Es aquí, estoy al frente de mi destino, lo que anhelo... Es gigante la fachada del edificio y de que hablar de la altura.
No puedo seguir parada como tonta, e ingreso en las instalaciones. De camino hablo con la recepcionista de PB y me indica que debo subir a la oficina del CEO seré atendida solo por 5 minutos; me felicita y señala los ascensores.
Eso me toma por sorpresa, nunca creí que por ser pasante podría estrechar la mano del Presidente, eso me llenó de orgullo y admiración al hombre que me atenderá.
Ya la campanilla me indica que llegue al piso seleccionado y al salir de este me encuentro con una sala recibo un escritorio afuera de unas puertas gigantes de madera lustrada impecablemente, que trabajo artesanal de alta calidad.
¡Que her.mo.so!
Escucho tacones venir de mi lateral derecho y una pila de papeles andantes, que impresión.
- Aaah - exclama la mujer que viene detrás de esa pila de papales al tropezar y caer encima de estos.
- Yo te ayudo - le digo a la chica de lentes y acostada en el suelo, le doy la mano y recojo los papeles para llevarlos al escritorio.
- Muchísimas gracias ¿Dime qué eres mi reemplazo? - Me pregunta esperanzada.
- Lo lamento, soy la pasante - me apena ver su cara humedecer se.
- No puedo más, yo soy la nueva de Recursos Humanos (RRHH) y al Jefe no le dura una secretaria es a mi quien mandan, no tengo ese don de llevar su agenda y traer su café - Llora en mi hombro - ¡SU CAFÉ! - Grita/exclama y sale corriendo.
Ups creo que se romperá un tacón si sigue corriendo así. La veo correr al ascensor y presionar el botón desesperada hasta que las puertas se cierran.
Veo que se cae una hoja otra vez, me inclino para tomarla debajo del escritorio. Cuando escucho las puertas abrirse.
- Que lindo recibimiento Carmen - esa ronca voz me hace alarmar y estampo la parte tracera de mi cabeza en el escritorio por estar agachada. ¡Diosss que dolor!
Cuando logro enderezar me el sujeto que hablo se acerca e inspecciona mi cabeza.
- Lo siento, creí que eras Carmen - exclama - Aún así es lindo su recibimiento - creo que sonríe ladino cuando me halaga que le dé una vista perfecta de mi trasero sin conocerme.
Estoy avergonzada a más no poder, el me guia a las puertas gigantes al abrirlas me sorprendo de la magnífica vista de la ciudad. El se dirige a una nevera ejecutiva junto al bar y extrae cubos de hielo, retira de su saco la pajarera y la desdobla para insertar allí el hielo; se hacerca nuevamente a mi y coloca el pañuelo echo puño en mi cabeza para bajar la hinchazón.
- Mis disculpas - me dice mirándome, sus ojos son de un color muy hermoso un plata con notas entre verde y azul es un espectáculo para admirar.
Mis mejillas toman un fuerte color rojo, no lo puedo disimular está respirando cerca de mi rostro, su cuerpo escultural está a centímetros de mi y siento queme falta oxígeno.
- Yoooo - tragó saliva - Ssoy Mía Santaella, su nueva pasante señor - logro murmurar con la mirada baja.
- Es un placer Mía Santaella - me levanta la mirada con su dedo en mi mentón - Nuevamente disculpas de parte de mi persona, está no es la primera impresión que quería causarle.
Me pierdo en su mirada y trago el nudo que se me forma en la garganta.
- Señor su café está aquí - entra Carmen temblando y agitada con una taza de café, al levantar la vista se detiene en seco - No quise interrumpir - se quiere dar la media vuelta.
- Carmen vuelve a RRHH, Mía va a ocupar por los momentos el puesto de Secretaria - Y es allí cuando siento electricidad por todo mi cuerpo, mi primer día y ya trabajaré codo a codo con el CEO de la empresa ¡DIOS!
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Bajo Sus Encantos ©️ [+21]
RomanceFiesta, alcohol y bailar ... Esas eran las tres combinaciones que más frecuentaba mi vida privada. [+21]