— ¿Qué dices Jimin? — le preguntó Yoongi entrando en la habitación.
Jimin se sorprendió con la pregunta, lo había tomado desprevenido y no sabía qué responder. Beomgyu le estaba diciendo que quería ser su hijo y Yoongi también esperaba una respuesta.
— Uuh... hmm...
— Porque si aceptas.... — lo interrumpió Yoongi — También estarás aceptando ser mi esposo.
— ¿Qué? — Jimin abrió los ojos sorprendido.
— ¡Sí, Mimi! — gritaba Beomgyu, mientras daba saltitos en la cama — Cásate con mi papito.
Jimin se lanzó a los brazos de Yoongi, rodeándole el cuello y comenzando a repartir besos por toda la cara, hasta detenerse en los labios.
— Te amo — susurró el castaño, aún sin poder creerlo. — Si quiero casarme contigo — una lágrima rodó por su mejilla. Ellos continuaron abrazados, cuando sintieron unos pequeños bracitos rodeándoles las piernas.
— Mis papitos — dijo bajito el menor con una enorme sonrisa.
Los tres durmieron felices esa noche. Habían pasado pocos meses de la muerte de Jisoo y a pesar de que Beomgyu no entendía, él sentía que algo no andaba bien, que nunca más volvería a ver a su mamá. Por ello, en todo ese tiempo el menor no andaba de tan buen ánimo y eso hacía que Yoongi y Jimin se sintieran frustrados. Intentaban que él se distrajera, llevándolo a parques, al cine, donde sus amiguitos, pero cuando regresaban al departamento, su ánimo decaía.
Las cosas comenzaron a cambiar, con el pasar de los días. En especial cuando Yoongi le comentó al menor sobre la propuesta de matrimonio. Él no entendía, pero Yoongi intentó explicarle de la mejor forma para que entendiera.
Yoongi le preguntó si le gustaría que Jimin también fuera su papá y el menor no tardó ni dos segundos en responder. No tenía siquiera que pensarlo, por lo que se pusieron de acuerdo, para realizar la propuesta.
Yoongi le había dicho, que le preguntara a Jimin si quería también ser su papá, pero cuando escuchó al menor dese la puerta, lo conmovió. Sus palabras eran tan sinceras para un niño de 4 años, que solo quería tener a su familia constituida.
— Entonces... — se separó un poco Yoongi — Mi amor, padre de mis hijos — el castaño se ruborizó al escucharlo. Estaba tan emocionado que no podía evitar sollozar. La emoción que sentía en esos momentos era tan grande para él, que nunca creyó llegar a ser tan feliz. Luego con la separación de ambos, nunca imaginó que volvería a sentirse tan pleno.
Yoongi se arrodilló frente a él y sacó una pequeña cajita de terciopelo azul desde su pantalón — ¿Aceptas casarte conmigo?
— Sí, mil veces sí. — Continuó besándolo, demostrándole todo el amor que sentía por él, lo feliz que se encontraba y lo emocionado que lo hacía pensar en un futuro juntos, los 4.
3 meses después.
— ¿Yoon? — lo llamó con la voz entrecortada — ¿Yoongi? — volvió a llamarlo, pero aumentando el tono de voz.
Yoongi se encontraba en el cuarto de Beomgyu, los dos esteban en pleno juego de Fifa cuando el pelinegro escuchó que Jimin lo llamaba. Y por el tono de voz que usó, no supo cómo había llegado al lado de él, dejando el juego olvidado en el suelo.
— Yoongi, creo que debemos ir a la clínica. — el pelinegro vio a su novio, que tenía una cara de sufrimiento, al parecer las contracciones estaban siendo cada vez más seguidas.
Con todo lo que habían pasado los últimos meses, nunca programaron la cesárea y al no ser así, Jimin sufriría con las contracciones.
Ni siquiera habían preparado un bolso con todo lo necesario, para que Jimin se internara en la clínica. Solo agarró las llaves del auto y salieron del departamento los tres.
Yoongi intentaba tranquilizar a Jimin, mientras iban en el ascensor hacia su auto.
— Beom, ten mi teléfono — el menor lo agarró, pensando que su papá lo dejaría jugar, como en anteriores oportunidades, pero el pelinegro había marcado a su madre. — Habla con la abu.
Llevaba a Jimin de la cintura y lo colocó en el asiento del copiloto. Sentó a Beomgyu en su sillita y emprendió rumbo hacia la clínica.
— Inhala por la nariz y exhala por la boca — repetía Yoongi a su novio y le agarraba la mano. — Mamá, necesito que compres todo lo necesario, para Jimin y para el bebé — hablaba un poco más fuerte Yoongi, para que su madre lo escuchara por el altavoz.
Yejin lo había regañado, pero a la vez estaba demasiado feliz por la llegada de su nuevo nieto. Que el enojo quedó en el olvido. Siguió hablando con Beomgyu y de lo preocupado que estaba el menor. No quería ver a Jimin sufriendo y también estaba el temor de qué pasaría con él cuando el bebé llegara.
Jimin respiró hondo y se giró para mirarlo
— Usted y yo vamos a conversar seriamente, jovencito — el menor asintió aterrado, sin emitir sonido. Jimin volvió a respirar profundo — Hubiese preferido tener esta conversación en otro momento, pero... — hizo dos respiraciones profundas, antes de continuar — Beom, no quiero que pienses que con la llegada del bebé, nos olvidaremos de ti. Es tu hermanito y los dos son igual de importantes para nosotros — Yoongi le dio un apretón a Jimin. No quería que siguiera hablando, porque eso significaba un esfuerzo más y ya estaba sufriendo bastante.
— Bebé, tu hermanito es muy pequeñito y va a necesitar del cuidado de todos, en especial de su hermano mayor. — Yoongi le guiñó un ojo a través del espejo retrovisor. Beomgyu parecía más calmado, luego de esa pequeña conversación y en la cual Yejin también ayudó.
Al llegar a la clínica, la atención fue rápida. Yoongi quería entrar, para estar con Jimin cuando su bebé naciera, pero como su mamá no llegaba aún, no podía dejar al menor solo. Dándole un beso que tuvo que ser interrumpido por la enfermera, debido a que no podían seguir esperando, el pelinegro se quedó a esperar junto a su hijo, mientras veían a Jimin perderlo de vista. Esperaban que todo saliera bien.
Yejin tardó en llegar, pero cuando lo hizo, Yoongi corrió para pedirle a los enfermeros que lo dejaran entrar. Quienes se negaron, pese a las súplicas del pelinegro. Tuvo que esperar junto a su mamá y Beomgyu en la sala de espera, de mal humor y mirando con odio a quienes le habían negado la entrada.
...
El parto llevaba 2 horas y media, por lo cual estaban todos demasiados nerviosos. La operación debía durar menos de 1 hora entre que Jimin entrara a la habitación hasta que sacaran al bebé y en todo ese tiempo nadie les decía nada. Yoongi había ido a preguntar, pero nadie le informaba qué sucedía. Daba vueltas en la sala de espera, de un lado hacia otro, pasándose la mano por la cara, mirando la hora en su reloj, cada 5 minutos, llamando y recibiendo llamadas de sus familiares y amigos.
— ¿Hay algún problema Doctor? — Yoongi le preguntó asustado, al verlo salir de la habitación, con el rostro serio.

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Mi Final Feliz. Yoonmin
FanfictionYoongi se encuentra en la obligación de volverse padre de un menor de 3 años. Tendrá la ayuda de sus amigos, especialmente del profesor de preescolar, Jimin.