VEINTISIETE

393 28 0
                                    

CARLA P.O.V

Nuestras narices se rozan, él sonríe, creía que lo tenía dispuesto a estar conmigo de nuevo, pero de repente se aparta.

- ¿Pensaste que voy a olvidarme de todo tan fácilmente? – decía molesto

-No quiero que lo olvides, pero quería que con el tiempo aprendas a entender y escucharme, porque esto nunca va a funcionar si tú decidas desconfiar de mí. ¿No entiendes que así solamente es una relación tóxica?

Él empieza reírse.

-Joder, Carla... ahora me vas a echar la culpa a mí, ¿no?

- ¿Qué? ¿Crees que es eso lo que estoy intentando hacer?

-No sé, dímelo tú.

No lo podía creer, desconfiaba de mí por completo, como si acaba de convertirse en otra persona en cuanto descubrió todo sobre Christian.

-No vale la pena seguir intentando, tú nunca vas a perdonármelo.

-Me voy a Londres dentro de tres meses y así pienso cerrar este capítulo de mi vida.

¿Sigue insistiendo en irse?

-Tú no quieres cerrar ningún capítulo, aún me amas y voy a hacer todo lo posible para hacerte entenderlo.

Él vuelve sonreírse como si lo que acaba de decir era una gran estupidez y lo imposible.

- ¿Cómo lo piensas hacer? ¿Con seducción?

- ¿Acaso te importa como lo pienso hacer?

-Te voy a dejarlo claro una vez más que no voy a caer en tus juegos, no sigues intentándolo porque lo único que vas a conseguir es enojarme.

Rodeo la mano sobre su cuello de nuevo, sonriéndole.

-Me da igual, así por lo menos te vas a dar cuenta de que pertenecemos juntos.

Samuel quita mi mano de manera brusca.

-Vete con Christian, eso es lo que quieres y son tal para cual.

Esta vez yo estaba enojada, seguía obsesionado con tema de Christian, no para de mencionarlo y me hace entender que va a seguir mencionándolo.

SAMUEL P.O.V

Joder, cada vez con lo mismo, siempre intenta usar sus putas tácticas de seducción y ni siquiera le importa cómo me estoy sintiendo.

No pude calmarme todo el día, no había tomado mi medicamento.

Creo que eso me hacía sentir peor, mucho peor.

- ¿Sabes dónde está mi medicamento para el corazón? – le pregunte a la sirvienta

Ella negaba con cabeza.

Joder.

- ¿Cómo es posible que no lo sabes? ¿Acaso no deberían tener cuidado con lo que tocan mientras limpian?

Carla entra en la cocina.

- ¿Qué es lo que pasa aquí? ¿Por qué se oyen los gritos? – cuestiona

-No te metas, ¿sí?

-Si me voy a meter, te guste o no.

La sirvienta se daba cuenta de que esto se volvió personal entre Carla y yo.

Es imposible estar cerca de ella sin enojarme, siempre logra hacerme sentir así.

Decidí irme a la cama, quería dormir, necesitaba un poco de sueño.

Pero desperté después de un par de horas sudando, necesitaba tomar ese medicamento.

Camino hacia abajo en silencio para no despertarla, pero casi logré hacerlo sin hacer ningún ruido.

No me sentía bien, de repente veo a Carla entrando.

- ¿Samuel? ¿Estás bien?

-No me siento muy bien.

-Espera, déjame ayudarte.

Carla busca los medicamentos y por fin los encuentra, tomaba de inmediato y ya me sentía un poquito mejor.

-Estás sudando.

-Lo sé...

-Ven...

Pone la mano sobre mi cintura y los dos caminos hacia el salón.

-Acuéstate aquí.

-Estoy mejor.

-Ya, no me importa lo que digas, voy a seguir aquí por si acaso necesitas algo, pero tú no estás bien.

-Solamente necesitaba tomar mi medicamento.

-Duerme, yo estoy aquí – decía al sentar a mi lado

No sé por qué ni como, pero me sentí más seguro y quede dormido sabiendo que nada malo podría pasarme.

Wash over - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora