EL ADIÓS

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Lo único que se escuchó en aquel hospital durante varios minutos, fue una mezcla de llantos y gritos de dolor. Nadie supo de dónde provenían.

Ned se derrumbó llorando, tratando de buscar el cuerpo de Cookie en su habitación, pero era inútil. El Doctor les dijo que su amigo había fallecido a las 10:30, hace ya muchas horas.

Moze estaba en un schock total, lo primero que hizo fue sentarse en el sofá, y llorar por la perdida de su Mejor Amigo. Pero no fue un llanto normal, Jennifer nunca había llorado así, pareció que tuviera una crisis mental.

-¡COOKIE!- Gritaba Ned aferrado a la puerta de su cuarto.

El doctor decidió darles privacidad, y les informó que Cookie sería sepultado el día siguiente por la mañana.

-¡¡¡COOKIE, NO POR FAVOR!!!-

Moze no trató de calmar a Ned, debían sacar su dolor. Un dolor que no creía que superaran algún día.

Poco a poco Moze y Ned quedaron abrazados, llorando aún. El chico además daba algunos gritos.

Sentía que su corazón era una caverna con el techo lleno de grandes estalactitas, y con cada lágrima que lloraba, una estalactita se desprendía del techo y se clavaba en su corazón.

Moze dejó de llorar, para seguir con una respiración muy agitada.
Pensó no tener más lágrimas que llorar, pues por más que intentaba, ya no salía lágrima alguna.

-¿Mo-Moze?- intentó decir Ned, pero ese instante Moze se puso de pie.

-Necesito estar sola Ned- dijo y se sorprendió de haber podido hablar, pues temblaba de pies a cabeza y tartamudeaba.

Ned intentó detenerla, pero Jennifer salió corriendo del pasillo y bajó las escaleras, dejando en el sofá sus papeles de la graduación.

Ned se sentó, y tras tomar el birrete que aún conservaba, lo hizo trizas con las manos.

Cookie se había ido, para siempre, y nunca le dijeron Adiós.
Ya no tendrían posiblidad de verlo de nuevo, y eso estaba destrozando a Ned por dentro.

<<Cookie ya no está, no está. He perdido a mi mejor amigo, mi hermano, para siempre>>

Se acostó en el sofá, con las manos alrededor de sus rodillas, y comenzó a llorar lágrimas amargas, y a pensar en todo lo que debió haber pasado Cookie antes de irse, solo, sin sus amigos, abandonado, mientras ellos se divertían sin pensar en Él.

Se sintió culpable, nunca debió convencer a Moze de ir a la graduación, debieron quedarse junto a Cookie hasta el último minuto de su vida.

Pero ahora ya nada se podía hacer, NADA. 

**************************

Ned no tuvo el valor de llamar a Moze por la madrugada, decidió buscarla el día siguiente. Debía estar sufriendo tanto o más que él.

Salió del hospital y regresó a su casa, se encerró en su habitación. Nunca había sentido tanto sufrimiento, ni siquiera cuando dejó a Suzie.

Las horas restantes de la noche se las pasó despierto, en su cama, viendo fotos de el y Moze y Cookie. Los tres juntos, pensaba que serían inseparables. Hasta que una enfermedad los dividió.

Nunca supo como ni cuando, pero antes de que se diera cuenta, ya había amanecido.

Ned se vistió lo mejor que pudo y desayunó sin otra cosa en su mente que Cookie.

Intentó llamar a Moze, pero no obtuvo Respuesta. Pensó que tal vez seguía demasiado triste y deprimida para verlo.

-No puedes dejar que esto pase- se dijo Ned a si mismo -Perdiste a Cookie, no puedes dejar que suceda lo mismo con Moze-

Así que, decidido, salió de su casa y se dirigió corriendo hasta llegar al hogar de Moze. Llevaba consigo los papeles que su novia había dejado la noche anterior en el hospital.

-Hola, Moze?- saludó Ned cuando abrieron la puerta después de tocar el timbre.

Moze se presentó ante él, y dejó sin habla a Ned.

Ella estaba vestida demasiado hermosa, y algo sensual. A Ned eso, lejos de incomodarlo, le pareció muy lindo.

Sin embargo, lo que le dijo Moze a continuación, lo dejó seco...

DESPUÉS DE LA ESCUELA: EL MANUAL DE NED Donde viven las historias. Descúbrelo ahora