Una noche y una mañana muy divertidas

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*Narra Bri*

- ¡Hola Bri! - escuché la voz de Dako al otro lado del móvil, la había llamado cuando llegue a casa - ¿qué han dicho tus padres? - preguntó frenética.

- Bueno... - hice una pausa dejando la duda en el aire.

- ¿Y bien? - su voz sonaba impaciente.

- ¡Os han dejado venir! - exclamé escuchando un grito de felicidad por parte de mi amiga.

- ¡Eso es genial! - podía notar su enorme sonrisa al otro lado del móvil - ¡Se lo diré a todas las chicas! ¿A qué hora vamos?

- Creo que estaría bien que vengáis a las nueve, preparamos la cena y cenamos todas juntas.

- Me parece una gran idea - escuché su risa - entonces a las nueve en tu casa, hasta luego princesa.

- Hasta luego reina - colgé riéndome.

Me tumbé en el sofá esperando a que llegaran. El cansancio hizo que mis párpados cayeran y acabe dormida. Estaba muy cansada después de andar tanto.

Me despertó el sonido del timbre.

- Ya voy, ya voy - dije abriendo los ojos y levantándome del sofá como un robot.

Abrí la puerta y escuché muchas risas a la vez. Me desperté de golpe. Eran las chicas.

- ¿Qué hora es? - fue lo primero que se me pasó por la cabeza.

- Son las nueve bella durmiente - me informó Lucía haciendo que las carcajadas aumentaran.

- Vale, vale, perdón, me he quedado dormida - dije sonriendo por su ocurrencia.

- ¿Podemos pasar? - preguntó Mica sonriendo.

- Claro perdón, pasar, pasar - dije haciéndome a un lado para dejarles entrar.

- A este paso vas a estar diciendo perdón toda la noche - me dijo Irene sonriendo mientras subíamos las escaleras.

Ya estaban todas en mi habitación, vi las maletas y me di cuenta de que no había hecho la mía porque me quedé dormida. Me di una palmada en la frente, espero que mañana me dé tiempo a hacerla.

Dejé todas las maletas en la habitación de mis padres y escuché risas en la cocina, bajé y vi que estaban mirando lo que teníamos para poder hacer la cena.

- ¿Qué vamos a preparar hoy? - dijo Dako poniendo voz de una mujer que anuncia comida.

- ¡La cena! - gritamos todas entre risas.

Una media hora después ya estábamos cenando en la cocina, mientras acabábamos Andra y Lucia recogían la mesa.

- ¿Y ahora? - preguntó Andra.

Como se notaba que no nos conocía.

- ¡Película y palomitas! - gritamos todas haciéndola reír.

- Me pido preparar las palomitas - gritó Dako levantando la mano.

- Espero que lleguen sanas y salvas al salón - la miré y estreché los ojos en un intento fallido de no reírme - La última vez que hizo palomitas solo llegaron la mitad al salón - informé a Andra.

- ¡Tenía hambre! - gruñó cruzándose de brazos y haciendo que todas riéramos.

- Está bien, está bien, nosotras vamos eligiendo la película - dijo Mica.

Fuimos al salón y saqué todas las películas que tenía. Había de miedo, de suspense, de comedia y la mayoría de amor, cogimos las de comedia y miramos los títulos.

La música y la rivalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora