Capítulo 30: Eurotrip.

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Este viaje tiene todo lo que siempre quise, he tenido plena libertad de decidir lo que quiero y lo que no. He conocido personas increíbles, con anécdotas que te enseñan de las distintas realidades que vivimos cada uno. Pero no he sido feliz, todos mis pensamientos, cuando llega el silencio de la noche, viajan a Irlanda, donde vive un colorín que cambio mi vida y que hoy 5 de octubre día de mi cumpleaños, se está casando con otra mujer.

Me encuentro en la ciudad París, en un café hablando con Charlotte por video llamada. Se ve hermosa en un vestido rosa y su corona de flores, no se ve muy feliz, pero lo intenta.

—¡Feliz cumpleaños Lois! espero mi foto, recuerda que debes verte como si te afirmaras de la torre.

—Gracias princesa, te ves muy bella.

—Supongo que ya lo sabes, mi padre me para a buscar en unos minutos para ir a esa horrible boda.

—Se una niña buena, por Adrien.

─ Voy porque él me lo pidió, no puedo dejarlo solo con esas personas que no lo quieren como nosotras.

Nos despedimos antes de que comenzáramos a llorar. Seguí con mi camino, tenía algunos tours gratuitos por la ciudad y no me los quería perder, me ayudaran a mantener mi mente ocupada. Terminé el día con un vino, a los pies de la Torre Eiffel con un grupo de latinos muy agradables que querían seguir de fiesta, pero ya estaba muy cansada así que volví a mi hostal.

Estoy descansando en un sofá que esta al aire libre, respondiendo los saludos de cumpleaños, viendo los videos que me enviaron las chicas y revisando unas fotografías que me envió Charlotte.

Las vi una a una, Adrien se veía tan serio en cada uno de ellas, Camille en cambio salía molesta con su vestido mojado y en otra está llorando viendo el pastel de bodas en el suelo. Las fotos están acompañadas de un mensaje de Charlotte, "Voy a tener que borrarlas me van a castigar por arruinar el pastel"

No voy a negar que me causaron gracia, solo espero que su padre no se moleste con la pequeña.

Sentí, que alguien se sentó a mi lado, pero no le preste atención, seguí respondiendo los mensajes que tenía, ya que había estado todo el día sin internet en mi celular.

—Estar en un país tan hermoso y perder tu tiempo en el celular. Estás muy mal amiga — la voz de un tipo delgado, de ojos cafés y cabello castaño, que habló en inglés con un acento que no puedo descifrar.

Le di una mirada llena de ira —Primero que todo no soy tu amiga, segundo es mi cumpleaños, solo estoy respondiendo a las personas que me quieren y tercero, ¡no es tu maldito problema! — grite furiosa.

Al tipo casi se le salieron los ojos al escucharme hablar —Perdón no sabía que era tu cumpleaños y la verdad creí que no hablabas inglés — respondió algo avergonzado.

—Mira niño bonito, te la voy a perdonar solo porque estoy cansada y mañana salgo temprano a Bélgica. Pero te voy a dar un consejo, cuida tus palabras, es muy inculto que pienses que no hablo inglés por mi apariencia — respondo algo irritada.

Hice el intento de ponerme de pie, pero se interpuso en mi camino. Me saca casi el doble de estatura — Déjame invitarte a comer, cómo disculpa y regalo de cumpleaños— dice haciéndose el gracioso

No sé qué le dan de comer a los niños en este lado del mundo, para que sean tan altos.

Obvio que acepté, era lo mínimo que podía hacer por mí. Fuimos a un lugar de comida callejera. Resulta que el joven no era tan tonto como yo creía, Su nombre es Isak, hablamos durante horas, me habló de su ruta y yo le conté la mía. Es noruego, pero de niño se fue a vivir a Australia. Me hablo de las maravillas de Noruega y que ese era su último país en la lista para recorrer, ya que visitaría a su familia.

The last condition (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora