Inefable (COMPLETA)

D o s

Él último día de las vacaciones de verano. Ese día en donde nos deprimimos por volver a estar encerrados en las aulas. Por tener que convivir con gente que nos cae o muy bien o muy mal y en mi caso la gente de mi instituto no me caía demasiado bien. Aunque fuera "popular" no solía levantar la mano en clase ni hablar con todo el mundo si no que porque se me daba bien el fútbol era popular y eso no me gustaba mucho. Estaba tumbado en mi cama mirando fijamente el techo mientras escuchaba música. No me podía sacar a Mark de la cabeza. Habían pasado siete días y no le había visto en ellos y mira que he dado paseos por el edificio sin sentido alguno solo para verle.

—Enzo, a comer— dijo mi madre.

—Voy.

Me quité uno de los cascos y con el otro aún puesto me levanté de la cama con un paso melancólico. Mañana volvía a ponerme mi máscara o bueno esta tarde porque mis amigos habían organizado una quedada para despedir el verano, no me apetecía ir a aquella "quedada" pero llevaba echando largas casi todo el verano y ya estaban empezando a sospechar de que estaba pasando de ellos.

Abrí la puerta de mi habitación y me adentré en aquel precioso pasillo decorado con cuadros y un suelo de madera oscura que agradecia porque siempre andaba descalzo por la casa. Tenía la mirada clavada en la pantalla del móvil donde tenía abierta instagram, con el nombre escrito en el buscador de "Mark" aunque me había dicho que no tenía pero tenía la esperanza de que fuera mentira.

—¡Enzo!

—Ya estoy, ya estoy— dije acelerando el paso y entrando en la cocina.

Ví un trozo de carne bien hecha junto a una pila de arroz que soltaba humo.Eso era una de mis comidas favoritas. Miré el plato con hambre y me senté encima de mi madre.

—Esta tarde he quedado con Carlos y unos chicos del equipo para darle la despedida al verano y tal...— dije partiendo la carne.

—Ah, menos mal. Pensaba que te ibas a quedar todo el verano encerrado en tu habitación viendo Modern Family— dijo mi madre con una sonrisa radiante.

—Ja, ja. Que gracias— dije con un tono irónico.

—No te enfades cariño.

—No me enfado— le conteste con una  sonrisa oculta con mi comida.

—¿En esa fiesta hay alcohol o drogas?

Yo mire a mi madre con las dos cejas arqueadas y una mirada que utilizaba como si fuera una respuesta. Los dos sabíamos que iba a haber drogas y alcohol. Bueno drogas no pero alcohol seguro.

—No te voy a mentir, seguro que alcohol habrá pero no te preocupes que no bebo— dije.

—Pues no se si prefiero que te quedes en casa.

—No te preocupes mamá, soy un buen chico— dije poniendo ojos de cachorrito.

Seguimos comiendo con normalidad. La comida estaba bastante buena, bueno estaba riquísima porque mi madre cocinaba muy bien. Sobre todo le quedaba muy bien la carne porque le ponía unas especias que me encantaban. Ella era una de las personas mas importantes de mi vida.