Bajo Sus Encantos ©️ [+21]

•°•37•°• Pasado y Pesadillas

Alec

La fria noche nos acompaña mientras que la respiración de Mía es pausada acompañada por sus constantes latidos, mis párpados pesan pero aún no logro caer dormido, pienso en lo ocurrido en el aeropuerto y las señales que pude observar dándome un mal presentimiento. Luego de horas logro encontrarme con el sueño y caigo rendido.

Se parte una rama muy cerca de nosotros, abro los ojos y enfoco mi vista en la oscuridad, solo para encontrar me con un sujeto armado frente de nosotros.

- El lobo volvió a las tierras Sicilianas, grave error que le costará la vida - Su mirada cae en Mia que se encuentra recostada a mi izquierda profundamente dormida.

- Baja el arma - Murmuró entre dientes.

Cuando veo que desvía la mira del arma hacia mi izquierda, me muevo en su dirección para arrebatarse la, sin embargo logra disparar hacia un costado dejándome sordo, pero logro tomar su cuello para cortar el oxígeno, me da un golpe al costado de mi cabeza que hace soltarlo. Logra liberarse de mi agarre y correr dentro de la selva, lo voy persiguiendo pero es muy astuto y ágil...

Unos minutos antes

Siento movimiento a mi lado, junto con murmullos; abro mis ojos y me percato que Alec está teniendo una pesadilla suavemente me siento en su cintura para sostener su cabeza.

- Alec despierta, es un mal sueño amor - Al terminar de hablar se abalanza sobre mi, tomando mi cuello apretándolo fuertemente que me deja sin aire.

- Aaale - Intento frenar sus manos pero sus ojos están inyectados en furia y presiona más dejándome mareada.

Tanteo cerca de nuestros cuerpos una roca y viendo que no me libera ocasionando que mi visión se formen pequeños puntos negros, estrellé el objeto aun lado de su cabeza logrando salir de su agarre. Aún desorientada logro ponerme de pie y huir de él adentrándome en la selva; el me persigue gruñendo como un animal y el terror aumenta en mi, esquivo ramas y trato de ingresar a lugares pequeños pero nada sirve; me teclea en un claro derribando nos, pero eso no es lo peor, un dolor punsante me golpea mi abdomen bajo y siento un líquido escurrir de mis piernas.

- AAAAH - El dolor es tan agudo que grito desgarrando me la garganta.

- ¿Mía? - Alec sale del estado agresivo y reacciona al fin.

Me enfoca en su campo de visión y ve entre mis piernas.

- Sangre - Exclama dejándome paralizada, me retira mis pants empapadas del líquido carmesí.

- Aaah - Vuelvo a gritar cuando siento la necesidad de pujar.

Los rayos iluminan el cielo y puedo ver qué Alec tantea mis caderas.

- Estás en labor de parto Muñeca - Saca su camisa por la cabeza y me separa las piernas.

- ¿QUÉ? - Grito una vez más.

- Estudié medicina y se lo básico, dime cuando sientas una contracción - ve su reloj contando.

- Ahora - Aprieto mis dientes para no gritar.

- Cada tres minutos - Ve el reloj.

El dolor que me recorre es tan agudo que siento que me desmayo.

- Preciosa puja cada que tengas una contracción, no cierres los ojos toma mi mano - Trituro su mano en el segundo que me la da.

Grité nuevamente y empiezo a pujar una y otra vez coloco mis piernas a la altura de su hombro y sigo con la tarea de pujar uno, dos, tres, cuatro veces más. Con mi último suspiro algo abandona mi cuerpo y un pequeño chirrido como el de un gatito se escucha acompañado de mis jadeos.

- Es una nena hermosa - Alec está envolviendo su pequeño cuerpito en su camisa, me la acerca y yo quedo en shock. Es una nenita pequeña de piel pálida y de ojos azules.

- Yoo no lo puedo creer - La sostengo en mi pecho.

- Yo aún lo estoy procesando - Alec me toma en brazos luego de cortar el cordón umbilical.

Nos lleva a la cascada para lavar la sangre de nuestros cuerpos en una roca lisa. Sostengo a la bebé que ya abrió sus ojos hermosos para mirar todo con curiosidad. Luego de asearnos lo mejor posible, llegamos a la balsa cama para recostarnos ambos rodeando a la bebé, con la punta de su dedo Alec recorre su cuerpito al llegar a sus labios, la bebé se apodera de su dedo chupando de el. Me arroja una mirada y luego la dirige a mis pechos.

Yo trago saliva no se cómo cargarla correctamente.

- Te ayudo - Alec la sostiene y me la pasa para cargarla, se situa en mi espalda para desabrochar los primeros botones de su camisa blanca, me descubre mi seno y acerca la boca de nuestra bebé.

Me es inevitable sisear cuando se empieza a alimentar de mi, su pequeña boca se mueve desesperada.

- Más despacio lastimas a mami - La mención de la última palabra me hace temblar.

- Hace unos días bebía como loca y no me cuidaba - Empiezo a llorar.

- No llores amor ninguno de nosotros nos dimos de cuenta, no es culpa tuya - Me susurra al oído y me abraza en la misma posición.

Un rato después de dejar de llorar, la bebé termino de comer y procedo a sacar los gases con pequeñas palmaditas en su espalda. Alec trae bananos/cambur y yo los devoro rápidamente.

- Voy a pescar al otro lado - Me avisa tomando una rama larga que le sacó filo a la punta.

- Está bien, te esperamos aquí - No dejo de ver a la bebé mientras está dormida, se acerca y me besa suavemente. Quedó recostada en la cama improvisada viendo a la nena dormir boca abajo, beso su espalda y me acurruco junto a ella.

Cuando llega Alex está anocheciendo así que hacemos la fogata, con las pocas telas que tenemos le hacemos rectángulos a la bebé para utilizarlos de pañal.

- Estoy asustada - Confieso teniendo a Alex en mi espalda abrazándome - Nunca creí ser buena mamá a esta edad y de verdad no estoy preparada para nada de esto, por ello me cuidaba - Me frustro un poco recordando la cantidad de alcohol que ingeria.

- También estoy asustado - Brinco cuando escucho la voz de Alec me doy vuelta para ver sus ojos, las llamas que se proyectan en ellos lo hacen lucir más hermosos - Mi pasado me persigue mi amor, me involucré con personas peligrosas en Italia, venía para concretar unos negocio porque desde que entré a mis 21 años no lo he dejado - Trago saliva - Soy un asesino y entenderé si no me quieres más en tu vida - Termina con un suspiro.

- Te amo Alec y eso no va a cambiar - Lo beso suavemente y el tarda en devolver me el beso.