Capitulo 22

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Kiki era un niño muy listo, y sabía, que poniendo esa carita inocente, nadie creería que él sería capaz de lanzarle una piedra a alguien, menos usando telequinesis, y eso Aome lo sabía.

Kiki: Pero yo no lo hice. - protestó cuando Aome le llamo la atención - Te lo prometo mamá, yo no golpee a ese señor.
Aome: Kiki. ¿Me estás diciendo la verdad?
Kiki: Te estoy diciendo la verdad. - respondió - Yo le hubiera arrojado algo más grande.

Aome no hizo más que reír, pues Kiki ya estaba aprendiendo ese leve descaro por parte de Shippo.

Aome: Está bien, ve a lavar tus manos, vamos a comer.
Kiki: ¿Por qué nos vamos a quedar en casa de la tía Kagura? - pregunto un poco confundido - ¿Quién era ese señor?
Aome: Ese señor es hermano de Sesshomaru. - comenzó a explicar - Cuando tenía quince años, él y yo fuimos... Fuimos algo, pero él prefirió estar con alguien más, y años después conocí a tu papá.
Kiki: Pero si ya está con alguien más. ¿Por qué te busca?
Aome: No lo sé cariño, pero me da un poco de miedo que les pueda hacer daño.
Kiki: Yo te voy a cuidar.
Aome: Te creo cariño, ahora ve a lavar tus manos para comer.

Aome sonrió ante lo dicho por su pequeño, pues sabía que había sido él quien le había arrojado esa piedra a Inuyasha, usando su telequinesis, claro.

Monte Olimpo

Athena se encontraba frente a su padre y los demás dioses, pues habían hecho una reunión para ver si se revivía a los caballeros o no, pues los dioses no aprobaban que un humano levantará su mano contra un dios.

Artemisa: Ellos pelearon por ti. - exclamó dando sus motivos de porque no debían revivirlos - Si tú pelearas como tal, ellos no habrían muerto.
Athena: Ellos no pelearon por mi. - protestó en cuanto escucho a su hermana - Ellos pelearon para asegurar que sus hijos y las personas a quienes quieren vivieran en paz.
Zeus: Muéstrame entonces.

Athena uso su báculo para que pudieran ver a las respectivas parejas de sus caballeros, y las que ella creía tuvieron algo con los otros.
Pero hubo algo que llamo la atención de los dioses, el ver a Aome, pues más de uno la reconoció.

Hera: La descendiente de Midoriko. - llamando la atención de todos - ¿Que era ella de tus caballeros?
Athena: La esposa de Mu de Aries, y quién destruyó la perla de Shikon. - comenzó a explicar quien era - Tienen dos hijos.

Athena les dió sus motivos para revivirlos, incluso les dijo, que para evitar futuras guerras, llegarán a un acuerdo de paz, y que incluso ayudaría a revivir a Hades.

Zeus: Ven en dos semanas, lo hablaremos entre nosotros y dependiendo de eso, te dare una respuesta.
Athena: Te lo agradezco, padre.

Dicho eso, volvio al santuario, pensó en hablar con Aome, para decirle lo que había hablado con su padre y los otros dioses, pero después, decidió no hacerlo, pues si su padre no accedía, después no sabría cómo darle la noticia.

.......

Por otro lado, Shippo le había llevado a Aome todo lo que le había pedido, estuvo un rato con ella, incluso ceno junto a Kagura, quien después de asegurarse de que Kanna y la bebé estaban bien, fue a descansar.

Cuando la mañana llegó, Aome se encontró nuevamente con Inuyasha, pero está vez en la entrada de la clínica, trato de evitarlo, pero él no la dejo pasar, y ella no podía empujarlo, pues llevaba al pequeño Shion en brazos.

Inuyasha: Por favor. Hablemos. - repitió una vez más - Pregunté en la recepción y me dijeron que hoy no vendrías a trabajar, pero que probablemente vendrías a ver a tu amiga que acaba de tener a su hijo.
Aome: Tienes veinte minutos, aprovéchalos.
Inuyasha: Vayamos a tu casa y hablamos ahí.
Aome: No. - replicó de inmediato - No pondrás un pie en mi casa, así que iremos a otro lado.

Se dirigieron a una pequeña cafetería, y en cuanto llegaron, Aome pidió un poco de agua caliente para preparar el biberón de su hijo.

Inuyasha: ¿Hace cuánto te casaste? - pregunto un poco impaciente -
Aome: Hace un año y medio.
Inuyasha: ¿Cuánto tiempo tiene tu bebé?
Aome: Cinco meses. - respondió, centrando toda su atención en su  hijo -
Inuyasha: ¿No son muchos meses para el tiempo que llevas casada?
Aome: Fue prematuro, nació a los ocho meses. - volvió a responder, sin siquiera mirarlos a los ojos. - Además... Estaba embarazada cuando me case, aunque claro, en ese momento no lo sabía.
Inuyasha: Te busque todo este tiempo. - cambiando abruptamente el tema - Pero... Sesshomaru me dejó pistas falsas, y crei que estabas en Canadá.
Aome: Lo sé, yo le pedí que te dijera eso. - está vez si lo miro a los ojos - Sabía que me estabas buscando, por eso cuando vine a vivir a Grecia, le pedí que te dijera eso.
Inuyasha: ¿Por qué lo hiciste? - pregunto con incredulidad - ¿Tienes idea de todo lo que quería decirte? Y ahora te encuentro casada.
Aome: Lo hice porque tú y yo ya no teníamos nada de que hablar, todo fue dicho la última vez que nos vimos.
Inuyasha: ¡Tú me amabas! - reprochó y golpeó la mesa, asustando y haciendo llorar al pequeño Shion - Eso no pudo haber cambiado.
Aome: Ese amor, literalmente se quedó en el pasado. - tratando de calmar a su hijo - Me enamoré de alguien que me puso primero ante todo, que es capaz de dar su vida por mi, y por nuestros hijos, que no dudo ni un sólo minuto en querer que formará parte de su mundo, y que me demostró que podía darme todo el amor que yo le doy a él.
Inuyasha: ¿Por qué se parece a ese sujeto que rescataste hace años? - pregunto en tono de reproche - ¿Crees que no sé que ese tipo estaba enamorado de tí?
Aome: Comparte rasgos con Hakurey, porque es algo así como su abuelo. - respondió con firmeza - Él vivió casi 300 años, cuido de Shion, el padre de mi marido y por ende el abuelo de mi hijo, quien vivió casi los mismos años.
Inuyasha: Un humano normal no puede vivir tantos años. - sorprendido -
Aome: Te dejo eso de tarea. - poniéndose de pie y sacando dinero para pagar lo consumido - Si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer.

Cuando Inuyasha intento detenerla, se vio sorprendido por Shippo, quien no lo dejo que la siguiera, estaba claro que no la tendría fácil para intentar recuperar a Aome.

El verdadero amor no es el primeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora