Inefable (COMPLETA)

D i e c i s e i s

Enzo

Sonó el despertador a la hora de siempre pero no lo había quitado como solía hacer los fines de semana porque hoy tenía el primer partido de la temporada. El partido donde me estrenaría de capitán del equipo y aunque fuera una completa tontería me hacía mucha pero que mucha ilusión jugar el primer partido de la temporada y que Mark estuviera ahí viéndome jugar. Era algo que solo con pensarlo me hacía sonreír. Me incorporé de la cama y cogí el móvil de mi mesita de noche para apagar la alarma que no paraba de sonar una y otra vez.

—Callate ya coño— dijo pulsando el botón de detener.

Me levanté y como todas las mañanas antes de un partido fuí a el año para ducharme y estar bien fresco porque supuestamente hoy iba a hacer calor, pero no se porque no había mirado la aplicación del tiempo desde hace ya como una semana y hace una semana ponía que iba a hacer calor. Da igual si hace frio me tendré que joder. Me desvestí y puse la playlist que tenía con el nombre de "Duchasssss". La primera canción se reprodujo haciendo que empezara a cantar los versos de Teenage Dream de Katty Perry. Aunque no fuera muy fan de la cantante su segundo álbum me gustaba mucho para cantarlo en la ducha y tal porque no me iba a poner a escuchar Dealer de Lana del rey por ejemplo.

—You and I, will be young forever...— cantaba mientras las gotas de agua caliente caían sobre mi cuerpo y me hacía sentir arropado.

Yo soy de esas personas que se duchan con agua caliente aunque hagan treinta grados porque soy incapaz de ducharme con agua fría por voluntad propia me resulta horrible. Al pasar cuatro canciones más decidí salir de la ducha, más que nada porque el agua caliente se estaba agotando y no iba a estar con agua fría. Cogí una tocaya del colgador y envolví la parte desde mi cintura hacia mis rodillas con ella. Fuí hacia el lavamanos y me mire al espejo, tenía el pelo mojado y cuando estaba mojado se tornaba muy oscuro pero ¿Qué se le iba a hacer? Porque eso es lo malo de ser castaño, que se te queda el pelo oscuro con el agua.

—Enzo, prepárate que nos tenemos que ir en cinco minutos.

Abrí la puerta del baño y me encontré a mi madre hablando con la puerta cerrada de mi habitación pensando que yo estaba allí. Ella me miró de arriba a abajo y frunció el ceño.

—¡¿Todavía estás así? Vamos a llegar tarde, venga!— dijo cogiéndome del brazo con el que me agarraba la toalla y con su otro brazo abrió la puerta empujando dentro de mi habitación.

—En cinco minutos estoy.

Fuí lo más rápido que pude hacia mi armario, abrí el cajón de los uniformes y cogí rápidamente el uniforme de fútbol. Me puse ropa interior y me vestí completamente en esos cinco minutos que ya había incumplido porque me quedaba peinarme un poco mis pelos revueltos por la ducha y ponerme las medias. Me tire en mi cama y me puse las medias rápidamente.

—¡Enzo, en tres segundos cierro la puerta y no vas al partido!— dijo mi madre. —Tres...dos...unos— añadió.

Yo me puse las chanclas lo más rápido que pude y salí de mi habitación con las botas del entrenamiento en las manos sin haberlas podido meter en algún tipo de bolsa. Empecé a correr por el pasillo dándole al marco de un pequeño cuadro con un velero y vi como mi madre fruncía el ceño al ver como el cuadro casi se caía al suelo.

—Perdón— dije pasando por el umbral de la puerta con rapidez.

—Anda, camina— me contestó cerrando la puerta.

Yo empecé a bajar las escaleras piso tras piso parándose en el tercero... me quedé delante de la puerta pensando en llamar a ella pero no quería, me daba mucha vergüenza y además no le iba a obligar a venir. Si no quiere no es mi problema aunque me encantaría que viniera... Bueno ya, piensa en ganar el partido sea como sea.