•°•49•°• Hija

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Alex

- Hijo si si está bien - Mi madre hablaba nerviosa.

- Extraña a su madre - Afirmó cuando escucho el llanto de nuestra pequeña.

- Solo deja de llorar cuando se agota o está comiendo papilla - Murmura mi madre al otro lado del teléfono.

- Estamos haciendo todo lo que podemos pero perdimos el rastro - Después de unos minutos cuelgo la llamada agobiado por el desespero de mi hija.

- Teléfono fantasma - Llega Alec arrojando el teléfono, no hemos dado con el rastro digital.

El padre de nuestra esposa entra por la puerta; todos estamos del asco no nos duchamos desde hace unos días y nuestros rostros expresan el poco descanso, con surcos negros debajo de nuestros ojos.

- ¡Maldita sea! - Aiden golpea la puerta y arroja un florero del centro de mesa pagando toda la frustración.

- Cálmate con esto no solucionas nada - Intento detener a mi hermano pero sus ojos están inyectados en furia.

- ¡Ya se dónde está! - Entra uno de los guardias anunciando a gritos - Y no lo creerán - El sujeto casi no tiene tiempo para pensar cuando ya lo sacudo del traje exigiendo que hable de una vez.

Treinta Minutos Después

Mi madre se encuentra sentada en completo shock cuando pasamos por la sala de la mansión, pasamos corriendo por las escaleras porque en su ensoñación dirige su vista guiando a las escaleras para llegar al segundo piso.

- Sssssh - Escuchamos su voz, al final del pasillo en la habitación de Mera, nos acercamos cautelosos y lo primero que vemos al enfocar la vista a la habitación de nuestra hija, vemos a Mía enfundada en un vestido corto negro cargando a nuestra bebé arrullando la - Ya estoy de vuelta mi amor - La posa en su cuna y la arropa dando un beso en la cima de su cabeza.

Aiden es el primero en salir del trance y se acerca para acariciar su mejilla, Mía no aparta sus ojos de los de Aiden; sus dedos repasan su mandíbula apartando la base de maquillaje, viendo una mancha morada, ella cierra sus ojos con pesar.

- Preciosa - Murmura totalmente disgustado, intenta acercarse más.

- No - Su negación nos hiela la sangre, nos paraliza.

El zumbido de un teléfono nos saca del trance y Alec contesta de forma rápida, comparte un par de palabras dándole una capa sombría a su rostro a medida que la voz del otro lado arroja información.

Un par de hombres aparecen en el marco de la puerta.

- Mi señora está todo listo - Habla fuerte el más alto de ellos.

Alec desenfunda su pistola y apunta al sujeto que se aproxima a nuestra esposa.

- Ni un centímetro más o disparo ¿Qué significa esto Mía? - Volvemos nuestra atención cuando vemos que toma a Mera en brazos y rodea nuestra posición.

Alec redirige el arma y le tiembla la mano apuntando a Mía, uno de los sujetos se interpone.

- Nos veremos - Murmura la que creí era el amor de nuestra vida saliendo por la puerta con esos dos hombres que jamás he visto.

Solo cuando escuchamos la puerta principal ser azotada salimos del estupor.

Mía

Mi bebé aún duerme en mis brazos cuando la camioneta blindada arranca con nosotras adentro.

- Detalles - Murmuro.

- El Señor la espera en la mansión en Italia, viajaremos en 20 minutos para ese destino - Me informa Jack.

Sostengo a mi hija pero es imposible no temblar al recordar cómo era apuntada por uno de mis esposos y la cara de decepción de los mismos. Pero tengo que protegerlos de lo que haré ahora, han sacrificado todo por mi y mi deber también es el mismo.

Al llegar al aeropuerto y caminar por el hangar más hombres me custodian, subimos al jet para dejar atrás toda mi vida.

Dos Días Después
Alec

Llegó la hora de ponerme la máscara de Lobo, mis hermanos igual; fuimos convocados a una reunión Roja, como los jefes de la Mafia en Sicilia.

Nos movemos como sombras en la ciudad, para llegar a la estructura del Castillo Negro centro de reunión.

Entramos a la sala con la mesa redonda pero nuestra sorpresa es inmensa cuando al llegar a la mesa es cuadrada y la encabeza el Cuervo, que antes era uno de los principales.

A su lado está una femenina con un vestido dorado y una máscara de Cuervo que deja ver sus labios carmesí.

Tomamos asiento en la mesa palpando nuestras armas disimuladamente, en espera de un movimiento en falso; en menos de 10 minutos llegan los demás miembros de la Mafia.

- Comenzamos - Anuncia el cuervo - Quiero anunciar a mi descendiente - Todos los presentes nos toma por sorpresa tal anuncio, y vemos como se retira cuervo para dejar a la femenina dónde antes ocupaba el puesto él.

- Señores - Habla la mujer viendo en nuestra dirección.

Mis puños se aprietan y mis hermanos se tensan al saber quién se esconde tras la máscara de delicadas plumas negras.

- Cambiaremos varias de nuestras rutas ahora en más - Su voz suena imponente, cuervo posa su mano en el hombro descubierto de ella.

- Dejaremos a una de tus amantes al poder cuervo ¿¡En serio!? - León se levanta de la mesa golpeándola para llamar nuestra atención.

- Silencio - Exige cuervo - NO es mi amante es la heredera de mi imperio y mi puesto - Su voz suena impotente.

- Doy por terminada la reunión para que reflexionen ahora en más quien está en el poder - La femenina se levanta elegantemente de la mesa y se retira junto con cuervo.

Pero la sujeto del brazo cuando va a cruzar la puerta, apunto a cuervo.

- Ni un paso - Amenazo - ¿Qué diablos es esto Mía? - La enfrentó y puedo ver sus ojos.

- No te conviene Alec detenerme ahora - Murmura acariciando mis labios con los propios.

Bajo Sus Encantos ©️ [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora