DESPUÉS DE LA ESCUELA: EL MANUAL DE NED

EL DESTINO FINAL

Un lugar tan triste y que hace sentir que no hay vida después de la muerte, cómo lo es un Cementerio, guarda muchos secretos.

Puesto que es el lugar donde descansan los restos de cientos de personas, se debe tratar con sumo respeto ante todo. Si bien sea cierto que las almas de las personas que cometieron malos actos se encuentran penando para siempre en este tipo de sitios, no sería de extrañar que los Cementerios estuviesen impregnados de energías negativas.

¿O podían llamarse espíritus malignos?

Ese era el caso del Cementerio Omaha, lugar donde se encontraba Simon Nelson Cook. Y dónde sus amigos acababan de llegar.

Después de quince minutos de conducir en silencio, se detuvieron frente a las Enormes Rejas Negras que daban la bienvenida al Sitio.

Estacionaron el auto en un pequeño estacionamiento que había a un costado, y después entraron silenciosamente.
No había nadie más en el Cementerio (solo contando a los guardias y encargados del lugar que vigilaban el Perímetro) ninguna persona parecía visitar a sus seres queridos, únicamente Ned, Moze, Martin y Lisa daban señales de actividad Humana en el lugar.

  —Siento que este lugar es mucho más deprimente y aterrador que la primera vez que estuvimos aquí— comentó Jennifer mientras dejaban el camino recto que había frente a ellos y se internaban entre las criptas y tumbas de cientos de personas.

Pasaron por entre algunos árboles realmente grandes que se encontraban a medio camino. Después llegaron a un gran claro despejado. No había ningún árbol o matorral, y el camino (terracería) estaba marcado por las huellas de ruedas de los Autos que habían entrado al lugar. No faltaba mucho para llegar a la tumba de Cookie.

  —Algo cambió aquí— dijo Ned al tiempo que todos caminaban tranquilamente por el claro.

  —¿De qué hablas?— preguntó Lisa.

  —No estoy seguro, pero sé que algo no es igual a cuando estuvimos aquí antes— pronunció Ned con algo de extrañeza.

  —Sí, es cierto, ahora sepultaron más cadáveres— respondió Moze en tono sarcástico.

Ned la observó con gesto incrédulo, y después decidió dejar de hablar.
Había algo en ese lugar, algo en el ambiente que no le gustaba.

  <<Tal vez no fue la mejor idea venir aquí>>

Cuando faltaban unos cien metros para llegar a la tumba de su amigo, Lisa recordó algo que hizo que todos se detuvieran.

  —Chicos ahora que lo recuerdo, mi abuela está aquí también— dijo ella viendo a los tres chicos que se hallaban parados en medio de dos hileras de criptas.

  —¿De verdad? Lo Siento mucho Lisa— comentó Moze.

  —Estoy bien, pero hace algún tiempo que no la visito, si no les molesta, ¿podríamos ir a su tumba rápido?— preguntó Lisa temerosa.

No sabía si ellos accedieran, pero lo hicieron. Les parecía algo interesante ver la tumba de la abuela de su amiga, ya que no llegaron a conocerla en vida.

  —Bien, pero rápido que tenemos que ver a Cookie— dijo Ned.

Debieron darse la vuelta y caminar en una dirección contraria a la que iban. Lisa los guió por diversas tumbas, pasando entre hermosas lápidas, algunas flores, e incluso por unas tumbas las cuales tenían regalos como ropa, comida, juguetes, muñecos, peluches, encima de ellas.