*9 años después*
- Venga An, date prisa - le dijo el pequeño Ethan a su hermana.
- Es que no lo encuentro - se quejó la mayor - sigue vigilando - le insistió buscando.
- Es aburrido, prefiero ayudarte - dijo el pequeño yendo hasta donde se encontraba su hermana.
- No, quédate vigilando tienes que... - dejó de hablar cuando su mano rozó algo cuadrado.
- ¿Lo has encontrado? - le preguntó Ethan sorprendido sentándose a su lado.
An sacó un disco y ambos niños lo miraron con sorpresa y unas enormes sonrisas pintadas en sus rostros.
- ¡Es verdad! ¡Máma y papá fueron héroes! - gritó An saltando por la habitación.
- ¡Es incredible! - gritó el pequeño emocionado.
- Increíble Ethan - le corrigió su hermana maravillada.
Unos pasos y unas risas muy conocidas para ellos se acercaron a la habitación.
La puerta se abrió y aparecieron sus padres.
- ¿Annabeth? ¿Ethan? ¿Qué hacéis aquí? - preguntó su padre acercándose a ellos.
- Es que... - quiso explicar el pequeño, pero su hermana le dio un codazo impidiéndoselo.
Su padre la miró y la pequeña sonrió angelicalmente.
- ¿Qué pasa pequeñaja? - se acercó a ella haciendo que moviera el disco tras su espalda.
- ¿Qué tienes ahí? - esta vez se acercó más y vio lo que tenía en sus pequeñas manos.
Su padre no pudo evitar sorprenderse.
- ¿Dónde lo habéis encontrado? - preguntó curioso.
- Queríamos saber si de verdad fuisteis héroes - le respondió Ethan.
Su padre miró a su mujer intentando no sonreír.
- ¿Qué hacemos con ellos cariño?
Su esposa miró a sus hijos y sonrió.
- Llevarles a la cama, ya han descubierto nuestro secreto.
Ambos niños gritaron y saltaron llenos de felicidad.
- Vamos pequeñajos, a descansar - Ethan salió de la habitación.
An dejó el disco encima de la cama de sus padres y se fue corriendo detrás de su madre.
Cuando Brianna volvió a la habitación, no encontró a su marido allí. En vez de eso, escuchó su profunda voz en la lejanía. Bajó a la estancia en la que sabía que se encontraba y lo observó apoyada en el marco de la puerta mientras cantaba.
Incluso después de casarse e irse a vivir a Inglaterra, incluso después de tener a dos hijos, el alma de Brianna pertenecía a la de Daniel, y la de él a la de Brianna. Cuando le perdió dejó de creer en las almas gemelas, pero cuando supo que él era el mismo niño del que se enamoró por primera vez, todo volvió a tener sentido una vez más. A su lado.
- ¿Lo echas de menos? - le preguntó Brianna entrando en la estancia.
Daniel la miró sorprendido, pero su rostro se tranquilizó al momento, apareciendo un gesto de nostalgia.
- Siendo sincero, algunas veces, pero estando a tu lado y al de los niños se me olvida - Daniel le dedico un dulce sonrisa acompañada de su potente mirada azul.
- Sigues siendo todo un romántico Daniel McFare - rió Brianna feliz.
- Sigues siendo toda una observadora Brianna McFare - Daniel le guiñó un ojo.
- Es extraño que aunque hayan pasado cuatro años ese apellido me siga sonando raro junto a mi nombre - Brianna arrugó la nariz.
- ¡Es precioso! - le reprochó Daniel acercándola a él para abrazarla.
Ella rió alegremente.
- ¿Te apetece recordar viejos tiempos? - le preguntó Brianna.
Daniel la miró sorprendido.
No había día en el que su ángel no le sorprendiese y eso le encantaba. Amaba su locura, amaba el entrecejo que se le formaba cuando pensaba, amaba el rojo de sus mejillas que la hacía más hermosa de lo que era, amaba que jugara con sus manos cuando estaba nerviosa, amaba que cuidara a sus hijos con tanto cariño como él... En definitiva, tenía una larga y extensa lista de cosas que amaba de ella, aunque sabía que amar implicaba algo enorme, no le importaba porque era lo que sentía cada vez que la veía.
- Claro, por los viejos tiempos cariño - le guiñó un ojo lleno de alegría.
Y eso hicieron porque sin la música ninguno de los dos podría vivir, al igual que él uno sin el otro.
Cuando volvieron a su habitación encontraron los recuerdos de aquel tiempo en el que arrasaron en toda España y parte del sur de América.
- ¿Recuerdas cuando todos decidimos mudarnos a Londres? Fue una completa locura, pero resultó perfecta porque desde entonces hemos visto crecer a Emily - le dijo Daniel.
- Sigo diciendo que se parece más a Dakota que a Ashton, sobre todo en su increíble cabello - replicó Brianna.
- También hemos visto crecer a Eli y tengo que decir que Andrada y Ron son más responsables de lo que alguna vez pensé que serían - dijo Daniel tumbándose en su cama.
- Y el pequeño Ray... - recordó Brianna con un pequeña sonrisa - fue una locura que Verónica y Tomi lo controlaran en el viaje en avión a España la última vez - rió Brianna recordándolo mientras se tumbaba al lado de su marido.
- Pero yo sigo queriendo saber si el bebé de Raquel y Trevor es niña o niño - frunció el ceño Daniel.
- Ya la conoces, es toda una periodista a la que le encantan las sorpresas, y Trevor es tan parecido a ella... - Brianna le guiñó un ojo.
- ¿Recuerdas cuándo nos casamos aquí, en Cheshire? - le preguntó Daniel.
Su esposa asintió con una radiante sonrisa en sus labios.
- Fue uno de los mejores días de mi vida, y mi hermana Alannah estuvo presente - Brianna le acarició la mejilla sintiendo su corta barba.
- Tu hermana es una chica tan brillante y única como tú - sonrió Daniel.
El potente azul se encontró con el suave esmeralda y como siempre, ambos se perdieron en los ojos del otro.
- Jamás pensé que todo acabaría así, no puedo pedir más de lo que tengo, es simplemente perfecto - susurró Brianna apoyándose en el pecho de Daniel.
Él empezó a acariciarle el pelo.
- Te amo ángel y sé que vamos a ser tan buenos padres como lo fueron los míos y los tuyos - le dio un beso en la frente.
- Ya lo estamos siendo Dani - levantó la mirada para sonreírle - yo también te amo mi niño - levantó la mano para peinarle el flequillo - yo también te amo.
FIN
-----------------------------------------------------------
Hola de nuevo :D
Espero que os haya gustado, para mí ha sido inefable escribir el final de mi primera historia :')
¡Es increíble que ya tenga 5.000 visitas! En serio, muchísimas gracias por leerla, sois totalmente únicos y perfectos, todos y cada uno de vosotros :D
Ahora subiré los agradecimientos.
Hasta ahora,
Abrazosdepanda ♥.
ESTÁS LEYENDO
La música y la rivalidad
RomanceBrianna Collewe y Daniel McFare. Dos adolescentes que forman parte de dos grupos de música muy distintos. Se conocieron hace 5 años y desde entonces no se soportan. Bromas de muy mal gusto, insultos hirientes, miradas llenas de odio, gritos plagados...