Mi Final Feliz. Yoonmin

III

— ¡Yeji, no corras! — desde que habían bajado del auto la menor no dejaba de correr. Jungkook no estaba acostumbrado a ello. Lisa era la que se encargaba de llevar a la pequeña al Jardín.

— Hola señorita Yeji.

— ¡Jimin! — la menor sonreía de oreja a oreja, mientras se colgaba al cuello de su profesor. — Mi papá vino conmigo — Yeji no dejaba de sonreír. Su papá siempre estaba muy ocupado como para llevarla al jardín infantil, de hecho ni siquiera lo conocía.

— Mucho gusto señor Jeon, soy el profesor de Yeji, Jimin.

— Hola... ¿Yeji es siempre así... tan efusiva? — el más alto miraba cómo su hija, que ahora se encontraba en el suelo, comenzaba a brincar.

— Bueno... — se rascó la barbilla — A ella le encanta venir aquí.

— Lo sé, lo sé... — se quedó mirándola un rato, sabía que no debía darle chocolate por las mañanas, pero ¿cómo le decía que no a su hija? Ella era su mundo entero. Nunca estuvo en sus planes casarse con Lisa, pero ese pequeño desliz estando con unas copas de más, trajo como consecuencia a su hija. Y no se arrepentía de ello. La amaba, Yeji era lo más importante en su vida y quería que tuviera lo mejor. Empezando por una familia consolidada, por ello le pidió matrimonio a Lisa, a pesar de que ambos no estaban enamorados. Creía que el amor vendría luego, pero de eso ya habían pasado 4 años. Definitivamente el amor nunca llegó. Se aclaró la garganta — Debo... tengo que ir a trabajar — Jimin asintió — ¿Hasta... — se sentía tan mal de preguntar cosas que como padre debería saber, pero era Lisa la que se encargaba siempre de llevarla y traerla a casa, mientras él estaba en la oficina. — ¿Hasta qué hora está ella normalmente?

— Hmmm... — Jimin lo miró pensativo — Hay días que se va temprano, otros tarde. No tiene un horario. Su mamá llega a cualquier hora.

— ¿En serio? —lo miró como si estuviera bromeando.

— Así es.

— Ellas nunca llegan antes de las 6 de la tarde — Jimin abrió la boca y la cerró de inmediato. Se rascó la cabeza sin saber qué decir.

— Bueno... a veces...

— Mira, no me digas nada. Por lo visto su mamá tenía cosas que hacer, solo que no creo que llevara a nuestra hija. Tendré que hablar con ella — en su mente estaba creando historias de infidelidad, en las que Lisa llevaba a su hija a quién sabe dónde y con quién. Por su parte, Jimin al ser profesor estaba acostumbrado a ello, tener que escuchar a padres y madres tener problemas. Él solo lamentaba que los niños, que no tenían nada que ver en los líos de adultos, siempre eran los más perjudicados.

Yeji le dio un beso a su papá y fue donde una de sus amiguitas. Jungkook no le había colocado el vestido de Aurora, porque estaba entre la ropa sucia. Al parecer Lisa había olvidado lavar sus ropas. Suspiró frustrado y se despidió del profesor, diciendo que estaría ahí como a las 5.

Jimin alisó su camisa con sus manos y se dirigió hacia donde venía el papá de Yeonjun y otro adulto. Estaba seguro que no era el otro padre de Yeonjun, porque a él lo había visto un par de veces cuando iban a buscar al menor.

— Hola, soy Jimin — mencionó estirándole la mano.

— Yoongi — aceptó encantado la mano del más bajo.

Namjoon no quería interrumpir, pero faltaban 10 minutos para que las clases comenzaran y él tenía que abrir la cafetería y al parecer Yoongi se había quedado embobado con el profesor. Yoongi se consideraba bisexual, pero sentía mayor atracción hacia los hombres, solo que encontrar una mujer y llevarla a la cama, era más fácil. Por ello, llevaba algún tiempo sin acostarse con uno y aquel profesor era el candidato perfecto. Jimin por su parte, era gay, pero nadie lo sabía. Su familia era muy religiosa y de solo pensar en decirles, le daba urticaria. Cuando tocaban el tema de alguien que era homosexual, su padre se alteraba, diciendo que él o ella era una aberración. Jimin agachaba la cabeza y suspiraba en silencio, tendría que vivir con ese secreto para toda la vida. Por eso tenía una novia, alta, rubia, muy guapa según lo que todos le decían, pero para él no tenía ninguna diferencia con cualquier otra mujer. Llevaban un par de meses y ella ya quería que se comprometieran, se sentía agobiado con el tema, sabía que en algún momento debía tomar una decisión. Casarse o salir del clóset.