Park Jimin One Shots [Pedidos Cerrados]

۵ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ sᴇɪs

Pedido Anónimo

Título: With You.

Advertencias: Leve mención de bullying y narrado en segunda persona.

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Narrador Omnisciente:

Desde que eras pequeña, te hicieron sentir que no eras atractiva.

Comentarios "inofensivos" acerca de cómo deberías lucir, sutiles risas y murmullos mirando hacia tu dirección fueron más que suficientes para que cada vez que fueras a ver la luz del sol pasaras horas frente al espejo tratando de perfeccionarte.

Fueron más que suficientes para hacerte pasar noches llorando y suplicando cambiar, suplicando ser alguien más, porque te odiabas, te odiabas a tí mismo por no poder encajar con sus absurdos estándares.

Así de crueles podían llegar a ser los niños.

No lograbas entender por qué eras diferente en sus ojos, no querías ser diferente.

A medida en que crecías, las burlas cesaron, tus compañeros ahora de secundaria estaban muy ocupados para fijarse en tu apariencia, cosa que agradecías desde el fondo de tu alma. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, sus duras palabras deambulaban sin descanso en tu mente. Aún te odiabas, aún detestabas el ser humano que eras y aceptarse a uno mismo después de pasar años despreciándose no era tan fácil como algunas personas lo hacían ver.

Para cuando entraste a la universidad las cosas no habían cambiado mucho, tus malos sentimientos hacia tu apariencia persistían, no con tanta fuerza como cuando eras más jóven, pero ahí estaban. No obstante, conociste a Jimin.

Una tarde saliendo de la facultad camino a tu residencia, por cosas del destino terminaste desviándote y haciendo una parada en la cafetería de la señora Byun. Ella era la abuela de tu compañero de habitación y recientemente te la había presentado. Desde entonces pasabas al menos dos veces a la semana para degustar sus ricos postres.

En cuanto entraste estaba repleta, no te extrañó, sus postres eran realmente deliciosos. Pudiste ordenar un trozo de tarta de chocolate y encontrar una mesa vacía mientras esperabas tu pedido. Pocos minutos después ya estabas embriagada con la tarta cuando alguien entra en tu campo de visión.

Un chico castaño con un montón de delineador alrededor de sus párpados y una gorra hacia atrás que solo dejaba a la vista unas pocas hebras de su cabello café.

—Hey, ¿Me puedo sentar?— pregunta rascando su nuca con nerviosismo. Parecía avergonzado cuando alzaste una ceja interrogante.— Es decir, el lugar está repleto y t-tú eres las única que no tiene acompañante así qué...— habló tan rápido y tartamudeando que apenas lograste entenderlo.

—Seguro— te encogiste de hombros fingiendo que no te importaba, cuando en realidad estabas muy nerviosa. El único chico con el que solías entablar conversación además de tu hermano era Baekhyun, tu compañero de habitación.

Ese día descubriste varias cosas, su nombre, Park Jimin, trainee de una pequeña empresa en el centro de Seúl, sus ojos se iluminaban cada vez que hablaba de su trabajo y cada vez que sonreía, además tenía diecisiete al igual que tú. Un par de semanas luego, volvieron a coincidir en el mismo lugar, pero esta vez intercambiaron números. Lo siguiente que sabías es que él se había vuelto una persona de suma importancia en tu vida y que te estabas enamorando.

Se sintió como un golpe en estómago cuando fuiste consciente de tus sentimientos por él. Tus demonios te habían atormentado durante tantos años que rápidamente descartaste la idea de ser algo más que su amiga. Por tanto, seis meses después cuando Jimin apareció frente a tu puerta con una docena de chocolates y profesandote amor eterno no lo podrías creer.