Mi Final Feliz. Yoonmin

XVII

Fue solo un desmayo por demasiada tensión, pero él necesita estar en mucho reposo — hizo una pausa — de no ser así, podría...

— ¡Doctor! — los dos se voltearon a ver a Jimin, que ya había despertado. En esos momentos, lo que menos necesitaba Yoongi era enterarse que tendría un hijo. Primero debían solucionar el tema de Beomgyu. Tenía que contarle la verdad, aunque eso no tuviera un buen final para ellos como pareja.

— Qué bueno que despiertas — el doctor se dirigió hacia Jimin — Le estaba contando a tu pareja, acerca de los cuidados que debes tener — el castaño se vio incómodo

— ¿Cómo está Beomgyu? — preguntó cambiando de tema

— Está bien, — Respondió Yoongi — pero se asustó mucho cuando te vio desmayado

— Lo siento...

— No tienes que disculparte cariño, tuvimos un día de locos. En la mañana las compras para el cumpleaños de Beomgyu y luego toda la tarde en la clínica. No has comido nada y con el susto de lo que le pasó, es normal que sufrieras un desmayo — Jimin lo miraba confundido, no sabía qué había pasado, ¿Yoongi habría hablado con Jisoo? ¿Ya sabría toda la verdad? — Me alegra que hayas despertado — se acercó a él y lo besó en la frente — Tengo que ir con Jisoo, necesito hablar con ella antes de que vuelva a desaparecer.

Jimin quería hablar, decirle que no fuera, que primero hablaran ellos, pero era como si la garganta se le hubiese cerrado, no pudo emitir ningún sonido para detenerlo.

...

— Lo que te dije es la verdad, no tengo motivos para mentirte

— No vengas a hacerte la santa conmigo — le reprochó Yoongi — me has estado mintiendo por mucho tiempo, y yo solo quiero la verdad. Quiero entender esto

— Ya te lo dije, Beomgyu no es tu hijo — respondió tranquilamente

— Pero nos hicimos un examen de ADN y salió positivo — comentó confundido — esas cosas no se equivocan

— No tengo idea de por qué eso dio como resultado que eres su padre, pero Beomgyu no es hijo tuyo, saca las cuentas, Beomgyu tiene 4 años, nosotros estuvimos hace 6. Es imposible

Yoongi comenzaba a creer que el resultado del examen no estaba correcto. Quería demandarlos por ese error. Un error que le hizo creer que tenía un hijo al que ya adoraba. Pero Jisoo tenía razón, odiaba admitirlo. Beomgyu era muy pequeño para ser su hijo.

Cerró los ojos y comenzó a recordar todo, desde el primer día que estuvo con Beomgyu, cuando el menor apareció solo en su puerta, cuando sintió temor de dejarlo en un jardín infantil por varias horas con personas que no conocía, cuando lo descuidó porque no se sentía responsable para ser un padre, cuando comenzó a hablarle, cuando se metía en la cama de ellos por las noches, cuando su familia lo conoció y todos los planes que tenían para el futuro. Se había ilusionado con ser una familia. Si las cosas funcionaban bien, pensaba en el futuro pedirle matrimonio a Jimin y que el castaño adoptara a Beomgyu y luego ampliar la familia, pero ahora resultaba que Beom no era hijo de él.

Había comenzado a llorar en su asiento en la cafetería, frente a Jisoo, en realidad que ella estuviera viéndolo como se desahogaba no le importaba. Estaba sufriendo y que viera lo que causó.

— No entiendo cómo se te ocurrió jugar con algo así — habló entrecortadamente por los sollozos. — eres una mujer insensible. Jugaste no solo con mis sentimientos, sino que también con los de Beomgyu ¿No te importa cómo le afectará esto a él?

— ¡Por supuesto que me importa! — se alteró la castaña — Es mi hijo y lo quiero — a mi manera, pensó — No creí que se volverían tan cercanos en tan poco tiempo, yo esperaba pronto venir por él, pero con esto, creo que lo mejor es que se vaya conmigo