Me ausenté de la fiesta una media hora para amamantar a Mera además de hacer una despedida que me deja los nervios de punta, porque es la primera vez que nos separaremos, sin embargo sus abuelos están eufóricos por quedarse con la nena por una semana que estaremos de luna de miel.
Estoy nerviosa debo admitir lo, como fue todo de última hora mi Dama de Honor hizo mis maletas. Salgo de la habitación de la nena rumbo para el patio tracero para continuar con una velada más íntima.
- Esposa mia - Alex me toma desde atrás y me muerde el cuello a la vez que me besa.
- Esposo mío - Me sujeto de sus brazos mordiendo mi labio cuando siento la excitación recorrer mi abdomen.
- ¿Porqué no vamos un momento a la habitación para ver qué los regalos están a salvo? - Me hace caminar hacia atrás mientras que sigue su tarea de besarme y me recorre con sus grandes manos mi cintura.
- Nos esperan - Murmuro excitada dejando de resistirme.
Habré la habitación donde un montón de regalos de boda que seguro son de toallas a jarrones caros para el hogar nos aguardan.
Lo único libre de cosas es un banquito para descansar los pies y Alex me sienta allí.
- No hagas mucho escándalo con esa boquita mi amor - Sube la falda de mi recortado vestido de novia y aparta la tela, su suerte y sonrisa incrementa cuando ve mi falta de ropa interior.
Su lengua sale al ataque y con sus dedos me estimula hasta hacerme tocar el cielo con un potente orgasmo.
- Alex ¡Por Dios! - Mi gritillo lo hace reír.
- No menciones a otro, solo mis hermanos y yo podremos ocupar tus orgasmos y pensamientos - Murmura contra mi clítoris.
- Vosotros son unos celosos - Sujeto su cabello un poco largo, y lo empujó contra mí.
Con sus dedos abre mis labios mayores para meter aún más su lengua, que acelera el movimiento haciendo estragos en mi sistema llamando a un segundo orgasmo.
La punta de sus dedos estimulan aún más allá y me vuelven loca.- Aaah sigue así papi - Mi voz sale ronca porque me limito a no ser demaciado escandalosa. Intensifica sus lamidas y langüetazos por mi zona vaginal, en cuanto a mi otro agujero ya sumó dos dedos.
Mis piernas rodean debajo de su brazo y la otra se ubica sobre su hombro dándole más espacio para devorarme entera.
- Faalta po-coo - A penas puedo hablar por las sensaciones y el filo del orgasmo me alcanza - ¡AAAAAH ALEX SIIIII! - No me contuve en lanzar un grito sordo.
- Sabes delicioso muñeca - Alex lanza sonidos de succión cuánto toma de mi.
Mis piernas se aflojan y caigo de espaldas pero Alex me abraza de rodillas impidiendo que caiga.
- Gracias - Lo beso intensamente probando de sus labios mis fluidos.
- Te amo - Alex besa mi frente para ponernos de pie.
- Te amo - Toqué su mejilla viendo sus expresivos ojos cerrarse con mi suave tacto.
- Me devuelves a nuestra mujer - Aiden está en la puerta observando nuestros mimos.
- Esto es acoso si nos viste en pleno apogeo - Menciono acercándome a él con una sonrisa en mis labios.
- Solo ví la parte donde saboreaban fluidos nada más - Se encoge de hombros besandome apasionadamente entre sus brazos.
- Te perdiste el plato fuerte - Alex se ubica a mis espaldas para besarme el cuello y manosearme.
- Debemos despedir a los pocos invitados - Salimos del abrazo tomados de las manos para ir al patio.
Veo a Alex despidiendo a los Cambel agradeciendo su presencia. Nos reunimos con el apenas queda solo.- Amor - Besos sus labios y lo abrazo.
- ¿Muy ocupados? - Pregunta enterrando su cara en mi cuello.
- Algo - Le respondo suspirando.
Llegó Nicolás tiempo después de que todos se fueran, exceptuando a nuestros padres.
- Por favor cualquier cosa me llamas ¿Si mamá? - Estaba sosteniendo a Mera en mis brazos detallando la antes de viajar.
- Si si ¡Vas a enseñar a tu mamá a hacer hijos! Ya vete a tu luna de miel - Mi madre prácticamente se apoderó de mi hija para llevarla nuevamente a su cuna.
- Pronto nos veremos - Abracé a mis suegros después de hacerlo con mi padre que lloraba como Magdaleno.
- Cuídense mucho - Dejamos la sala de estar de la mansión Bronw para abordar la camioneta. Al sentarnos en la misma empecé a retorcer los dedos de mis manos con ansiedad.
- Tranquila muñeca - Aiden beso mi mano.
- Hermano pásame tu corbata - Alex que estaba en mi derecha tomó la corbata ofrecida por Aiden, ya que era el único que no se la había desprendido en toda la noche - Esto te ayudará Mía - Con el largo trozo de tela cubrió mi visión.
- Gracias - Entendí que debíamos tomar el Jet; y el mismo me provocaba pavor por los acontecimientos anteriores. No había empezado terapia porque todo giraba entorno a Mera y mis hombres, para no darme el tiempo de atormentarme con los recuerdos, aunque fue un momento único el nacimiento de Mera la incertidumbre de ser unos náufragos con una recién nacida a nuestro cuidado.
Se detuvo la camioneta interrumpiendo mis pensamientos, una chaqueta fue colocada en mis hombros para posterior ayudarme a bajar del vehículo.
- Te estamos guíando confía en nosotros - Murmura cerca de mi Alec.
- Lo sé confío en vosotros - Intento seguir los pasos de manera segura.
- Acá empiezan las escaleras amor - Aiden se situa a mis espaldas posando sus manos en mi cintura.
Subo un pie y luego otro hasta llegar nuevamente a una planicie, todo alrededor es silencio para no delatar dónde estamos.
- Siéntate acá - Alex me lleva a un sillón y abrocha mi cinturón. Ellos están a mi alrededor.
- ¿Te ha gustado nuestra sorpresa? - Alec me habla suavemente y acaricia mis manos.
- Si pero de verdad fue una sorpresa, ni siquiera las que les doy fueron así de impresionantes - Murmuro en su dirección.
- Las tuyas son asombrosas amor - Alex también entra en la conversación.
- Te leeré una novela de Paulo ¿Está bien? - Aiden me pregunta desde su asiento.
- Si por favor - Al iniciar el relato de <<Once minutos>> mi mente se desconecta de la realidad y solo escucho la voz de mi esposo, olvidando por completo que estoy en un Jet rumbo a quien sabe dónde para nuestra luna de miel.
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Bajo Sus Encantos ©️ [+21]
RomanceFiesta, alcohol y bailar ... Esas eran las tres combinaciones que más frecuentaba mi vida privada. [+21]