Capítulo 29: Un consejo

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Es mediados de septiembre y no he tenido el valor para a hablar con Adrien, lo he visto en la escuela y cuando voy a cuidar a Charlotte. Pero solo nos saludamos, por educación eso es todo. No me ha vuelto a buscar desde la noche del hotel y se lo agradezco en este momento hay muchas cosas pasando por mi cabeza.

Deje mi trabajo donde Salín, no fue fácil, pero el necesita contratar a alguien que le ayude, su hijo nacerá en tres meses más, pero Hazal ha llevado un embarazo algo complicado.

—¿Ya tienes todo listo para mañana? — Preguntó Anahí, mientras ve su celular

—Sí, voy a llegar a Londres en la noche y me va a ir a buscar Jean.

—¿Jean? — pregunta, con una risa coqueta.

—No inventes cuentos en tu cabeza, me pidió que lo acompañe a la exposición que va llevar a Nueva York, pero qué la va probar en Londres primero.

—entiendo y ¿ahora dónde vas?

Estoy buscando mi paraguas para salir, no está lloviendo, pero en esta ciudad siempre hay que estar preparado.

—Voy a ver a Charlotte, dijo que me tenía una sorpresa.

salí del departamento camino a casa de la niña que cuidó, tuve que primero a mi ex trabajo a devolver mi delantal de trabajo, así que me atrase un poco. Luego de eso me voy corriendo a la casa de Charlotte, quien está de pie en el estacionamiento de la casa con sus brazos cruzados.

—¿no puede ser que seas tan impuntual? —dice la pequeña al verme llegar.

—perdón— respondí riendo —tenía que pasar a mi ex-trabajo a dejar mi uniforme.

—Ya veo.

Tomó mi mano y me llevó al auto de Adrien. Trate de resistirme, pero esa niña tiene mucha fuerza, comenzó a tirar de mi mano.

—No creo que esto sea buena idea Charlotte.

Me subí al auto con ella, quien cerró la puerta con mucha agilidad. No voy a negar que también quería ver al colorín, mañana me voy a Londres y volveré a fines de octubre

—¡vamos arranca! — dijo con autoridad la pequeña.

—Hola —saluda Adrien mirando por el espejo retrovisor.

Se ve tan guapo, como siempre. Me di una patada mental por pensar eso, solo respondí a su saludo con una sonrisa.

—Ahora me vas explicar, ¿qué es todo esto? ─ me gire a ver a Charlotte.

—íbamos a hacerte una despedida, con mi padre, pero él no quería problemas con su esposa. Así que los planes cambiaron un poco.

—Bien, ¿a dónde vamos? — Pregunté con resignación.

—Al mejor restaurante del país —respondió el colorín.

No hice ningún comentario, me puse muy nerviosa. Talvez cuando terminemos la cena tenga una oportunidad para hablar con Adrien, pero no se me ocurre que decirle. He retrasado esta conversación por mucho tiempo, quizás debería dejar las cosas como están, se nota que los dos podemos seguir con nuestras vidas.

Charlotte me saco de mis pensamientos, señalándome el lugar donde cenaríamos, se le ve bastante emocionada. Nos bajamos del auto y caminamos hasta la entrada, la pequeña tomo mi mano, dando sugerencias de los platos que tenía que probar.

—¿No crees que es muy elegante? — dije mirando el lugar.

—Es lo mínimo que te mereces y estás perfecta con ese vestido rojo.

The last condition (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora