Capitulo especial.

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Reencuentro de los caballeros con sus respectivas parejas.

Aioria y Marín

Sabía que había sido un poco grosero el salir corriendo de la cámara de Athena, aún más estando los otros dos dioses presentes, pero al saber que ya todo estaba en paz, y que ya no tenían que salvar a Athena de nada, no pudo evitar salir en busca de la mujer que amaba.

Eran unos adolescentes cuando se conocieron, justo el día que había llegado al santuario, se fueron conociendo poco a poco, hasta que el sentimiento de amor se hizo presente en ellos.

La regla de las Amazonas era clara, si un hombre veía su rostro, las opciones eran amar o matar, y ella se había decidido por la primera.
Se conocían tan bien, que Aioria sabía perfectamente bien dónde estaría.

Por lo que se dirigió a las afueras del santuario, cerca de ese lago que los dos solían frecuentar, y ahí, mirando a la nada, la encontró, estaba llorando, no traía su máscara puesta y pudo ver esos hermosos ojos azules llenos de lágrimas.

Aioria: Marín. - acercandose a ella - Estoy de vuelta.
Marín: Aioria. - susurro con sorpresa al verlo - ¿De verdad estás aquí? ¿No estoy soñando?
Aioria: No mi vida. - abrazandola  - No estás soñando, soy yo, estoy aquí.
Marín: Te extrañe.

Aioria la abrazo y dejo que se desahogará, y después de eso, la beso, la beso como no lo pudo hacer la última vez que la vió.

Aioria: No volveré a irme. - susurrando en su oído - A menos que tú me lo pidas.
Marín: Eso no va a pasar, a partir de hoy vas a estar conmigo por el resto de tu vida.

Sonrió y la volvió a besar, ahora ya no había nada que le impidiera formalizar su relación con Marín.

Kanon y Tethis

Estaba seguro, y no había dudas que en cuanto se pusiera en contacto con Tethis, ella lo mandaría al demonio, pero aún así, debía arriesgarse, pues habían dejado muchas cosas pendientes.

Pero nunca imagino encontrarla cerca de Cabo Sunión, sin embargo, ahí estaba, observando el atardecer.

Kanon: Tethis. - llamando su atención - Que sorpresa verte aquí.
Tethis: Sentí tu cosmos. - respondió, y se acercó a él - ¡Eres un idiota! - golpeándolo -
Kanon: Lo sé, y me merecía esa bofetada. - tocando su mejilla - Pero si me dejas explicarte...
Tethis: Te creí uno de los más fieles generales del señor Poseídon,y resultaste ser un traidor. - interrumpiendolo - Me prometiste que arreglaríamos nuestros asuntos, y te desapareciste por casi un año, y ahora...
Kanon: ¿Vas a seguir reclamando o me vas a besar? - abrazandola - Porque yo me estoy muriendo por besarte.
Tethis: Eres un completo idiota.

Ni siquiera puso resistencia al abrazo de Kanon, y mucho menos cuando la besó, si, para ella era un idiota, pero era su idiota.

Saga y Kathya

Sabía que la saintia estaba bien, y se habia declarado como una de las más fieles servidoras de Athena, pero aún así, él la amaba, era la única persona, que había visto un lado bueno en él, esto cuando se dejó consumir por la oscuridad.

Saga: ¿Dónde está Kathya? - pregunto a la pelirroja que estaba en el área de entrenamiento -
Shoko: Se acaba de ir. - respondió un poco confundida - Se lastimó y...
Saga: Gracias.

Sabía en dónde estaba la morada de la rubia, no se iba a hacer el inocente, muchas veces había estado ahí.
Cuando entro, la vió curando una herida en su brazo, nunca le había gustado ver daño alguno en ella, aunque fuera superficial.

Saga: Te ayudo. - dijo parándose detrás de ella y quitándole el algodón -
Kathya: Volviste. - sollozo y se giró para verlo - Cumpliste tu promesa, de volver a vernos algún día.
Saga: Aquí estoy Kathya, volví.

Ninguno de los dos dijo nada más, al menos no con palabras, pues sus miradas decían todo lo que sentían en ese momento, ella acarició su rostro, y él no lo resistió más y la beso, por fin podían darle un nuevo rumbo a lo que habían dejado pendiente.

