—Hizo… ¿Pum? —la señora Spink miró con confusión a la señora Forcible.
Coraline asintió, cruzando los dedos para que no hicieran más preguntas. Su capacidad de producir y sostener mentiras era un poco por debajo del promedio.
La señora Forcible buscó una llave plateada entre su pecho y sacó un cajón de debajo de su cama. Lo abrió y aún quedaban dos tazones llenos de confites viejos de Brighton: uno de 1936 y el otro de 1960.
—Bueno, April, el bowl de 1921 no era el mejor después de todo —repuso Miriam—, la verdadera Piedra u Ojo de Visión debe ser esta, 1936.
La señora Spink dio un manotazo al aire y fue por un martillo.
—Caroline, Miriam, háganse a un lado —ordenó la mujer mientras tanteaba con los dedos el suelo del lugar—. No te lo he dicho, querida April, pero a la mitad de mi carrera conseguí uno más preciados que esos ¡Oh, aquí está!
La señora Spink golpeó la madera del suelo hasta quebrarla y de allí sacó un bowl tan seco y viejo que sus dulces se habían fusionado en un bloque cristalizado de colores.
—¿1820? —leyó la señora Forcible con asombro. La señora Spink negó y limpió la mugre del rótulo— ¿1810? April, eso podría ser incluso un tesoro nacional ¿Cómo lo obtuviste?
—Miriam no seas curiosa, hay secretos que deben guardarse bajo la manga —canturreó la señora Spink alzando con alegría el tazón— ¡Este debe servir!
La señora Spink elevó sus brazos mientras se acercaba demostrando una pequeña danza. Se pudo llamar hermosa, elegante y antigua si no hubiese tropezado con un trozo de madera.
—¡April!
—¡Señora Spink!
Coraline apretó los ojos deseando que algo acolchonado recibiera a la anciana y coqueta vecina. El bowl voló por los aires y cayó sobre el televisor gigante y viejo que a simple vista parecía la caja de un mueble. El bowl (una reliquia) partió la pantalla de una antigüedad (otra reliquia).
—¿Abril, estás bien? —preguntó apresurada Miriam.
—No recuerdo haber dejado esta alfombra peluda en el suelo, se supone que la guardo en la habitación de cachivaches porque es difícil de limpiar. ¡Pero gracias a esto estoy de maravilla!
Coraline abrió con lentitud los ojos. Aunque no fue preciso su pedido, algo acolchonado protegió a la señora Spink de un hueso roto (que a su edad podría ser su condena).
—¿He sido yo? —murmuró ella. Miró a todas partes, pero no encontró al gato admirando su hazaña.
Luego tuvieron una última discusión: una para decidir quién haría el Ojo Visión Legendario. April ganó al quitarle las gafas a Miriam y esconder el bowl (mientras tanto Coraline tuvo prohibido hablar para dar ventaja a alguna).
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Coraline 2: El secreto de la Otra Madre | FANFIC COMPLETO |
FanfictionLa historia nace después del final que vemos en la película, donde a mediados de la primavera una extraña neblina inunda a todo el Palacio Rosa. Este fenómeno tomó sentido cuando Wybie, quien no sabía mucho de la bruja ni del otro mundo, relató ver...