•°•20•°• Piña

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Salgo del restaurante para detener un taxi.

- Por favor deprisa - Le paso un billete de 100$ y el auto arranca; los veo a los tres salir del restaurante para verme alejarme en el taxi.

- ¿Se metió en problemas? - El taxista me ve sonriente.

- No me meto en problemas ellos solitos los provocan - Me cruzo de brazos aún más molesta, pienso 1)
No puedo ir a casa, estarán allí en minutos 2) La única opción viable es ir al apartamento de Zoo, le doy la dirección al taxista y este me lleva.

Al llegar al piso voy y abro la puerta con la copia que me dió mi amiga, ambas tenemos la llave de la otra por emergencias.

Entro al lugar y todo esta en silencio, debe estar trabajando pienso yo.

- Aaah - Un grito me pone en alerta, tomo el palo del cepillo y corro a la habitación de Zoo.

- ¡NO PUEDE SER! - Suelto el cepillo y tapo mis ojos, ya que ví a Zoo siendo penetrada en la posición de la bicicleta - LO SIENTO POR INTERRUMPIR - Cierro la puerta y voy a la cocina ¿Cómo que tengo hambre?

Luego de unos minutos veo a Zoo echar a patadas y a medio vestir al primo de mis hombres, creo que se llama Ken el sujeto.

- Cuéntalo todo - Me señala Zoo con una sábana envolviendo la - ¿Qué les dijiste? ¿Qué te dijeron ellos? Para que estés acá con cara de pocos amigos - Me conoce como la palma de mi mano.

- Busca helado y pidamos pizzas - Es lo único que digo, y sabe que estoy mal.

Alec

Mía sale huyendo en taxi, y me arrepiento de no haberla esposado a la mesa del restaurante.

- ¿Qué? ¿Dónde Zoo? - Estábamos por ingresar al edificio de Mía, pero nuestro primo nos vino con el chisme que está en casa de Zoo.

- Su mujer me jodió la follada con su amiga, estoy empalmado en el auto - Escucho los lloriqueos de Ken.

Aiden cuelga la llamada y recibe por mensaje la dirección, así que nos dirigimos sin perder más tiempo, al llegar al piso 12 del edificio de la amiga de Mía, tocamos la puerta.

- Ya voy - Escuchamos su voz - No tengo cambio - Abre rebuscando en su cartera unos billetes, pobrecita cree que es el repartidor.

- No será necesario muñeca - Ella pone los ojos en blanco e intenta cerrar la puerta pero mi mano está apoyada en esta y por fuerza sabemos quién gana.

- NO - Grita y sale corriendo pero soy más rápido y no da más de cinco pasos - ¡No suéltame! ¡Es secuestro oyeron! - No hay rastro de la amiga, la cargó sobre mi hombro y salimos al pasillo.

- Cálmate o te daré nalgadas por malcriada - La amenazo pero es inútil.

- Hazlo y no habrá sexo - Está pataleando y le proporciono una caricia a sus nalgas para calentarlas.

Las puertas del ascensor se abren y vemos a un joven repartidor, este se asusta por vernos y quiere huir.

- Deja las pizzas - Le ordeno, Alex saca un billete de 100$ y otro de 50$ - La pizza y tú silencio - El chico sale huyendo después de tomar los billetes.

- ¡COBARDE! - Grita Mía al saber que fue abandonada.

- Inteligente, apenas era un chamaco - Mi risa es contagiosa, solo para mis hermanos.

Al llegar al auto con la corbata de Aiden le restringimos las manos y la callamos pasándola por sus labios, se remueve pero ya no puede gritar y manotear.

Sería más productivo ir al apartamento de Alex pero en dónde Aiden se puede hacer muchas cosas.

Mía

Se que vamos a dónde Aiden, después del día fallido del desayuno con sus padres se que tiene un cuarto como el Sr. Grey's con Miles de juguetes ¡Virgencita ayuda a tu hija!

Al llegar me baja Alex del auto, mi cabeza cuelga por estar como saco de maíz, pasamos la puerta de entrada, la sala y llegamos al cuarto de la tortura. Me deja en la cama y puedo verlos a los tres.

- Esto corresponde a tu castigo por huir, estar cerca de aquel imbécil y no comer comida balanceada (habla de la pizza).

- Mmmmm - Aún no puedo hablar.
Aiden busca algo en unas gavetas y los chicos me quitan la corbata.

- Están dementes - Es lo primero que les digo - Soy independiente de ustedes, puedo entablar una conversación con quién me plazca -
Hacen de oídos sordos me acuestan en la cama y me atan a los extremos de la cama no sin antes desnudarme completa, veo a Aiden sacar una bola roja con tiras y ponerla en mi boca, un mes sin sexo ¡SIN SEXO!

Me ponen algo para no ver nada, creo que la corbata de antes.

- Esto que te invite a la reflexión muñeca - La voz ronca de Aiden me indica que aún está cerca de mi cuerpo.

- Aaah - Intento gritar, algo presiona mis pezones, además siento que colocan <<eso>> en mi clítoris.

- Queremos que aprendas - Es lo último que escucho, apagan la luz ya no siento el calor de la iluminación artificial.

Lo encienden y me hace retorcerme en la cama, el aparato del demonio hace que me moje; cambia de velocidad causandome una tortura para correrme, luego de minutos, horas o días ya ni se, me he corrido más veces de lo que recuerdo.

Siento una presencia y luego como me desatan, me quitan las restricciones para dejar de último el vibrador, mis piernas están temblorosas y todas llenas de mis fluidos.

Alex me toma en brazos y yo solo lloro en sus brazos.

- Es normal sentirse así - Me consuela sobando mi cabello, después me lleva a la tina dónde el agua caliente calma mi entumecido cuerpo.

Me lava con carísimas suaves y después me abraza, me viste con un suéter de algodón para pasar a la sala, allí me esperan los otros dos demonios con mi caja de pizza de piña.

Empiezo a comer otra vez llorando y viendo acusadora mente a mis hombres.

- Solo fueron 20 minutos amor - Alex intenta convencer me.

- Pues yo los dejaré sin sexo por 15 días - Mi voz sale llorona.

- Ni tú puedes cumplir eso - Aiden se burla.

- Me compraré un vibrador y un pene de goma gigante - Le saco la lengua y continuo comiendo.

- Sobre nuestro cadáver - Gritan a la vez y yo me río.

Bajo Sus Encantos ©️ [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora