•°•53•°• Estafa

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- ¿¡QUÉ!? - Grita e intenta escapar del agarre de Alec.

- Responde Mía - Murmura Alex que está serio en una esquina.

- Noo, nunca los engañaría - Murmura cubierta en lágrimas, se resiste a ver a nuestra dirección.

- ¿Por qué mierda estás con él? ¿Lo haces para estar en el poder? - Alec la sujeta del cuello sin ejercer presión.

- No, solo lo hago para protegerlos - Levanta el rostro y veo sinceridad en sus irritados ojos.

- Y de que manera, estás marcada preciosa, no es un juego - Alec le susurra en su oído.

- ¿Qué tipo de relación tienes con Cuervo? - Alex pregunta desde su posición.

- Suelte me - Se safa del agarre de Alec y se corre para ir por la manta y cubrirse - Somos socios, solo eso - Se aleja de nosotros.

- ¿Qué clase de sociedad? - La acorralo con la pared, levanta el rostro secándose las lágrimas.

- No entienden y dudan de mi - Nos acusa furiosa - ¡Nos vamos! - Se va a vestir.

La seguimos en silencio y toma el caballo de Alex para montar se.

- Ah - Alex intenta hablar pero con solo una mirada asesina de nuestra mujer se mantiene en silencio.

Seguimos el camino a la casona todo está húmedo por la lluvia; al llegar Mía deja el caballo para que uno de los chicos lo guarde en el establo y se va a la casa sin decir más.

- Yo no - Grita Alex para no ir a hablar con la fiera.

- Debo hacer unas cosas - Murmura Alec perdiéndose de mi vista. Suspiro e ingreso a la casa, para subir por las escaleras a la segunda planta; al frente de la puerta tocó dos veces e intento ingresar pero es inútil, tiene seguro.

- Amor - Llamo, pero es en vano.

- ¡No quiero nada! - Escucho del otro lado a la fiera.

- Entiende que tengamos dudas, estás actuando de forma irracional - Intento conversar pero solo ganó silencio del otro lado. Decidí dejarla sola hasta la hora de la cena.

Mía

Ya oscureció, hace minutos el atardecer pintaba el cielo de mil colores, Mera se asombró por lo bello del atardecer y el paso de las estrellas en el cielo. La arrullo después de darle de cenar, no bajamos sino que Martha nos trajo la comida a la habitación.

Luego de unos minutos la acuesto en la cuna y se queda profundamente dormida.

Ingreso al baño para tomar una ducha y relajarme de toda esa tensión, han venido cada uno de ellos a tocar la puerta queriendo hablar pero solo los e ignorado.

Ya entrada la madrugada aún no puedo conciliar el sueño, así que salgo para recorrer el pasillo rumbo a la cocina, pero el sonido de unos automóviles me hacen detenerme. Me asomo a la ventana y son los hombres de cuervo, salgo corriendo de la casona.

- Señora - El jefe de seguridad me habla al llegar a ellos - Don Leonardo a muerto - Mi respiración se paraliza - Le juramos lealtad a usted - Junto a él los demás hombres inclinan su cabeza ante mi.

- ¿Mía? - Volteo mi vista y veo a mis hombres a medio vestir en la entrada.
Cuervo no cumplió con el plan cómo se tenía planteado, ahora toda la responsabilidad cae sobre mis hombros.

- Yo - Empiezo a temblar - Jack encárgate del funeral debe ser en tres días.

- ¿Qué demonios? - Alex se acerca.

Bajo Sus Encantos ©️ [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora