Inuyasha: Kykyo es a quién elijo.
Aome: Gracias Inuyasha. - expreso logrando confundirlo - gracias por porfin tomar una desición y dejar de ilusionarme en vano.Las cosas se habían complicado, Kykyo había muerto en la pelea del Monte de las animas, logrando que Inuyasha se deprimiera bastante, buscando refugió en Aome.
Miroku: ¿De verdad piensa quedarse a su lado después de todo?
Aome: No lo sé Miroku.
Sango: Piensa un poco en ti Aome, suena mal lo que voy a decir, pero te está buscando ahora que Kykyo murió y tú no puedes aceptar ser su segunda opción.
Aome: Lo sé pero...
Miroku: Pero nada, usted se merece a alguien que si este dispuesto a todo por su amor y que la ponga como prioridad ante todo.....
El deseo correcto, aquel que no fuera egoísta, ese que no la beneficiará a ella, sino a los demás.
Aome: Perla de Shikon, ya tengo mi deseo.
Apesar de haber escuchado la voz de Inuyasha y que esté le dijera que no le pidiera nada a la perla, ella pidió su deseo.
Todas las personas inocentes que habían muerto por causa de Naraku y la perla volvieran a la vida y después desapareciera.Jamir, época actual
Se encontraba reparando algunas armaduras, después de la batalla con Poseído, prácticamente debía volver a la vida las armaduras de los caballeros de bronce, pero no estaba sólo, con él estaba Kiki
Kiki: Aquí está el polvo estelar maestro Mu.
Mu: Gracias Kiki.
Kiki: ¿Seguirá contándome?
Mu: Mi maestro Shion sabe esto porque su maestro, Hakurey, se lo contó.
Kiki: Lo escucho.
Mu: La perla de Shikon era una joya poderosa pero igualmente peligrosa
Kiki: ¿Y que pasó después maestro Mu?
Mu: No lo sé, el maestro de mi maestro sólo le dijo que conoció a la guardiana y la vio pelear.
Kiki: Debió haber sido sorprendente.
Mu: Hakurey, quien fue casi un padre para mí maestro Shion, le dijo que se había enamorado, pero como la guerra santa estaba cerca, y ella parecía tener a alguien a su lado, decidió irse después de que sus heridas habían sanado gracias a ella.
Kiki: ¿Que hubiera hecho usted en su lugar?
Mu: Yo... Me hubiera arriesgado, y si me correspondía la hubiera amado hasta el día en el que tuviera que pelear en la guerra santa, y si llegará a sobrevivir.... Regresaría a ella para seguirla amando.Japón, época antigua
La perla le había dado una sola oportunidad a su guardiana, podría quedarse, siempre y cuando el hombre al que amaba la eligiera a ella, lamentablemente.... No fue así, pues Inuyasha de quedó con Kykyo.
Sango: Entonces... ¿Te vas amiga?
Aome: Así es Sango, no quisiera pero...
Miroku: La entendemos señorita Aome.
Shippo: Te voy a extrañar mucho Aomecita.
Sango: Promete que serás feliz y encontrarás a alguien que te ame como realmente mereces.
Aome: Les prometo que seré feliz, de verdad.Inuyasha miraba de lejos la escena, tenía bien claros sus sentimientos por Aome, sin embargo sentía que le debía mucho a Kykyo, por eso había elegido quedarse a su lado, sin saber que eso le costaría perder a la mujer que realmente amaba.
Jamir, época actual
Kiki: ¿Y que es lo que usted busca en una mujer?
Mu: Que sea paciente, carismática, alegre, que este dispuesta a ayudar a quien lo necesita, y que le gusten los niños. (Sonriendo)
Kiki: ¿Que le gusten los niños?
Mu: Cualquier persona creería que eres mi hijo, Kiki, la mujer que me acepte sabiendo que estás bajo mi cuidado como si fueras mi hijo, esa será la adecuada. Aunque por lo regular... La vida de un caballero es algo solitaria.Si, la vida lo llevaría a encontrarse con esa mujer que el soñaba, no ese mismo día, tal vez en un mes o dos, probablemente en algunos años, pero el destino se encargaría de cruzar los caminos de los dos, a él para demostrarle que aún como caballero de Athena, tenía derecho a enamorarse, y a ella, para demostrarle que el verdadero amor no siempre es el primero.
Les traigo otro crossover esperando que les guste y le den amor
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El verdadero amor no es el primero
FanfictionLa conoció cuando estaba ayudando a Kiki. Quedó prendido a ella en cuanto vió sus ojos y la escucho hablar, pero eso no fue todo lo que lo cautivo, la forma en que trataba a Kiki, como lo cuidaba, más lo hacía enamorarse de ella, pero no podía decir...