XII

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Jimin vio la cara de Yoongi y supo de inmediato que se trataba de algo importante, pero lo que él tenía que decirle, también lo era. Iba a continuar hablando, cuando su teléfono sonó. Era su hermana, no podía ser más inoportuna.

Se levantó y fue a atender la llamada. Jiyeon sólo quería saber cómo estaba, llevaban varios días sin hablar y había visto en la televisión a Rosé, se estaba volviendo famosa y quería saber cómo eso lo afectaba a él.

Pero Jimin se sorprendió, porque no sabía nada de ella y tampoco era que le importaba, más ahora que tendría un hijo. Esa relación tenía que darla por finalizada.

Cuando terminó de hablar con su hermana, vio que Yoongi se estaba arreglando para salir.

La conversación tendría que esperar.

...

Yoongi no podía creer lo que estaba oyendo. Surán no estaba embarazada. No es como si hubiese estado muy entusiasmado con la noticia, todo lo contrario, ahora sí estaba feliz.

Jimin no quiso acompañarlo, para no tener que despertar a Beomgyu, pero cuando llegó al departamento, encontró al castaño en el sofá durmiendo, seguramente lo había estado esperando. Tomó a Jimin en brazos y lo llevó a la cama.

— ¿Cómo te fue? — preguntó Jimin con los ojos cerrados.

— Bien... — le dio un beso en los labios — Sigue durmiendo, mañana hablamos — Lo volvió a besar y se tendió al lado de él, rodeándolo con sus brazos.

...

Era sábado por la mañana, cuando Yoongi despertó, no se sorprendió al ver a su hijo durmiendo entre ellos. Beomgyu era igual de perezoso que Jimin, ninguno de los dos lo sintió cuando se levantó. Hubiese preferido quedarse en la cama con ellos y tener una salida en familia los 3 antes de que llegaran sus padres y su hermano, por la tarde.

Pero para su mala suerte, hubo un problema y tendría que ir a la oficina.

— Jimin — le habló bajito — Minnie, tengo que ir a la oficina — el aludido abrió un solo ojo. Aún era muy temprano para despertar, además era sábado. El fin de semana eran los únicos días en que se podía levantar tarde. Por qué lo estaban molestando — Nos juntamos para almorzar ¿bueno? Te llamo más tarde — lo besó y lo dejó durmiendo.

...

Dos horas más tardes, Jimin despertó por el ruido del televisor. Beomgyu había despertado y estaba viendo dibujos animados en la cama junto a él.

— Bebé ¿podrías bajar el volumen de eso? — el menor hizo lo que le pidió — Gracias. — iba a seguir durmiendo, pero...

— ¡Padque! ¡Padque! — gritaba el menor, saltando en la cama. Definitivamente, no lo dejarían dormir. Al parecer era uno de los síntomas del embarazo. Pero si fuera así, hubiese estado embarazado toda la vida, aunque podía notar una leve diferencia. — ¡Padque!

— Está bien, bebé — mencionó resignado — iremos al parque.

...

Estando en el parque, dejó que Beomgyu se divirtiera en los juegos, mientras él lo veía desde una banca. Habían más familias ahí o solo madres o padres con sus hijos. Se sentía bien, en un futuro él tendría a su propio hijo y lo llevaría ahí junto con Yoongi y Beomgyu...

— ¿Disculpa? — una voz femenina interrumpió sus pensamientos. Se volteó a mirarla — ¿Puedo sentarme? — Jimin la miró un momento. ¿Por qué se le hacía conocida?

— Claro... — la presencia de ella, lo incomodaba. Quizás podría iniciar una conversación con ella. — Uhm... — se volteó a mirarla — ¿Estás aquí con tu hijo?

— ¡Oh! No, no — le dedicó una sonrisa. A Jimin los ojos de ella le recordaban a alguien, pero no podía saber a quién. — Mi hijo... no... — negó con la cabeza y a la vez se mordía el labio, como un gesto nervioso — Yo... estoy esperando a alguien

— Ah...

— ¿Tú tienes hijos? — Jimin tragó duro. No iba a ir por la calle contándole a desconocidos que estaba embarazado, por muy contento que estuviera, no sabía cómo reaccionarían las demás personas.

— Uh, no, pero espero tener pronto. El que está subiendo al resbalín, es hijo de mi novio

— Ya veo... — se quedó mirando al menor — ¿Lo quieres mucho?

— Sí, Beomgyu es muy importante para mí

— ¿Lo quieres como si fuera tu hijo? — ¿A qué venía eso? La mujer se dio cuenta de lo inoportuna que fue su pregunta — Disculpa, no quería sonar entrometida — Jimin asintió, quizás solo era curiosidad.

— Sí, lo quiero muchísimo... — su teléfono lo interrumpió de seguir hablando — ¡Yoongi! Sí, estamos en el parque... ¿Vienes por nosotros? Está bien, nos vemos en un rato. — La castaña se colocó los lentes de sol y se levantó de la banca.

— Creo que ya no llegaron por mí... fue un gusto. Adiós.

Salió casi corriendo de ahí, que Jimin no tuvo ni tiempo de despedirse de ella. Abrió los brazos para atrapar a Beomgyu, que venía corriendo hacia él y lo llenó de besos por la cara. Sintió que alguien los observaba y miró hacia todos lados, para encontrarse con la misma mujer que había estado hablando, pero cuando ella lo vio, se volteó y siguió caminando.

La situación le pareció rarísima, agarró de la mano a Beomgyu y lo sacó de ahí. Llamaría a Yoongi para que se juntaran en otro lugar.

...

Jimin no le mencionó la extraña conversación que había tenido con una desconocida y ni cómo se les había quedado mirando. La llegada de la familia de Yoongi lo tenía con los nervios de punta.

— Tranquilo — se acercó Yoongi por la espalda y le depositó un beso en el cuello — mi mamá te amará

— No puedo evitar-

Jimin corrió hacia el baño, quería atribuirle las náuseas a los nervios que estaba sintiendo. No habían tenido tiempo de conversar, aún no le decía a Yoongi que serían padres. No dejaría pasar más tiempo. Cepilló sus dientes y salió dispuesto a hablar con su novio, pero se llevó una sorpresa al ver a toda la familia de Yoongi en la sala.

— Familia, — comenzó a hablar Yoongi — Les presento a mi novio, Jimin.

Cuatro pares de ojos voltearon a verlo y tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para no desmayarse ahí mismo.

Hacer las presentaciones correspondientes, no resultó tan incómodo como lo imaginó. La mamá de Yoongi era adorable y todos reaccionaron muy bien cuando Yoongi les comentó que tenía un hijo.

Yejin y Hyunbin regañaron a su hijo, por no haberles dicho antes que eran abuelos, tenían mucho tiempo perdido y un niño que mimar.

Decidieron ir al centro comercial todos juntos, mientras Beomgyu iba en el medio de sus dos abuelos, agarrando la mano de cada uno, Geumjae se acercó a Jimin y comenzó a contarle anécdotas de Yoongi, con el fin de avergonzar al pelinegro.

Yoongi iba más atrás negando con la cabeza y con una enorme sonrisa. Amaba a su familia y las cosas no podían ser mejor.

Sintió que alguien le tocaba el hombro e inmediatamente miró hacia atrás, no esperaba encontrarse con ella después de tanto tiempo.

— ¿Jisoo? — la castaña se sacó los lentes de sol y los colocó en su cabeza.

— Tenemos que hablar.

Mi Final Feliz. YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora