II Temporada: Capítulo III

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— Uhh... sigue Yoongi...

Jimin gemía pidiendo más a su esposo. Luego de los últimos días que estuvo con los nervios de punta y se alteraba por todo. Yoongi lo calmó de la mejor forma que él sabía. Dándole placer a su marido, que olvidara todo el estrés del trabajo y cualquier problema que tuviera. Al menos, en ese momento eran solo ellos dos los que importaban, lo demás podría esperar.

— Te amo Jimin

— Yo también te amo, Yoon... más rápido amor.

El pelinegro obedeció, no sin antes besarlo y comenzar con un ritmo más rápido.

— ¡Ah! Ahh

— Shhh... los niños

— Están dormidos... así que sigue... ahí... ahhhh... te amoo

— Te amo, te amo

— Sí, sí... ahhh... más...

Yoongi continuó embistiéndolo hasta sentir los músculos de Jimin contraerse. El castaño estaba llegando al orgasmo y a él le faltaba muy poco para alcanzarlo. Solo un poco más y sintió el tibio líquido esparcirse entre ambos cuerpos y Jimin cayendo rendido en la cama, con la respiración entrecortada.

— Cariño... — susurró Yoongi — No sigas haciendo eso. No duraré más — El castaño le sonrió con los ojos cerrados. — Te sientes tan apretado cuando haces eso... aahhh... voy a... — Jimin contraía los músculos a propósito.

Yoongi no alcanzó a terminar de hablar y cayó encima de su esposo, rendido, luego de acabar en su interior.

Se quedaron en la misma posición por unos minutos, hasta que Yoongi recobró las fuerzas necesarias para moverse y dejar de aplastarlo. Se levantó y luego de limpiarlos a ambos, volvió a la cama. Sonrió al ver a Jimin durmiendo con el rostro relajado, no como las noches anteriores. Quizás solo necesitaban un poco más de intimidad.

...

El pelinegro fue el primero en despertar, como de costumbre y preparó el desayuno para todos, pero el de Jimin se le llevó a la cama. Quería seguir consintiéndolo.

— Mi amor, despierta — lo movió suavemente y acomodó todo. Jimin se sorprendió por la muestra de atención, pero en realidad Yoongi siempre había sido así con él. Solo que a veces la rutina cansaba y se olvidaban de pequeños detalles que pareciera que no fueran importantes, pero sí lo eran.

— Se ve delicioso, no te tenías que molestar, podría haberme levantado

— Anoche tuvimos mucha acción y necesitas reponer fuerzas — le habló bajito, por si alguno de sus hijos lo oía — Tenemos que repetirlo — Jimin negó con la cabeza, sonrojado ¿A quién engañaba? A él le encantaba hacer el amor con Yoongi.

— ¿Sabes? — comenzó a preguntarle Yoongi, mientras se colocaba los zapatos — Estuve pensando...

— ¿Y no te dolió la cabeza? — lo interrumpió Jimin, ganándose una mirada asesina por parte del pelinegro. Se cubrió la boca para ocultar su risa.

— Como te decía... antes de que me interrumpieras. Estuve pensando en que deberíamos invitar a tu hermano a la casa — El castaño se congeló al escuchar semejante idea — ¿Qué dices?

— N-no creo que sea buena idea

— ¿Por qué no? Estoy seguro que a los niños les gustará conocer a su tío

— P-pero... — intentaba esconder su nerviosismo, pero era difícil.

— Está bien... entiendo por qué no quieres que venga — Jimin se puso pálido. En su mente pasaron un montón de ideas. — Ya sé que nunca le hemos contado a los niños de que viviste en un hogar para menores y mucho menos de lo que viviste ahí. No es algo para ir contando a la ligera y yo respeto que no quieras contárselo, pero estabas con tu hermano y aunque no se llevaban bien, al parecer él quiere remediar las cosas, así que... ¿por qué mejor no nos juntamos con él, tú y yo? Podemos juntarnos en un café, háblale.

Mi Final Feliz. YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora