SEIS

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CARLA P.O.V.

¿Le pedí a Samuel que me besara?

¿Qué me está pasando?

¿Por qué sigo confundida?

-Bésame – susurro de nuevo

Samuel pone la mano detrás de mi nuca atrayéndome hacia él posesivamente.

Con su dedo acaricia mi labio, creí que iba a besarme...

-No – decía al seguir con mirada fijada hacia mi labio

- ¿Qué? – dije incrédula

-No voy a ser otro imbécil que va a caer ante tus encantos.

No entendí nada...

¿Otro imbécil?

¿De qué va ahora?

- ¿Perdón?

- ¿Te crees que eres irresistible? ¿Qué voy a correr detrás de ti como un perrito?

Lo empujé de mi lado.

¿Quién se cree?

-Eres un idiota, Samuel.

-Antes me gustabas, pero no sé por qué...

No me gusta su manera de hablarme, no creo que me merezco esto.

Ningún tipo se resiste a mí, no sé qué anda jugando...

-No sabes mentir, Samuelito.

- ¿Qué?

-Te mueres por besarme... - susurro en su oído al rodear mis manos sobre su cuello

Samuel trata hacer todo lo posible para no mirarme en los ojos, hacía gran esfuerzo para resistirse.

-Quieres besarme de nuevo – añadí

SAMUEL P.O.V.

¿De nuevo?

¿A qué se refiere con eso?

Carla era la maestra de seducción, eso lo sabía desde hace toda la vida, pero no voy a dejarme llevar por eso.

-Estás muy equivocada, Carla.

- ¿Seguro?

Asentí con cabeza, mirándole fríamente.

Cuando yo trato acercarme a ella es fría, cuando ella trata de jugar yo seré frío.

- ¿Segurísimo? – susurra al besar mi oreja

-Para...

-Sabes muy bien que no voy a parar – decía

¿Qué pretende?

- ¿Por qué haces todo esto? – pregunte seriamente

-Porque sé que no te puedes resistir, si tanto me conoces deberías saber que no voy a parar hasta conseguir lo que quiero.

Ella sigue sonriéndose.

A mí esto me gusta para nada, antes me gustaba y era real lo que sentía por ella, pero ahora creo que ella solamente pretende jugar porque está aburrida.

Además, no le gusto, no me quiere...

-Igual puedes conseguir lo que quieres, pero no conmigo.

Di vuelta, pero de pronto ella pone ambas manos sobre mi cuerpo, rodeándolo con manos, acariciándome sobre la camiseta.

- ¿Lo crees? – susurra en mi oído

-Carla...

Su mano sube sobre mi barbilla, acariciándome.

De repente sentí su aliento sobre mi oreja, pensaba que iba a detenerse, pero de pronto empieza besar mi cuello.

¿Debería hacerla parar?

Wash over - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora