz de inventar cualquier excusa para no venir— agradeció la pequeña mientras me abrazaba.
—me ofende tu acusación, pero te perdono solo porque te ves hermosa — tenía un vestido dorado con un listón blanco. —déjame tomarte una foto.
—Gracias, tú también te vez bien, hasta pareces un adulto — bromeo.
Adrien y yo, no pudimos evitar reír ante su comentario. Le entregué su regalo envuelto, el cual abre con mucho cuidado, vi como sus ojos se llenaron de lágrimas, era un collage con fotos nuestras en un marco dorado.
—Es perfecto muchas gracias, ¡voy a decirle al chofer que lo guarde en el auto, no quiero que le pase nada— dice aferrada a mi cintura.
Adrien, tomo su pequeña y delgada mano y la llevo afuera a dejar el regalo, dejándome sola. Eso hasta que vi llegar al padre de la pequeña junto a su esposa.
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The last condition (En Corrección)
Chick-LitUna latina en Europa, que esta dispuesta a vivir todas las aventuras que el viejo continente tenga para ofrecerle y para este viaje empaco lo mas importante para ella, sus "condiciones", estas le permiten proteger su corazón y no dejará que nadie la...