Shaka y Mii

Su relación no había comenzado de la manera más convencional que digamos.
Ninguno de los dos había dado señales de querer algo, y quienes los vieran juntos, pensarían que solo hablaban de algo relacionado con Athena, pero la verdad era otra.

Shaka sabía que ella había salido con su amigo Mu, y aunque no había sido nada seri, Mii se detenía por ese motivo, pero ninguno de los dos estaba dispuesto a seguir negando lo que sentían.

Shaka: Te sigue gustando apartarte. - dijo mientras se sentaba a su lado y le quitaba un libro - Creo que eso fue lo que más me atrajo de ti.
Mii: No puedo creerlo. Estás aquí.

Shaka sonrió y dejo que la saintia de delfín acariciará su rostro y su cabello, y después de un par de segundos, se recostó sobre sus piernas y la miro a los ojos.

Shaka: Ahora que estoy de vuelta, ya no quiero que nos escondamos. - acariciando su rostro - Quiero que le gritemos al mundo que nos amamos.
Mii: Gritemosle al mundo que nos amamos.

Después de responder le sonrió y lo beso, no era necesario dar explicaciones, ella sabía que si estaba ahí, era porque ahora tenían una nueva oportunidad, y estaba claro que ninguno de los dos pensaba desaprovecharla.

Camus y Shina

Shina y él parecían dos polos opuestos, pero bien dicen que los opuestos se atraen.
Y aún cuando ya habían terminado su relación, él la seguía amando, aún así, la dejo ser cuando ella trato de asesinar a pegaso por ver su rostro, y cuando se descubrió atraída hacia él.

Durante la pelea en las doce casas, le dolió no poderse despedir de ella, pero cuando regresó al santuario como un servidor de Hades y la busco, y prácticamente le gritó que aún la amaba, y ella lo besó, para después golpearlo e irse de ahí.

Después de escuchar que estaba entrenando a las nuevas aspirantes, la fue a buscar, sabía que ella era un poco dura y estricta con sus entrenamientos, por eso sabía que aún seguía ahí.

Vió a Saga hablar con una saintia, y después como los dos se marcharon por distintas direcciones.

Camus: Deberías fijarte bien antes de quitarte la máscara. - dijo saliendo de su escondite - Nunca sabes quién pueda verte.
Shina: Ya te habías tardado en salir de tu escondite. - respondió y volteo a verlo - ¿Te vas a quedar parado ahí mirándome como un idiota o me vas a besar?

Las pocas sonrisas que Camus llegaba a darle a alguien, eran casi exclusivas para la amazona, y en ese momento no era la excepción, y sólo hizo lo que ella le había dicho, dejo de mírarla y la beso.

Extra, Dokho y su idea de nietos.

A esas alturas Dokho ya sabía que Shiryu estaba recuperándose con sus compañeros en la fuente de Athena, por lo que, aún con Shion y Kiki detrás de él pidiendo que les regresara al bebé, fue a buscar a su discípulo.

Lo encontró en una de las habitaciones, al parecer las doncellas encargadas de curar sus heridas lo acababan de dejar ahí.

Shiryu: Maestro Dokho. - sorprendido - ¿Cómo es que usted...?
Dokho: Eso es irrelevante en este momento. - respondió y puso al bebé frente a él - ¿No es encantador este bebé?
Shiryu: Se parece a Mu. - respondió con confusión - ¿De quién es?
Dokho: De Mu y su esposa. - respondió con una sonrisa - ¿Cuando me darán nietos tu y Shunrey?

El caballero de dragón abrió los ojos con sorpresa ante lo dicho por su maestro, pues él nunca le había mencionado algo así.

Dokho: Me hago viejo cada día. - siguió hablando - Y si tú y Shunrey no me llenan de nietos, yo los voy a llenar de hermanitos. (Soy voluntaria, me ofrezco como tributo)
Shion: Devuélveme a mi nieto. - entrando a la habitación y quitándoles al bebé - Consíguete los tuyos.
Dokho: ¿Ves de lo que hablo? - menciono viendo a su alumno - Una vez que te recuperes, quiero oír que tú y Shunrey me den la noticia de que seré abuelo.

El verdadero amor no es el primeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora