•°•32•°• Malos Entendidos

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Ya es de mañana, estamos preparandonos para salir del hotel, pero antes tomaremos el desayuno en un local que de niña visitaba mucho, es fácil movilisar se por el centro ya que contamos con chofer y vehículo.

Después de deleitarnos con el desayuno, y tomar nota mental de que les contaré y cocinaré a mis hombres los platillos tradicionales como la arepa y el pabellón llegamos a las instalaciones de Petróleos/PDVSA donde nos recibe el gerente.

- Bienvenidas, esperamos que su estadía sea agradable y provechosa - Un señor simpático para rondar los 50 años nos hace un recorrido por el lugar, claro que nos habla de estadísticas de extracción del crudo por día y las diversas zonas que posee el país de extracción, la vialidad de las Inversiones y si se cierra un pre contrato podemos comenzar a asentarnos en el territorio, solo si es personal administrativo y no militar, aún hay asperezas que limar entre EEUU y el país latino.

Lo comprendo porque se de las diversas posturas que tomaron los países, principalmente EEUU cuando esté país tenía la hiperinflación económica.

Después de un recorrido y tener los suficientes datos para reportarlo al Señor Bronw, nos retiramos después de intercambiar saludos con el personal que hacen vida en la compañía petrolera.

- ¿Sabes de algún lugar dónde podamos comprar ropa? - La mención de Carmen en cuanto a salir de compras hace que mis ojos se formen pequeños corazones.

- No te angusties, se dónde podemos comprar ropa de todo tipo incluso de las exclusivas que se agotaron en Washington - Mi sonrisa es grande.

2 horas después

- Me moría por estos zapatos Mía - Estamos rodeadas de bolsas de todos los tamaños, pero Carmen vio unos zapatos que se moría por adquirir, pero estaban agotados.

- Lo sé pero ahora iremos a Victoria's - Pienso sorprender a mis hombres, un tipo disculpas por viajar sin previo aviso.

Veo todos los modelos de ropa íntima, unos más atrevidos que otros, me atraparon conjuntos en blanco, rojo y negro, además de cosas delicados como brasier de encaje y ligas. Al salir riéndonos de la tienda Carmen se torna pálida.

- ¿Qué pasa? - Le pregunto en voz baja.

- Creerás que estoy loca, pero desde hace rato veo al mismo sujeto siguiéndonos el paso - Murmura haciendo señas de que fuéramos al tocador de damas, la seguí sin poder ver a los lados para no levantar sospechas.

Ya en el tocador pensamos que hacer; llamamos a la policía es la primera opción; pero para nuestra suerte hay en la pared un Boquitoqui o radio, dónde contáctamos a seguridad.

- ¿Hola? - Mi voz sale temblorosa.

- Está llamando a la seguridad privada del Centro Comercial El Sambil ¿En qué podemos ayudarla? - La voz del hombre me causa alivio.

- Señor estamos en el tocador de damas en el piso 2 ala este, un sujeto - Le pregunto con la mirada a Carmen ¿Como lucía? - Ella toma el aparato.

- Era un hombre de treintaitantos, de tez blanca, alto, con traje negro y porte de malote - Abro mis ojos al escuchar lo último, tengo una breve corazonada de lo que pasa aquí. ¿Usando traje con cara de guarura?

- Estaremos en el lugar en un minuto, aguarden en el baño - Cierra la comunicación.

- Creo que se que pasa Carmen - Logro hablar y ella solo puede respirar tratando de calmar se.

A los 5 minutos una mujer identificada como seguridad privada, entra al lugar.

- Señoritas ya aprendimos al sujeto no identificado, acompañe me - Es bajita pero se ve ágil, la seguimos fuera y nos acompaña al ascensor para ir a las oficinas del centro. Nos sentaron en una sala de espera; pero la misma mujer nos lleva a una salita con ventanas posterior.

- Disculpen ¿Es la primera vez que ven al sujeto? - Empieza con un interrogatorio de rutina.

Toc toc

Alguien toca la puerta, entra un hombre jóven con un teléfono satelital.

- Permiso ¿Quién es la Señora Bronw? - Me causa ruido que mencionen el apellido de mis novios.

- Supongo que yo - Me tiende el teléfono - ¿Aló? - Mis manos tiemblan.

- Hermosa - Es la voz de Alec - Te asigné un guardaespaldas para tu seguridad pero al parecer hubo un mal entendido - Su voz se oye cansada.

- Cuando retorne al apartamento hablaremos seriamente - Fruncí el ceño molesta, para cortar la llamada.

- Nos disculpan pero uno de mis novios me asignó un guardaespaldas sin mi conocimiento - Me sonrojo cuando el entendimiento cruza por la mirada de la mujer.

- Tendrá que llenar una declaración para que podamos dejar libre a su guardaespaldas - La mujer contiene la risa por lo estúpido de la situación que creamos.

Luego de una larga espera el hombre lo liberan y puede presentarse formalmente como Massimo, viajó para acá en la madrugada de hoy y nos localizo por el GPS de mi móvil, otra cosa es que mis novios incriptarón mi móvil.

Nos devolvimos al hotel con el chófer y guardaespaldas, el alivio para ellos es que nos regresaremos el día de mañana, para darle el informe en vivo y directo al Señor Bronw.

- ¿No es tierno y protector? - Carmen está acostada sobre mi cama, mientras yo redacto lo último del informe y balanceo.

- No, es exasperante, debieron informarme de lo que harían para ahorrarnos bochornos - Me golpeó la mejilla recordando cuando explique en físico lo que provocaron los tontos de mis novios, porque sé que fueron los tres.

- Pero a mi me parece lindo - Carmen está con su móvil texteando con una sonrisa amplia.

- Si si lo que digas - A lo que ella asiente sin prestarme la mayor atención.

A la mañana siguiente

- ¿Cómo que es contrabando? - Estoy con el tema de la Aduana en el aeropuerto, al parecer llevar 12 Kilos de Harina Pan se considera cantidad para el comercio ilegal.

- Solo puede llevar 5 Kilos señorita - El oficial me regala una sonrisa coqueta.

- ¡OK! Si no hay de otra - Acepté rendida, para posterior entregar un kilo a cada persona que pasaba al rededor. Ya Carmen estaba full con la cantidad de ropa que se compró.

¡Bendito sea el que redactó las normas del aeropuerto y Aduanas!

Bajo Sus Encantos ©️ [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora