DOS

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CARLA P.O.V.

Meses después me mudé a casa que padres de Samuel le compraron, al menos no íbamos a vivir con ellos. No soportaría estar cerca de Christian, hace días que no lo vi y ni tengo puta idea que coño está sucediendo con nosotros.

Vivir con Samuel es raro, no lo soporto, es aburrido y no puedo encontrar ni un solo tema similar de la que hablar.

Hay mucha tensión, ya que este puto matrimonio es falso, lo sabemos los dos, al menos yo si estoy consciente de eso.

El sí trata de hablar conmigo, llegar a conocerme mejor, pero no me interesa.

Hoy me levante temprano para disfrutar de esta soledad sola, no quería ver a Samuel, su existencia no me hacía sentir bien, no lo quería cerca de mí.

-Buenos días – decía al entrar en la cocina

No le dije nada, pude notar su expresión seria.

-Mis padres nos invitaron al almuerzo mañana – decía

Lo que me faltaba, no tengo ningún interés en jugar el papel de esposa perfecta.

- ¿Tú sabes por qué estamos haciendo todo esto? – cuestione

- ¿El qué?

-Me case contigo porque mi mamá me lo pidió, es lo que mi papá quería... es un matrimonio de conveniencia.

Cruza los brazos muy molesto, no deja de mirarme.

- ¿Creíste que me enamore de ti de noche a la mañana?

-No, sería ridículo... pero, pensé que por lo menos no eres una tipa tan fría como todos lo dicen.

- ¿Fría?

Lo vi salir de cocina dejándome como una tonta, no iba a dejarlo tratarme así.

Él entra en el salón y sienta sobre el sofá, estaba enojado.

No entiendo por qué actúa así, si sabe muy bien por qué estamos casados.

- ¿Se puede saber qué coño te está pasando?

Estaba en frente de él mirándolo, sin entender por qué estaba tan molesto.

No tenía ningún derecho de reclamarme nada, dios...

SAMUEL P.O.V.

Fui consciente de lo que estaba haciendo, me case con ella porque quería ganar el cariño de mi padre de nuevo. Christian seguía siendo su hijo favorito, termine haciendo papel de tonto como siempre.

Tenía a Carla en frente de mí, no sé si estaba enamorado de ella, pero sentí gran atracción hacia ella.

Fijando mi mirada hacia ella de pies a cabeza, sus piernas largas y sexi, su cuerpo que me provoca... su rostro, sus ojos verdes que me hipnotizan.

¿Y si estaba enamorado de ella?

- ¿Qué se supone que debería hacer? – decía molesta

-Ser una esposa – dije sin pensarlo

Ella me mira incrédula.

Pongo la mano sobre su pierna acariciándola suavemente.

-Llevamos viviendo juntos por un mes y me doy cuenta de que tienes miedo de acercarte a los demás, sobre todo a mí.

Su respiración se hace más rápida, sigue mirándome fijamente a los ojos y de pronto quita mi mano de su pierna.

-Tan poco me conoces, menos mal.

Da vuelta y vuelve a la cocina, camino hacia ella porque no quiero que termina creyendo que va a poder tratarme de esa manera.

- ¿Vas a ir conmigo mañana? – cuestione

Ella da vuelta, rodea con los ojos y no hace nada más.

- ¿Carla?

-Sí, voy a irme contigo y jugar el papel de esposa perfecta.

Joder.

A veces no la soporto, de verdad.

- ¿Contento?

-No, no estoy contento.

Me acerqué a ella aún más molesto, no sé cómo vamos a seguir de esta manera si lo único que sucede son peleas y silencio entre los dos.

-Quítate de mi camino... - decía al empujarme

-No, no voy a hacerlo.

Le tomaba por la cintura y sin planearlo, estábamos demasiado cerca, mi corazón estaba latiendo muy fuerte al sentir como nuestras narices se tocan. Sus ambas manos bajan sobre mi pecho al seguir mirándome fijamente en los ojos.

Wash over - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora