Una confesión espontánea

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NOTA IMPORTANTE AL FINAL.

*Narra Bri*

Cada vez que hablaba con alguien el imbécil me miraba, cuando comía me miraba, cuando cogía algún plato me miraba, cuando bebía me miraba, cuando gritaba me miraba, incluso cuando creía que no me estaba mirando me miraba.

Era insoportable.

Cuando terminamos de cenar mi opinión sobre los amigos de ese imbécil había cambiado. Andra tenía razón, eran chicos muy agradables y graciosos.

- ¿Qué os parece si vemos una película? - preguntó un sonriente Ron.

- Una gran idea - aceptamos.

- ¡Yo eligo la película! - gritó Dako emocionada.

Nadie se negó, así que Dako fue a buscar las películas mientras recogíamos todo.

- ¡La tengo! - gritó Dako justo cuando acabamos.

Todos fuimos al salón, teníamos curiosidad por saber qué película había elegido.

- Evil Dead - respondió a nuestras miradas interrogantes con una sonrisa de maldad y emoción.

¿Por qué no me sorprende?, sonreí.

- ¡No! - gritó Irene con una mirada de terror.

- ¡Oh venga es una película! - dijo Dako poniendo los ojos en blanco.

Ian se acercó a Irene y le susurró algo al oído, al momento sus mejillas enrojecieron.

- Va... vale - respondió.

¿Qué pasa con Irene e Ian?, me pregunté.

Antes de sentarnos bajamos las persianas dando un toque escalofriante al salón y nos sentamos.

Dako y Ashton se sentaron en un sillón, Irene y Jackson en el sofá, a su lado se sentaron Ian y Lucía. En otro sillón se sentaron Mica y Ryan, Ron y Andra prefirieron dos cojines encima de la alfombra, al igual que Tomi y los cuatro amigos del imbécil. Parece que se llevaban muy bien.

Y a mí me tocó sentarme al lado del imbécil en un mini sofá por desgracia.

- Que casualidad, ¿verdad gatita? - me susurró él al oído.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Me giré y estreché mis ojos.

Él me sonrió arrogantemente.

Dako se levantó y puso la película emocionada. Ama las películas de miedo. Lo malo es que no a todos nos gustaban.

La película empezó.

No da tanto miedo, pensé.

Casi una hora y media después.

- ¡¡NO HAGAS ESO!! ¿¡ESTÁS LOCA!? - gritaba Irene.

- ¡¡NO, NO, NO, NO!! - gritaba Mica con las manos tapándose los ojos.

- ¡¿PERO ESTÁS LOCA!? ¡¡NO TE CORTES LA PIERNA, YA TE VALE CON EL MALDITO BRAZO!! - gritaba yo aterrorizada.

La risa de Dako se escuchaba cada poco tiempo. Era una de las pocas personas en esa habitación que disfrutaba de esta película.

Apreté el brazo del imbécil, estaba prácticamente encima de él, temblando de miedo, aterrorizada por ver tanta sangre en menos de dos horas.

- ¡PERFECTO! ¡ADIÓS LLUVIA DE SANGRE! - grité.

La película acabó y me relajé.

- Debo de ser un cómodo asiento porque no te has movido de encima de mí en media hora gatita - me dijo el imbécil guiñándome un ojo.

La música y la rivalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora