II Temporada: Capítulo VIII

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— ¿Para qué querías verme?

Ambos jóvenes llevaban varios minutos de incómodo silencio, ninguno de los dos sabía qué decir, aunque de vez en cuando se dedicaban algunas miradas coquetas. Yeonjun decidió ponerle fin a ese silencio que entre ellos no era común.

— No creo que me hayas pedido venir, solo para sentarte junto a mí y mirarme. Ya sé que soy atractivo y que no puedes dejar de verme — observó al menor que lo miraba con una sonrisa en los labios — ¿Te sientes bien?

— Perfectamente

— No lo pareces

— En realidad, estoy mejor que nunca — tomó aire y le agarró la cara con ambas manos, juntando sus labios con los de Yeonjun en un casto beso. Se separó para verlo a la cara, pero Yeonjun fue quien tomó la iniciativa esta vez, agarrándolo de la cintura y atrayéndolo a su cuerpo. Se volvieron a besar, disfrutando del momento. Yeonjun le acariciaba la cadera con ambos pulgares, siendo delicado, mientras Beomgyu le acariciaba el cuello.

Llevaban algún tiempo besándose, cuando el mayor tomó consciencia de lo que hacían.

— No... no podemos hacer esto

— Si podemos — Beomgyu volvió a acercarse, pero Yeonjun dio un paso atrás.

— No, — lo detuvo con una mano en su pecho — Yo no quiero ser plato de segunda mesa

— Tontito — el menor le acarició la mejilla — Estoy soltero, terminé con Jeongin. — La cara de Yeonjun era de felicidad pura, sus ojos brillaban y quería saltar de lo contento que estaba.

— ¿Hablas en serio? ¡Por qué no lo dijiste antes! — volvió a agarrarlo firmemente y lo besó como si no hubiera un mañana.

...

4 meses después.

— No sé qué hacer con Jimin — Yoongi se dejó caer en el asiento de su oficina. — Por más que trato, es como si lo alejara cada vez más de mí. No puedo soportarlo

— Debes darle tiempo

— ¿Más tiempo? Taehyung, ¡Ni siquiera me mira!

— Tú no des el brazo a torcer, vuelve a conquistarlo.

Ellos intentaban recuperar su relación, aunque era más por parte del pelinegro. Jimin por su parte, estaba enfocado en su embarazo y en sus hijos.

El castaño había dejado de trabajar, debido a que el médico le recomendó que se tomara un descanso por estrés, no le hacía bien al bebé, ni tampoco a él mismo.

No quiso contratar alguien para que se encargara de la casa, aunque Yoongi lo sugiriera todo el tiempo.

Los niños estaban fascinados con la noticia de que tendrían un nuevo hermanito y consentían en todo a Jimin. Incluso habían mejorado su rendimiento en la escuela y eran más obedientes de lo norma, todo con tal de que su papá no pasara malos ratos.

Yoongi llegaba cada tarde con un ramo de flores y se encargaba de elogiarlo por todo, pero Jimin tomaba el ramo y se iba de ahí sin prestarle mayor atención. Luego le servía la comida, en silencio y se iba dejándolo solo, arrojando el ramo al basurero.

— ¿Cuánto tiempo más seguirán enojados tú y papá? — le preguntó Beomgyu al verlo sentado mirando por la ventana. Se veía pensativo

— No estoy enojado con él — respondió sin mirarlo.

— Pero ni siquiera le hablas — se fue acercando hasta sentarse frente a él.

— Estoy dolido — una lágrima rodó por su mejilla mientras hablaba — Las palabras hieren más que las acciones y que tu padre haya desconfiado de mí, me destrozó el corazón. Ni siquiera quería que estuviera cerca de ustedes

— Pero papá...

— No lo defiendas, sé que en algún momento podré perdonarlo completamente, pero no por ahora

— Al bebé no le hace bien que estés triste todo el tiempo. Debes estar feliz... y quería contarte algo — Jimin se limpió los ojos con el dorso de la mano.

— ¿Qué sucede?

— Terminé con Jeongin

— ¿Y eso? Pensé que ustedes estaban bien

— Y lo estábamos, pero yo no estaba enamorado de él

— Entonces, eso fue una sabia decisión — el menor asintió.

— Aunque no me gustó lastimarlo

— Pero fuiste honesto con él ¿O preferías seguir engañándolo?

— No, claro que no

— Acércate — Jimin abrió sus brazos, esperando que Beomgyu se acercara para abrazarlo. — Ahora te devuelvo tu consejo, no tienes que estar triste. Esa carita hermosa merece tener siempre una sonrisa.

— No estoy triste, de hecho, estoy feliz. Tengo novio

— No entiendo, me dices que terminaste con Jeongin, pero luego me dices que tienes novio

— Así es — respondió sonriendo — Yeonjun y yo somos novios — Jimin lo alejó para verlo a la cara.

— ¡Felicidades! ¡Esa sí que es una buena noticia! Ustedes eran tan necios, me alegro mucho por los dos.

— Gracias papá — el castaño le acariciaba el cabello.

— ¿Sabes? La vida nos da muchas sorpresas y espero que esta relación que recién comienzan sepan cuidarla. No dejen que otras personas se interpongan y por sobre todo, sean honestos y confíen el uno en el otro.

— Te amo papá

— Yo también te amo. — Jimin le dejó un beso en la cabeza y tuvo que apartarse rápidamente por el sonido del timbre que los interrumpía.

Se levantó y abrió la puerta, viendo a un oficial.

— ¿Sr. Park Jimin?

— Min Jimin. Tengo el apellido de mi esposo.

— Debo informarle acerca del fallecimiento de su hermano Park Chanyeol — Dado que Jimin no reaccionaba, el oficial continuó hablando. — Entre sus pertenencias, encontramos una carta dirigida a usted. — con manos temblorosas la aceptó y firmó lo que le ordenaba el oficial. Tenía miedo de abrirla, ¿cómo era posible que su hermano incluso después de muerto siguiera atormentándolo? Luego de cerrar la puerta, estuvo debatiéndose entre abrir la carta o romperla en mil pedazos ¿Qué más podría decirle para seguir lastimándolo?

Mi Final Feliz. YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora