O c h o

684 67 10
                                    

Después de aquella tarde seguí siendo su amigo, bueno era su amigo antes de aquel beso pero ahora sabía que yo sentía algo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de aquella tarde seguí siendo su amigo, bueno era su amigo antes de aquel beso pero ahora sabía que yo sentía algo. Lo más mínimo, pero sentía algo que no podía esconder con él. Había pasado un día y solo podía pensar en aquel beso que me dio, en que sus labios habían chicle de fresa y que ahora quería notar ese sabor siempre en mis labios. No nos castigaron por faltar a las últimas horas pero tuve que contestar a un interrogatorio orquestado por Carlos para ver qué pasaba y ¿Porque había desaparecido? Permanecía en mi cama escuchando Blue Banisters de Lana del Rey mientras pensaba en lo que me había dicho. "Eso a sido solo un beso" y después de eso todo siguió como si no hubiera pasado nada. Como si no me hubiera besado y de una forma, a mi parecer muy pero que muy romántica. ¿Porque no dejaba de pensar en eso? Como Mark dijo fue solo un beso. Ya está, no pienses más. Déjalo ya coño. Pero no podía dejarlo pasar, hacia sido mi primer beso y de una forma u otra me lo habían arrebatado sin ningún tipo de sentimiento y aunque yo no lo parezca soy una persona muy romántica y que tiene al amor romántico muy idealizado por muy malo que sea eso.

Whatsaap

Carlos: ¿A qué hora era el entrenamiento?

Yo: A las seis y media creo.

Carlos: No

Carlos: Me suena de que lo habían cambiado este año.

Yo: Es verdad.

Yo: pues no tengo ni idea

Carlos: le preguntaré a alguien del equipo.

Yo: Ok

Carlos: Chao nos vemos allí.

Yo: vale.

Deje caer mi móvil en el pecho y respire profundamente porque acababa de recordar que tenía que ir al entrenamiento de fútbol. Aunque me gusta mucho el fútbol no me apetecía nada ir al entrenamiento, pero nada de nada. Solo quería coger el bol de helado que había en la nevera y comermelo en la oscuridad con lana del rey de fondo. Algo que me gustaba hacer bastante.

—Enzo, hoy tienes que recoger tú la colada— dijo mi madre a través de la puerta cerrada de mi habitación.

—¿Enserio?— le dije.

—Si, y venga que tengo que poner otra lavadora.

—Vale.

Me levanté de mi cama con unas ganas inexistentes de hacer cualquier tipo de actividad y abrí la puerta de mi habitación donde mi madre estaba detrás y me miró de arriba a abajo con una mirada de desconcierto.

—¿Te pasa algo?— dijo agarrando de los brazos.

—No.

—Vale.

—¿Por qué lo dices?— le pregunté.

—Por nada.

Camine por el pasillo hacia la cocina donde estaba el cuarto de la colada atravesando una pequeña puerta. Cogí la cesta y me dirigí a la puerta principal que mi madre me había abierto para que fuera más fácil subir. Subí por las escaleras y llegué a la azotea donde la puerta también estaba abierta y eso era algo muy raro de ahí. Con el pie empuje la puerta que estaba entre abierta y entré en la azotea donde estaba Mark apoyado en el borde de la carota con un cigarrillo entre los dedos y un casete.

Inefable (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora