Él... ¿me quiere?

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*Narra Bri*

Cuando entré en la casa no divisé a nadie ni en la cocina, ni en el salón, escuché risas fuera de la casa y miré por los ventanales.

Todos estaban fuera, allí había un enorme jardín rodeado de arbustos frondosos y flores hermosas con una piscina bastante grande. El césped recorría todo el jardín y estaba muy cuidado.

Salí fuera y me fijé en que Andra y Ron estaban tumbados en sus toallas mientras los demás jugaban a lo que creí que era voleibol. Los equipos eran chicas contra chicos. 

Sonreí, ¿qué habrían apostado para estar jugando tan seriamente?

- ¡Bri! - gritó Andra moviendo la mano para saludarme.

Me acerqué.

- Hola - sonreí - ¿qué ha pasado para que estén jugando tan seriamente?

- Estábamos hablando de que hacer para la cena y escuchamos gritos, eran Ashton y Dako, estaban discutiendo por quien se iba a quedar con algo que habían encontrado, me parece que era una caja - Ron puso los ojos en blanco - A Dako se le ocurrió que quien ganara un partido de voleibol se la quedaría y así han acabado - me explicó Ron.

- ¿Y los demás? - pregunté con curiosidad.

- Ya sabes como son, se apuntan a todo - sonrió él.

- ¿Y vosotros por qué no jugáis? - pregunté sonriendo de lado a Andra.

- Porque no queríamos - dijo ruborizada mirando como jugaban los demás.

Seguro que entre ellos pasa algo. Tendré que preguntarle a Andra más tarde.

- ¿Y Tomi? - intenté no parecer preocupada.

- No lo sé, después de comer no lo hemos visto - me respondió Andra.

- Vale, iré fuera - les sonreí - hasta luego chicos - le guiñé un ojo a Andra y antes de ver como se sonrojaba me fui al patio delantero.

Salí y me senté en el banco de la entrada.

Empecé a columpiarme lentamente viendo el precioso paisaje que tenía delante de mí.

Había dos ardillas jugando con una bellota en lo alto de un árbol, los pájaros estaban cantando y hacía viento, pero era un viento agradable, un viento refrescante.

¿Dónde estará Tomi? Espero que no esté lejos, aún no hemos hablado.

¿De verdad quieres hablar con él? replicó una vocecita en mi interior.

Sí, quiero hablar con él, no sé cómo acabará esa conversación, pero quiero hablar con él.

¿Y qué pasa si acaba mal?volvió a hablar una vocecita dentro de mi cabeza sorprendiéndome.

Pues no lo sé, le respondí.

Sientes algo por éldijo esa vocecita.

Y antes de poder responderle, escuché un ruido procedente del bosque que hizo que dejase de pensar y me levantara rápidamente.

Bajé la pequeña escalera de tres escalones y me acerqué a la espesura del bosque.

De repente, la figura de Tomi apareció.

Le observé, sus nudillos estaban sangrando, su cuerpo estaba acelerado, al igual que su respiración, tenía la mandíbula apretada, y al ver sus ojos me asusté, en ellos había odio, odio totalmente puro.

Este no es Tomi.

- ¿To... Tomi? - tartamudeé.

Él me miró sin mover ni un solo músculo, algo que me asustó mucho más.

La música y la rivalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora