TREINTA Y CINCO

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CARLA P.O.V

Tenía que demostrarle a Samuel que yo si lo amo, no me importa ningún otro hombre que no sea él. Todos pueden irse a la mierda, voy a luchar por él, hoy y para siempre.

- ¿Cómo me veo? – le pregunte a Lu

-Muy hermosa, como siempre, cari.

-No es lo suficiente, necesito que Samuel me vea y se queda hipnotizado, ¿entiendes?

Quería hacerlo perder la razón de nuevo, así como lo hacía antes.

-Igual deberías pensar en hablar con él y resolver las cosas, déjate de juegos.

-No estoy jugando, mi intención es hablar con él, pero es lógico que también deseo hacer el amor con él esta noche.

De pronto sentí un gran malestar, no comí nada en todo el día, debería tener mucho cuidado con esas cosas.

- ¿Te sientes bien?

-Sí, no comí nada.

-Bueno, a veces yo tampoco como nada, pero no me veo tan pálida como tú.

Bufe frustrada, no podría pensar en comida cuando quería estar con Samuel y resolver los problemas de una buena vez.

- ¿Segura que vas a poder irte a cenar por la noche?

-No me estoy muriendo, me estoy sintiendo mal y ya, se me va a pasar.

-Está bien, tienes razón, lo importante es que este malestar no sigue más de dos días.

No recordaba bien, pero si tenía este puto malestar por más de dos días, desde hace una semana.

Se me va a pasar, estoy segura.

Ahora lo único que importaba era mi cena con Samuel y el hecho de volverlo loco por mí de nuevo, de misma manera que yo me volví loca por él.

Joder.

Deseo mucho besarlo de nuevo, hacer el amor con él y así olvidarnos de todo el puto mundo.

SAMUEL  P.O.V

No me estaba sintiendo bien todo el día, no era por la cena con Carla sino porque aún me había ido al ver a doctora.

Tenía que hacerlo, pero después de todo lo que me estaba pasando simplemente no tuve mucho tiempo de pensar en mi enfermedad y sé que eso suena muy mal.

Vine un poco temprano, pero de pronto notaba a Carla entrando y lucia guapísima.

Me estaba volviendo loco de nuevo, recordaba porque realmente me enamore de ella.

- ¿Viniste temprano? – decía al tomar asiento

El camarero estaba babeando por ella y eso no me gustaba.

-No me gusta tardar.

- ¿Quieres compartir una botella del vino conmigo?

Asentí con cabeza.

- ¿Tu intención es emborracharme o qué? – dije riéndome

-Quizás...

-Estamos aquí para hablar de nosotros, de nuestra relación.

-Mira, Carla... reconozco que he sido muy duro contigo, perdóname y no va a volver a pasar. En estos últimos días me di cuenta de que tú de verdad me amas y que no voy a poder ser feliz con ninguna otra mujer.

Ella no podría creer lo que oía, pero simplemente me di cuenta de que he sido tonto y que eso nos separaba.

-No puedo creer lo que estoy oyendo, pensé que ibas a seguir comportándote de la misma manera.

-Vamos a empezar de nuevo, ¿sí? – dije al tomarla por la mano

-Sí.

Vamos a olvidarnos de todas las cosas malas y seguir como si nada hubiera pasado, eso es lo que yo quería y aunque parece imposible voy a intentarlo.

De nuevo me sentía un poco débil y mal, tenía que llamar a mi doctora.

- ¿Samuel?

- ¿Si?

-No te ves nada bien, ¿es tu corazón?

-Tranquila, preciosa...

Me inclinaba hacia ella, acomodaba su pelo hacia atrás para tener mejor vista de su rostro.

-Esta noche lo único que importa es darnos nueva oportunidad y estar juntos.

Wash over - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora