Bajo Sus Encantos ©️ [+21]

•°•8•°• De perrito

Me encontraba de perrito, luego pasé a la postura del árbol; nos encontrábamos en la plaza haciendo yoga, algo super relajante que te ayuda con tu flexibilidad, Zoo es un poco inquieta y siempre se desconcentra viendo a los tipos trotar.

- Ahhh - Exclama cuando se cae por cuarta vez.

- Deja de estar comiendo por los ojos, y concéntrate - Le digo aguantando la risa.

- ¿Eres de piedra Mía? - Molesta vuelve a retomar la postura que estamos practicando, yo solo puedo reír en voz baja.

Después de esta sesión de 45 minutos abandonamos la plaza para irnos a un café de lectura.

- Me encanta - Dice Zoo mostrando las fotos de su actual "chico".

- No me inspira confianza - Murmuro viendo mi Instagram donde entre las solicitudes está una de mi Jefe, la acepté para ver sus publicaciones ya que es cuenta privada.

- Es tan bueno en la cama - Se muerde el labio mientras que sueña despierta. Yo reviso mi agenda y ya me toca una cita con el Dr. Henderson.

- Me imagino - No puedo criticarla, cuando se que me gusta lo mismo, y siempre es un tema tabú inclusive entre las parejas, y de verdad es una pena, ya que una relación sin comunicación y confianza no va a ningún lado - Me tengo que ir - Manifiesto y Zoo me da un puchero - Tengo cosas que hacer en casa - Me despido con un beso y salgo del local.

Llegando a casa me quité el top y la licra para darme una ducha; así podré pasar a organizar los atuendos de la semana, hacer el aseo general del piso y pintar mis uñas.

Al siguiente día

Estaba en la sala de juntas "A" organizando las carpetas, ese día ya tenía la agenda lista y el café de Aiden listo.

- Ahhh - Exclamé en un grito porque de mi coleta alta estaba siendo sujetada e inclinada en la mesa de juntas, mis pezones estaban duros por el contacto con el cristal frío, solo tenía una blusa de seda blanca, falda tubo y tacos.

- Desde que te vi e fantasiado con tenerte en mi escritorio dándote duro - ERA la voz de Aiden, sentí su erección contra mis glúteos.

- ¿Pero qué...? - Plas; no puedo seguir hablando porque me dió una fuerte palmeada.

Me sujeto de tal manera que me volteo en la mesa y me devoró la boca de una forma extraordinaria, me tomo de los glúteos y los amasó fuerte, se que dejarán marca y eso igual no me preocupa.

- Mmmm Aiden no... ¿Qué? - Introduce nuevamente su boca al ver mi resistencia, pero esa acción me mantiene callada/ocupada.

Su mano vuelve a sujetarme el cabello y me lo jala.

- Dime qué cuando me ves no te mueres porqué te haga mía - Me pregunta con su sonrisa ladina y viendo directamente a mis ojos.

Suelto un gemido en respuesta cuando me devora mi cuello, su barba de tres días me causa cosquillas. Mis piernas sujetan su cadera y siento su formada erección en mis partes solo impide el contacto directo mi ropa interior ya húmeda, mi falda la enrolló lo suficiente para estar en mi cadera.

- Vamos - Exclama bajando me de la mesa pero sujetando mis caderas para no caer, mi falda la baja para estar descente. Atravesamos la puerta y me lleva directo a su ascensor privado.
Allí no tarda en besarme nuevamente, cuando las puertas se abren es que puedo respirar. Habíamos llegado a un piso con muchos autos carísimos Aiden se dirige a una caja en la pared y de allí extrae un juego de llaves.
Acciona la alarma de un Audi 8 e ingresamos a el, no pregunto nada, estoy muda por la impresión de estar de esta manera con mi jefe, pienso en los contra de todo pronósticos pero al recordar cómo me hace sentir sus manos y labios en mi cuerpo no puedo pensar en ninguna consecuencia sino el placer que este me sabe dar.

Mis pensamientos vuelan y no reacciono hasta que siento que soy cargada entre los brazos de Aiden, y es que ni me había percatado de que llegamos a una estructura en el bosque que está al borde de una montaña.

Mi impresión no me abandona al entrar en la casa, es demasiado hermosa conbinada con negro y plata las decoraciones y todo de concepto abierto.

- Wow - Mi boca se abre al ver toda una pared de cristal con vista hacia toda la montaña y se ve la autopista desde allí junto aún lago.

Aiden no tarda en besarme y bajar el cierre de mi falda situado detrás, pero la blusa no corre con la misma suerte y tira de ella rasgandola, mis pechos están a su disposición al no usar sujetador y los manosea cuando no los está besando.

- Aideen - Gimo/lloriqueo al no sentir atención en mi parte baja.

- Muñeca - Su voz gruesa y profunda me hace delirar - Dime qué lo deseas y lo tendrás - Su pregunta me deja extasiada, además que se detiene y ve mis ojos directamente.

- Si lo deseo, te deseo ahora mismo - Mis manos las poso en su pecho y me arrodilló viendo sus ojos, pero mis manos van a su cremallera y la bajo junto a su ropa interior.

Su pene me invita para llevarlo a mi boca y así lo hago.

Gime mi nombre y eso me alienta a seguir con la tarea de llevarlo más profundo a mi boca, la felación se extiende y mi mano lo toma para provocarle más placer.

Beso sus testículos y los adentro a mi boca, siento como se tensa y se que ya está cerca solo le falta un poco más; pero el egoísta me toma de las axilas y me eleva a su pecho. Camina conmigo como coala a su habitación, me acuesta en su cama y busca en su mesa de noche una tira de condones, selecciona uno para colocarlo todo lo hace enfrente de mi, cuando me lanza una mirada yo solo puedo abrir mis piernas para invitarlo abiertamente.

- No sabes lo que provocas - Murmura en mi oído después de trepar por mi cuerpo, hoy es lunes y apenas está comenzando.