La música y la rivalidad

¿Quién ganará?

Antes de empezar a leer quería avisaros de que en este capítulo os dejo el link de la canción del grupo de Daniel y en el siguiente el link de la canción del grupo de Brianna. Y ahora, sin más preámbulos...

¡Disfrutad!

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*Narrador omnisciente*

Ambas bandas estaban ensayando, pero solo dos de sus vocalistas estaban cantando como nunca antes. Para ellos era más que un concurso. Era una oportunidad que no se iba a repetir y tenían que hacerlo lo mejor que sabían si querían conseguirla.

Ambos estaban seguros de que lo iban a conseguir acompañados de su grupo, sus amigos y sus familias.

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*Narra Bri*

Canté la última frase. Era la última vez que íbamos a ensayar nuestra canción. Teníamos que irnos, ya eran las seis y media y no queríamos llegar tarde a nuestra actuación. Según nos habían dicho había como doce bandas y seríamos los últimos, pero queríamos ver contra quién nos enfrentábamos. Además del escenario y todas las personas que iba a ver allí.

Quisimos ir en metro, pero pensamos que como iba a ir mucha gente ya que era el centro de Madrid puede que no llegáramos a tiempo. Así que cada uno tuvimos que irnos en nuestros coches con nuestras familias.

- Hasta dentro de media hora estad tranquilos, todo va a salir genial - nos animó Dako sonriendo.

Todos asentimos y nos fuimos.

Tomi tuvo que venirse con nosotros. Mis tíos irían más tarde ya que todavía tenían que trabajar. Fuimos andando sin mediar palabra y llegamos a mi casa. Entramos y mis padres ya estaban listos esperándonos.

- Venga chicos no queremos llegar tarde - dijo mi madre levantándose y poniéndose el abrigo con ayuda de mi padre.

Sonreí nerviosa.

- ¡Esperad! - dije cuando me acordé de algo mientras ellos se iban a montar al coche.

Subí corriendo las escaleras en dirección a mi habitación, entré y fui directa a mi mesilla. Abrí el segundo cajón y lo colgué en mi cuello.

Es mi amuleto, lo necesito. Hoy es un día muy importante y le necesito presente de alguna forma, sonreí con tristeza.

Cerré el cajón y volví a bajar a toda prisa las escaleras. Fui directa al garaje y me monté en el coche. 

- Lista - les sonreí a mis padres.

Papá arrancó el coche y salimos en dirección a Madrid al Palacio de los Deportes. Estaba cada vez más nerviosa. No podía dejar de mover mis manos. Sentí que una mano se posaba encima de la mía. Miré a Tomi. Después de todos estos días me sonrió tan sinceramente que me tranquilicé al instante. Estuvo todo el viaje con su mano sobre la mía hasta que por fin llegamos a nuestro destino.

- Ya estamos aquí - dijo mi padre quitando las llaves y desabrochándose el cinturón.

Nos bajamos del coche y pude observar lo grande que era aquel edificio.

¡Wow! No puedo imaginarme cómo será el escenario ni cuántas personas estarán observándonos, pensé.

- Tranquila Bri todo va a estar bien - escuché que decía Tomi detrás de mí.

- S... Sí - tartamudeé sorprendida tanto por el hecho de que me hablara como por lo grande que era aquel sitio.

Encontramos la puerta para entrar y esperamos a que llegaran los demás.  En menos de cinco minutos todos estaban aquí.