II Temporada: Capítulo VI

1.2K 153 3
                                    

— ¿Qué le hiciste, imbécil? — Yoongi se le fue encima, dándole un golpe en la mandíbula.

— ¡Tranquilo! — Chanyeol se alejó de él, levantando los brazos en señal de rendición. — No le he hecho nada que él no quisiera.

— ¡Eres un cerdo! — se acercó a propinarle otro golpe. — Jimin jamás sería capaz de tal cosa

— ¿Cómo puedes estar seguro? — lo miró divertido, alzando una ceja. — Me imagino que debes saber la historia de Jimin, pero él solo te contó su versión ¿no es así?

— ¿De qué hablas imbécil? Voy a partirte la cara a golpes

— ¡Hey! No estoy mintiendo, mi querido hermanito era el que me buscaba por las noches. Era él quien se metía en mi cama y cuando yo no estaba, lo hacía con cualquier otro niño, hasta con el encargado del lugar y quién sabe quiénes más — Yoongi sentía como la bilis comenzaba a subir por la garganta. Cómo ese hombre podía ser tan cruel, hablar de aquella forma de su propio hermano, sangre de su sangre y, no obstante, era solo un niño.

— No te creo, ¡Estás mintiendo! — se le iba a ir encima nuevamente, pero lo detuvo.

— ¿A quién le vas a creer? ¿A un niño que no recuerda bien? ¿O a mí que estaba ahí y lo recuerdo perfectamente? Y Jimin quiso volver a recordar aquellos tiempos. Nos hemos estado viendo hace unas semanas, aquí mismo. Te imaginarás todas las cosas que hemos hecho para recuperar tiempo perdido.

Yoongi no le respondió y comenzó a darle golpes fuertemente en la cara, haciéndolo caer. Luego continuó golpeándole las costillas con las piernas. No podía parar, no quería parar. Ese maldito debía pagar por todo el daño que le había hecho a su esposo, el amor de su vida. No supo en qué momento, pero mientras le seguía dando golpes, había comenzado a derramar algunas lágrimas, se sentía impotente ¿Cómo podían haberle hecho tal cosa a un niño tan pequeño e indefenso? No podía creer en la palabra de Chanyeol.

— ¡Papá! — gritaba Beomgyu — ¡Detente, por favor!

El menor intentaba sujetarlo de los brazos, con la ayuda de Yeonjun, pero Yoongi no reaccionaba. Beomgyu siguió gritando hasta llamar la atención de su papá.

— ¡Te dije que te quedaras en el auto! — le gritó.

— Pero lo vas a matar... — habló bajito. Sabía que su papá no había querido gritarle, pero aun así no pudo evitar sentirse mal. Yeonjun por su parte, solo atinó a abrazarlo y confortarlo.

— Lo siento... — se disculpó, y pasó una mano por su cabello. Estaba un poco ensangrentada, por los golpes que le había dado a Chanyeol. Aunque no tenía idea de a quién pertenecía esa sangre. El más alto se encontraba tendido en el suelo, inconsciente. — Vámonos.

Yoongi se quitó la chaqueta que llevaba y con ella cubrió el cuerpo de Jimin. Quiso volver a llorar, pero tenía que ser fuerte. Aunque no pudiera contenerse al ver el cuerpo de su esposo desnudo y con algunas marcas en él. Sintió ganas de vomitar, llorar, gritar, pero se contuvo.

— Yeonjun, necesito que conduzcas — le ordenó sin mirarlo. Su vista y toda su preocupación estaba con su marido. Le entregó las llaves y entró en el asiento trasero del automóvil, junto a Jimin.

Yeonjun miró a Beomgyu y el menor solo pudo encogerse de hombros, haciendo un puchero. El rubio se acercó y lo rodeó con sus brazos. Abrazándolo fuertemente.

— Tranquilo, bebé — le susurró en la oreja. Se separó de él lentamente y se quedaron mirando a los ojos. Beomgyu fue el que tomó la iniciativa y se acercó, cerrando la brecha entre ellos. Solo fue un beso casto, que quiso aumentar, pero Yeonjun lo apartó delicadamente. — No, no así. Ahora estás vulnerable — el menor iba a interrumpirlo, pero Yeonjun se adelantó — Cuando me beses, tiene que ser porque realmente lo deseas

Mi Final Feliz. YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora