DE FIESTA CON DRAKE Y JOSH (PARTE IV)

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Ned nunca había estado en un Problema tan grande como en el que acababa de meterse con Speend City Records', no sabía exactamente qué hacer. Pero sabía que debía ir a verlos la mañana siguiente.

Estaba acostado en su cama, cubierto hasta el pecho con la frazada color azul que Megan le dió personalmente. Acababan de dar las dos de la mañana, hacían tres horas desde que todos los chicos se habían ido a dormir, con temor y en espera del día siguiente, dónde tal vez serían enjuiciados. Sin embargo, Ned no podía conciliar el sueño, aún tenía en su mente las palabras de Josh

<<Estamos en serios Problemas>>

<<Tal vez una demanda>>

<<Podríamos ir a prisión>>

¿Prisión? Ned era demasiado joven para ir a Prisión.
La juvenil también sería una opción, dado que era menor, pero aún así ninguna de las opciones le parecía justa.

Martin sin embargo, no parecía tener problema alguno para dormir, ya que sus ronquidos eran tan fuertes que taladraban los oídos de Ned como si de un mazo se tratase.

  —Debe haber algún modo de solucionar este Problema— dijo en voz alta.

Su cabeza daba vueltas y vueltas sobre el tema, pero no lograba hallar una forma de arreglarlo.

Se dió la vuelta, notó que estaba empapado en un sudor frío. Su corazón latía como si estuviera compitiendo en una carrera de caballos, e incluso sus dientes castañeaban como un gran cascanueces blanco.

Decidió que lo mejor sería dormir y descansar (o al menos intentar hacerlo) deseando que lo que fuera que ocurriese al día siguiente no fuera tan malo como se lo imaginaba en su mente.

Se cubrió con la frazada completamente, después dió un bostezo y poco a poco (en realidad le tomó treinta minutos) Ned fue quedándose dormido.








                            ***







Ned despertó, la mañana siguiente cerca de las diez, al sentir algo en su boca. Era algo húmedo y caliente,  con textura suave y ligeramente carnosa. No supo que demonios era, y cuando abrió los ojos, no encontró absolutamente nada.
Se tocó los labios y los sintió húmedos, pero no con su humedad natural, sino como si algo lo hubiera mojado, o lamido.

  —¿Martin?— Susurró Ned, aún no se desperezaba por completo, y no veía con claridad su cuarto.

Martin no se hallaba en su cama, esta estaba hecha y no había señales del chico por la habitación.

Ned se levantó, tendió su cama y se quitó la pijama para vestirse con su ropa de diario. Una vez que estuvo listo, salió del cuarto en dirección al baño, dónde se lavó las manos y el rostro.

Bajó a la estancia principal, curiosamente, ahí estaban todos los chicos.

  —Hola Ned— saludó Drake al verlo.

Ned lo saludó y tomó asiento junto a Moze, mientras Josh les servía el desayuno.

  —¿A qué hora debemos estar allá?— preguntó Lisa temerosa.

  —Dentro de una hora— respondió Josh.

Era evidente que todos los chicos se hallaban perdidos en sus mentes. Todos estaban asustados, temerosos, e incluso (únicamente Lisa de hecho) algunos con remordimiento por haber hecho eso.

DESPUÉS DE LA ESCUELA: EL MANUAL DE NED Donde viven las historias. Descúbrelo ahora