<<El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños>>
Paulo CoelhoParpadeo un par de veces y bostezo ajena a lo que pasa a mi alrededor; frotó mis ojos para alejar el cansancio.
Enfoco mi vista alrededor, apoyándome en la gran cama, las paredes de troncos llaman mi atención y luego me dirijo al balcón de la habitación abriendo sus puertas francesas, un paisaje lleno de naturaleza y neblina nos envuelve.
- ¿Qué? - Salgo luego que una ráfaga de viento frío me golpeé. La camisa de algodón de Alex no me cubre lo suficiente, así que mis vellos se erizan mandando electricidad a mis extremidades.
- ¿Te gusta? - La presencia de Alec se situa en mi espalda y toma mi cintura con sus manos. Me transmite su calor corporal.
- Me encanta pero ¿Dónde estamos? - Pregunto sujetando sus manos y haciendo leves caricias en ellas.
- Hablamos con tus padres y ellos nos hablaron de lo mucho que querías volver a Mérida - Susurra en mi oido dándole una leve mordida.
Salto como niña a sus brazos envolviendo su cintura y cuello de forma que quedé colgada de él.
- ¡Gracias! ¡gracias! ¡GRACIAS! - Beso todo su rostro mientras ríe a carcajadas.
- Te amo y quiero complacerte en todo Amor - Beso sus labios con necesidad, acariciando su nuca y suaves cabellos.
Siento un bulto crecer entre sus piernas así que me frotó en el con todo el descaro del mundo.
- Quiero que me complazcas ahora papi - Beso y muerdo su cuello. Sus ojos se tornan oscuros por mi anterior provocación llevándome a la cama.
- Pequeña - Saca la camisa de mi cuerpo y besa mis pechos de forma salvaje.
- Ahhhhh mmmm no sabes cómo me pones - Murmuro borracha de placer cuando mete uno de sus dedos en mi y su boca devora mis pezones.
- Me traes cargado muñeca - Me voltea y pone mi tracero en pompa, sujetando mi cabello así que echo para atrás mi cabeza viendo el techo de la habitación.
Con la punta de su pene juega en mi zona sensible volviendo me loca.
- ¿A caso me castigas? - Pregunto desesperada.
Me nalgea fuerte para posterior acariciar la zona robándome gritos y gemidos.
- No quisieras que yo te castigara - Murmura en mi oido mordiendo lo después de jalar mi cabello, instintivamente mis nalgas se restriegan en su polla.
Siento que medio tiene puesto el pantalón y la ropa interior solo un poco bajada.
La puerta es abierta y me distraigo unos segundos cuando me penetra del todo tomándome por sorpresa.
- ¡AAAHH! - Grito por lo bien que se siente que te bombeen rápidamente creando con nuestros cuerpos una sinfonía erótica.
Aiden entra en la habitación hipnotizado, logrando sentarse en la silla en frente de nosotros y sacar su miembro para masturbarse al ritmo de las embestidas que recibo.
Cierro mis ojos y grito por las sensaciones multiplicadas y el orgasmo me arrolla, olas de placer me dejan laxa sobre el colchón pero no termina allí, Alec sujeta mi cintura tipo llave y sigue penetrandome de forma más lenta.
- No puedo correrme en ti amor - Me dice con sus dientes apretados por contenerse.
- Házlo en su boca hermano - Aiden acelera su mano. Mientras que yo salgo de los brazos de Alec.
- Mi turno - Empujé haciendo que su espalda chocará con el colchón y mi vagina la coloqué en su cara y mi boca en su pene, viendo directamente a Aiden mientras que este se le oscurecida aún más la mirada.
Alec pasó su mano por mi cabeza y me jaló el cabello de una forma rítmica sobre su polla teniendo él, el control de la profundidad bucal en la felación.
El ritmo fue tan demandante que los tres nos corrimos juntos en perfecta sintonía.
Me dejó caer en la cama rendida y con una sonrisa boba después de tremenda cogida.
- Ya llamé para la comida a domicilio - Alex entra por la puerta totalmente ajeno a lo que minutos antes estábamos haciendo - Ya veo que me perdí de toda la acción - Nos ve alternando la vista entre los tres.
- Ven aquí - Me levanté de la suave cama caminando de forma sensual a su dirección. Posando mis manos en su pecho quité botón por botón la odiosa camisa; besé sus labios mientras que el estrujaba mi trasero con fuerza.
- Muñeca - Murmura en mis labios para tomarme de los glúteos y recostarme en el sofá extraño de forma de tacón.
No hay preliminares, se arrodilla en el suelo y posa su habilidosa boca en mis labios vaginales dándome mucho placer. Tomó su cabello que cae sobre su frente y lo presiono aún más contra mi, mis piernas las dejo en sus hombros solo por cinco minutos.
Con la ayuda del raro sofá toma mis piernas juntas y alza un poco para después ir penetrandome despacio tocando puntos y nudos de placer nuevos y aún más excitantes.
- ¡MMMM! - Casi estoy doblada totalmente y agradezco la flexibilidad que me proporciona la Yoga en estos cruciales momentos.
Las embestidas se hacen más aceleradas y lágrimas salen de mis ojos por la cantidad de sensaciones que se desbordan cuando alcanzo el orgasmo.
- ¡Mierda! - Alex se vacía en mi interior.
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Bajo Sus Encantos ©️ [+21]
RomanceFiesta, alcohol y bailar ... Esas eran las tres combinaciones que más frecuentaba mi vida privada. [+21]