✫.༓☾Lobo demente☽༓.✫

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Su buen humor irradiaba demasiado desde su cuerpo haciendo su aroma aún más dulce de lo de siempre, mientras subía tarareando una canción que había aprendido desde pequeño junto a su madre y llevaba sus alimentos comprados de la grandiosa cafetería que recién había conocido ,se alagaba así mismo de ser un perfecto omega por enfrentar sin problema alguno aquellos alfas que intentaron interponerse en su camino hasta la azotea del edificio más grande que encontró dentro de la universidad.

Aunque en su mente insistía la pregunta del porque la facultad de administraciones era mucho más grande que las demás y al parecer la más importante de todas las instalaciones del lugar.

Un último escalón y se encontró con la puerta que daba paso hacia afuera levemente abierta, le preocupó un poco que otro alfa se encuentre en aquel lugar pero a la vez se llenó de valor idolatrándose en que podría enfrentarlo. Abrió la puerta con delicadeza y al dar un paso una cancion empezó a ser cantada por una persona que al parecer se escondía detrás del pequeño muro que se divisaba frente a él.

El aroma del contrario le parecía conocido y lo dejaba un poco ido ya que apenas ingresaba el olor amargo a sus fosas nasales, todo su cuerpo se estremecía y ni hablar de su lobo que hasta su cola movía.

Pero aún más era la hermosa canción que lo encantaba, aquel alfa -según su deducción- poseía una lengua de miel en el canto.

Decidido a saber la identidad de aquella persona se paró de puntitas y como ladrón dentro de una casa ajena en plena noche se desplazó hasta que el canto paró y unas palabras se hicieron presentes.

-Creo que es de mala educación querer espiar a las personas-- una voz algo gruesa y seria hizo que su cuerpo se tensara un poco por lo encantador que se escuchaba. Lo estaba volviendo loco y apenas era su voz.

-Mi idea era no interrumpirlo-- pensó rápidamente como excusarse, por algo era reconocido un omega demasiado inteligente y hábil.

-Existe una salida y otras azoteas por si no deseaba interrumpir-- el albino alzó una ceja al deducir que tal vez ese lobo quería deshacerse de él, pero no se rendiría tan fácil. Ya se había propuesto conocer la identidad de la melodiosa voz y lo lograría.

-Perdería mi tiempo en ir a otra azotea-- se apoyó de espaldas a la pequeña pared, cosa que sobresaltó al alfa al pensar en poder ser descubierto-- Además...¿Por qué debería complacer los ideales de alguien que ni siquiera conozco?-- escuchó una pequeña risa del contrario haciéndolo sonreír. Una vez más quedó encantado por el sonido de su voz completamente expresado en una risa.

-Esta bien, tú ganas-- el omega se adulo otra vez por conseguir lo que quería-- Puedes quedarte, yo me iré-- y así la sonrisa del pecoso se borra de su rostro de inmediato.

El aroma algo amargo pero a la vez agradable e irreconocible del alfa se volvió mucho más agradable cuando este se levantó haciendo que cerrara sus ojitos y sonriera como idiota aún de espaldas frente al joven.

El albino giró su cuerpo en el intento de ver el rostro del contrario a lo que este se despidió respetuoso, pero lo único que obtuvo fue la espalda de aquel alto muchacho, un cabello negro algo largo revoloteaba debido al viento y su camisa blanca también se encontraba en el mismo estado.

-No es necesario que se vaya-- intentó convencer al pelinegro-- Hay mucho espacio.

-¿Se mantendrá lejos de mi?-- no obtuvo respuesta-- No me gusta que me oigan cantar, a parte...-- dió un paso hacia adelante-- No soy muy bueno socializando así que te aburrirías de mi tan fácilmente... O me tendrás miedo al saber lo que soy-- lo último susurró siendo inaudible para el menor.

-Esta bien-- afirmó observando que solo había un camino hasta la salida desde donde se encontraba el pelinegro-- Puede irse, no me opondré.

(Ya gané), ese pensamiento se mantenía en la mente del menor aunque grande fue su sorpresa al ver que aquel alfa se dirigía al camino contrario que había visto, y su corazón se sobresaltó casi dándole un infarto al presenciar que el mismo joven se lanzaba de la azotea.

En medio de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora