•°•29•°• Sanidad

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A transcurrido un mes desde que Mía se marchó, Aiden le pegó más su partida, pero el no veía la tristeza que destilaban los ojos de nuestra muñeca, mi hermano Alec si los pude apreciar, aunque nunca se lo dije al ser mi hermano gemelo he percibido sus malestares al pasar los años su etapa de rebeldía y alejamiento sentí verdadero dolor en el pecho producto del sufrimiento de Alec. Se que el se involucró con personas del mundo del narcotráfico y el mercado negro.

El sabe también el paradero de Mía, mandó gente de confianza para mantenerla segura entre las sombras, en Canadá ella está más tranquila rodeada de sus padres. Pero ya a transcurrido el tiempo prudencial para ella, la vamos a buscar.

Así aconteció, estamos en el avión privado rumbo a Canadá, alquilamos un todo terreno en el aeropuerto y nos pusimos en marcha hacía la montaña cubierta de nieve. Para no asustarla tocamos la puerta de la gran casa hecha de pinos.

- Papá creí que tardarían más - Mía abre la puerta y calla al vernos en el umbral.

- Lo siento si te decepcionamos - Aiden habla.

Mía abre más la puerta dándonos una invitación silenciosa.

- Se tardaron un poco - Murmura con una sonrisa.

- Intentamos respetar tu espacio - Le contesto, pero ella se acerca al cerrar la puerta para abrazarnos.

- Los extrañe - Empieza a llorar de felicidad - Ya iba a usar el consolador que tome del cuarto Grey de Adien - Reímos de su ocurrencia.

- Nunca lograrás satisfacerte como lo hacemos nosotros - Alex dice engreídamente.

- Nunca - Nos besa nuestra muñeca con ganas.

Nos instalamos en la sala y ella está recostada entre nosotros tres, nos cuenta que sus padres están en el pueblo y está casa es como una escapada, pero su papá se volvió un guía para la caza. Después de un rato Aiden va al baño y trae en sus manos una clase de paleta.

- ¿Qué es eso? - Dirigimos todos la mirada a Aiden.

- Tengo un atraso pero en la prueba de embarazo salió negativo - Nos cuenta Mía melancólica.

Alex la abraza - No será el tiempo pero ¿Quieres formar una familia con nosotros? - Alex es el primero en hablar del tema, y de cierta manera me siento ansioso por la respuesta de Mía.

- Con ustedes lo quiero todo, pero no creo que sea el momento - Esa respuesta nos hace respirar tranquilos.

Llegó la noche y todos rodeamos a Mía mientras que hace chocolate caliente y sandwiches de queso fundido. Devoramos lo preparado por nuestra mujer que estaba delicioso.

- A la cama - Mía camina en frente de nosotros, se va quitando la camisa, los shorts y las medias en el camino, seguimos su ejemplo.

Al llegar a la habitación nuestra mujer se sienta en la cama y abre sus piernas, literal una invitación que no nos podemos negar. Alex se arrodilla para devorar su intimidad.

- Aaah mmm - Le sostiene del cabello y lo presiona contra su intimidad.

Me acerco a su lateral para besar sus labios e introducir mi lengua en su boca, mis dedos lo dirijo a su clítoris en colaboración a Alex que baja a sus labios menores. Aiden besa y chupa sus senos y con su mano libre los amasa.

- Mmmmm quiero más, más - Grita cuando ingreso mis dedos en ella, tres dedos los bombeo rápidamente.

Aiden la pone en cuatro y empieza a penetrarla por su culo, busco su vagina por debajo de ella y la empiezo a mamar, la posición me ayuda para que ella se llene la boca con mi pene, hacemos un 69 con penetración anal, pero Mía agarra el miembro de Alex y lo masturba como puede.

- ¡¡¡Diablos Muñeca sigue así!!! - Alex eyacula en su mano, Aiden lo acompaña y se vacía en su culo.

Yo resisto un poco más, pero Mía me sujeta de mis testículos haciendo que me venga en su boca, lame el resto de mi semen que escapó de su golosa boca.

Nos separamos de ella pero solo es cuestión de minutos para que esté montando a Alex por su vagina, lo besa en el cuello y me envía una invitación con la mirada llena de lujuria <<¿No vienes?>>. Se lame los labios, tomo posición detrás de ella para inclinar la sobre Alex y así ofrecer sus senos en la boca de mi gemelo.

- Muerde las Alex - Le ordena con voz ahogada - Aaah Papi - Aiden le da nalgadas.

La penetro despacio pero antes le muerdo el cuello, la hacemos nuestra toda la noche y parte de la madrugada.

Al despertar nos encontramos rodeándola, me levanto al baño y hago lo propio para empezar el día.

Me dirijo a la cocina para preparar el desayuno unos huevos revueltos con tocino, café y tostadas.

- Buenos días - Mía está frotándose los ojos, se acerca y me besa.

- Buen día preciosa - La beso y me adueñó de su cuello.

- Tengo que alimentar a los caballos - Se separa de mi.

- Te acompaño - La sigo al exterior luego de ponernos unas botas para la nieve.

Llegamos al establo y le ponemos la comida a los caballos recargamos el agua y revisa Mía la calefacción del lugar, está cálido. Veo un soporte para las sillas para montar acorchado, Mía se acerca y la tomo del cabello; me da una mirada confundida.

La guío hacia el soporte para monturas para acostarla sobre su estómago.

- ¿Alec? - Me alejo para buscar una fusta de cuero que está en la pared del establo - ¿Qué haces? - Me posiciono detrás de ella, para pasar la punta por encima de sus shorts de Jeans. Rodeo su cintura y se los retiro junto con su tanga de color negro, para dejar sus nalgas blancas a mi disposición.

- Aaah - Con la punta de la fusta le propino un golpe certero a su nalga derecha.

Se que su lado masoquista sale a la luz, le acaricio con la punta de la fusta por en medio de sus nalgas, llego a su vagina que destila fluidos.

- ¿Te excita no es así? - Mi voz sale distorsionada por el deseo.

- Sisisis lo estoy, por favor - Súplica en un hilo de voz, lo provoco al acariciar sus labios mayores con la punta del instrumento. Mi polla casi revienta dentro del pantalón.

Introduzco parte de la fusta haciéndola gemir y gritar; comienzo a introducir y retroceder lo aún compás lento me deshago del pantalón y en un descuido la penetro por su culo aún con el instrumento en su vagina.

- Eres estrecha - Gruño en su oído.

- Mmmm me encanta - Grita cuando alcanza la liberación, donde yo también la acompaño.

Después arreglamos nuestra ropa y salimos tomados de la mano.

- ¿Dónde estaban? - Alex devora el desayuno en la barra de la cocina.

- En el establo - Mía se sienta para comer.

- ¿Estabas cabalgando hermano? - Mi gemelo me mira pícaro.

- Cállate - Mía se sonroja y continua comiendo.

Bajo Sus Encantos ©️ [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora