Sesshomaru y Shippo salieron de la clínica, y una vez afuera, le contó todo lo que Kiki le había dicho, lo de la guerra santa y que si Aome quería irse con ellos a Japón, que la siguiera a dónde quiera que fuera, que si, llegaría a ser un caballero, después de todo era su alumno, pero primero estaba su madre.
Sesshomaru: ¿Él sabe quién es la reencarnación de Athena? - pregunto, dejando ver esa seriedad que años atrás lo caracterizaba -
Shippo: Al parecer es Saori Kido.
Sesshomaru: Llama a Jaken, no podemos hacerle la vida imposible como diosa, pero si como empresaria.De algún modo Sesshomaru haría justicia por todo lo que Aome estaba sufriendo en esos momentos y lo que había sufrido el día que se enteró que Mu iría a la guerra santa.
Le cobraría a Saori la ausencia de Mu, pues de manera directa o indirecta, ella era la responsable de todo lo que había pasado.
.......
Aome: Ven cariño. - llamo a Kiki que estaba a los pies de la cama - Ven a ver a tu hermanito.
Kiki: Se parece a... - mirando al bebé -
Aome: Si, se parece a tu padre. - termino la frase por él. - Es idéntico.Si, el pequeño Shion era idéntico a Mu, desde ese momento se podía ver, los dos puntos en la frente, sus ojos verdes como los de su padre, y el poco cabello que tenía, era lila, era la viva imagen de Mu.
Kiki: Mamá... ¿Que vamos a hacer? - pregunto un poco preocupado - ¿Nos vamos a quedar o nos vamos a ir con el tío Sesshomaru?
Aome: No te preocupes por eso. - respondió acariciando su mejilla - Concéntrate en ser niño y ser un gran hermano mayor, déjame las preocupaciones de adultos a mi.Los días fueron pasando, el bebé demostró estar bien, por lo que no necesito estar mucho tiempo en la incubadora, más que unas dos semanas, y después, lo dieron de alta.
En todo momento, ni Sesshomaru, Shippo o Rin se separaron de ellos, a excepción de Sesshomaru, que un día se desapareció y llegó al anochecer, junto a la madre de Aome.
Le pregunto porque no les había dicho nada sobre Mu y la guerra santa, y ella dijo que no lo había dicho, porque en el fondo tenía la esperanza de que él volvería.
Naomi: Ven a Japón. - dijo una vez que el pequeño Shion ya estaba dormido - Sólo un tiempo, para cuidar de ustedes tres, sólo dos meses, después regresan aquí, si ustedes lo quieren.
Aome: Un mes, mientras termina mi incapacidad en la clínica. - respondió - Después volveré.Kanna y Kagura la fueron a ver en los días siguientes, aunque Aome pudo ver algo diferente en Kanna, un brillo especial en su mirada, uno que alguien que ya pasó por algo igual, reconocería en otra mujer.
Aome: ¿Cuánto tiempo tienes Kanna? - pregunto cuando estuvieron a solas con el bebé -
Kanna: ¿Cómo sabes que...?
Aome: Ya estuve embarazada. - respondió mientras le daba una sonrisa - ¿Cuánto tiempo tienes?
Kanna: Tres meses, casi cuatro. - respondió mientras se le quebraba la voz - Pronto se notará, no sé cómo decirle a Kagura y... Y no sé que voy a hacer sin Milo.
Aome: Nos tienes a nosotros.
Kagura: Y a mi. - hablo, todavía estando parada en la puerta - Aunque claro, mientras más crezca mi vientre, más necesitaremos de tu ayuda, Aome.Las palabras de Kagura las sorprendieron, ella les dijo que se acababa de enterar, y que uno de los doctores de la clínica le había hecho un chequeo, apenas tenía un mes de embarazo.
Días después
Había viajado a Japón, y durante el transcurso del viaje, Sesshomaru aprovechó para hablar con Kiki, le dijo que sabía perfectamente que no podía reemplazar a Mu, pero que podía acudir a él si necesitaba algún consejo o por cualquier cosa que llegara a necesitar, después de haber cuidado de Shippo y ahora tener dos hijas, tenía la suficiente experiencia con niños.
Dos semanas después
Aome ya llevaba dos semanas en el templo de su familia, quería a su madre, su hermano y su abuelo, pero extrañaba estar en Rodorio, ya no sentía esa casa como suya, ahora solo era la casa de su madre, su hogar estaba en Grecia.
Aome: "Acaso existirá, un amor inmortal? Por el mundo estará, y lo voy a encontrar." - comenzó a cantar mientras arrullaba al pequeño Shion - Mis lágrimas son una canción, tan dentro de mi llevo el dolor, él robó mi corazón.
Tan concentrada estaba, que no se dió cuenta de que alguien estaba en la ventana, observándola, pues, Inuyasha había ido al templo, y en cuanto vio que estaba abierto la ventana de la habitación y escucho su voz, no dudo en subir a verla, como tantas veces lo hizo cuando ella viajaba a la época antigua.
Inuyasha: Siempre has tenido una hermosa voz. - llamo su atención aún estando en la ventana - ¿Trabajas como niñera?
Aome: Inuyasha. - exclamó con sorpresa al verlo ahi. -Si, era el mismo Inuyasha, ahora aparentaba tener unos 28 o 29 años, le sorprendío verlo ahí, en su ventana, y supo que si no sintió su aura, fue porque estaba tan concentrada en su pequeño, que en ese momento no le importaba nada más.
Aome: ¿Que haces aquí? - pregunto con seriedad mientras abrazaba a su bebé -
Inuyasha: A veces vengo al templo de tu familia. - respondió mientras se adentraba en la habitación - Ví que tu ventana estaba abierta y....
Aome: Por favor vete. - dijo sin dejar que Inuyasha terminará de hablar - Mi marido no tarda en llegar y no quiero que tenga problemas contigo.Sin decir nada más, Aome le dió la espalda y salió de la habitación, si antes lo estaba pensando, ahora lo conformaba, regresaría a Rodorio, ahí estaba su hogar.
Aome: Kiki, prepara tus cosas cariño. - hablo entrando a la sala - Mañana por la mañana regresaremos a Rodorio.
Naomi: ¿Por qué quieres regresar tan pronto? - pregunto un poco confundida - Dijiste que te quedarías por un mes.
Aome: Inuyasha está aquí. - respondió con seriedad - No quiero que acabe con la tranquilidad de mis hijos y la poca tranquilidad que aún me queda.
Naomi: Pero Aome...
Aome: Mamá, te quiero, pero tengo que volver a mi casa.Al día siguiente, Aome regreso a Rodorio, con Shippo acompañándola, pues no la dejaría sóla, menos a sabiendas de que Inuyasha la había ido a buscar mientras estaba en casa de su madre.
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El verdadero amor no es el primero
FanficLa conoció cuando estaba ayudando a Kiki. Quedó prendido a ella en cuanto vió sus ojos y la escucho hablar, pero eso no fue todo lo que lo cautivo, la forma en que trataba a Kiki, como lo cuidaba, más lo hacía enamorarse de ella, pero no podía decir...